


Los alemanes Primal Fear se embarcan en una gira por España presentando su más reciente obra, Domination, un álbum en el que perfeccionan su característico power metal y entregan una nueva colección de himnos diseñados para brillar en directo. La banda llega con una formación renovada que incluye a la guitarrista ítalo-portuguesa Thalía Bellezecca y al batería André Hilgers, dos incorporaciones que elevan aún más el nivel musical del grupo.
Los encargados de abrir la velada fueron los suecos Eleine, quienes encendieron la mecha de la noche con una sala ya prácticamente llena. Puntuales a las 19:30, desplegaron su poderosa mezcla de guitarras afiladas y melodías sinfónicas, liderados por la imponente voz de Madeleine Liljestam. La vocalista, majestuosa al frente, alternó con destreza entre registros guturales y voces limpias, respaldada por los coros del guitarrista Rikard Ekberg.
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR: Primal Fear – Domination (2025)
El concierto comenzó con “Enemies” y la vertiginosa “Never Forget”, dos golpes directos al corazón del público que se entregó desde el primer compás. Le siguieron la sinfónica “As I Breathe” y “We Are Legion”, mientras los músicos se sumergían en un headbanging incesante que contagiaba energía.
A mitad del show, sonaron “Where Your Rotting Corpse Lie”, con su aura de misterio, y “We Stand United”, de ritmo marcial y contundente. En esta última, Madeleine ondeó una bandera con el logo de la banda, gesto que encendió aún más al público.
El broche final llegó con “Vemod” y “We Shall Remain”, dejando un gran sabor de boca y demostrando por qué Eleine es una de las bandas más sólidas del metal sinfónico actual.
A las 21:00, bajo la expectante mirada de una sala completamente abarrotada, comenzó el turno de Primal Fear. Tras la intro, los alemanes abrieron fuego con las nuevas “Destroyer” y “I Am The Primal Fear”, donde Ralf Scheepers desplegó todo su rango vocal con agudos imposibles y un carisma arrollador.
La banda continuó con un tándem de clásicos: “Final Embrace” y “Nuclear Fire”, que desataron la euforia de los fans y evocaron la gloria del heavy metal noventero. El sonido fue impecable: cada instrumento se escuchó con nitidez, elevando aún más la experiencia sonora.
Después de un breve respiro con la melódica “Seven Seals” —donde brillaron el bajista Matt Sinner y el guitarrista Magnus Karlsson con un solo apasionado—, regresaron a su nueva etapa con la potente “The Hunter” y la emotiva “Tears of Fire”. Scheepers, pletórico, animó al público a acompañarlo en los coros, logrando una conexión total.
Con el público completamente entregado, llegaron la fantástica “King of Madness” y “The End Is Near”, donde la nueva integrante Thalía Bellezecca demostró su talento pese a mantenerse en un discreto segundo plano, cediendo protagonismo a los veteranos.
En el tramo final, la instrumental “Hallucinations” sirvió de preludio a una auténtica avalancha de himnos: “Fighting the Darkness” y “Chainbreaker”, de su álbum homónimo Primal Fear, prepararon el terreno para un cierre apoteósico con “Metal Is Forever” y “Running in the Dust”. Dos clásicos que sellaron una noche redonda, con el público completamente rendido ante la descarga germana.



Los alemanes Primal Fear se embarcan en una gira por España presentando su más reciente obra, Domination, un álbum en el que perfeccionan su característico power metal y entregan una nueva colección de himnos diseñados para brillar en directo. La banda llega con una formación renovada que incluye a la guitarrista ítalo-portuguesa Thalía Bellezecca y al batería André Hilgers, dos incorporaciones que elevan aún más el nivel musical del grupo.
Los encargados de abrir la velada fueron los suecos Eleine, quienes encendieron la mecha de la noche con una sala ya prácticamente llena. Puntuales a las 19:30, desplegaron su poderosa mezcla de guitarras afiladas y melodías sinfónicas, liderados por la imponente voz de Madeleine Liljestam. La vocalista, majestuosa al frente, alternó con destreza entre registros guturales y voces limpias, respaldada por los coros del guitarrista Rikard Ekberg.
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR: Primal Fear – Domination (2025)
El concierto comenzó con “Enemies” y la vertiginosa “Never Forget”, dos golpes directos al corazón del público que se entregó desde el primer compás. Le siguieron la sinfónica “As I Breathe” y “We Are Legion”, mientras los músicos se sumergían en un headbanging incesante que contagiaba energía.
A mitad del show, sonaron “Where Your Rotting Corpse Lie”, con su aura de misterio, y “We Stand United”, de ritmo marcial y contundente. En esta última, Madeleine ondeó una bandera con el logo de la banda, gesto que encendió aún más al público.
El broche final llegó con “Vemod” y “We Shall Remain”, dejando un gran sabor de boca y demostrando por qué Eleine es una de las bandas más sólidas del metal sinfónico actual.
A las 21:00, bajo la expectante mirada de una sala completamente abarrotada, comenzó el turno de Primal Fear. Tras la intro, los alemanes abrieron fuego con las nuevas “Destroyer” y “I Am The Primal Fear”, donde Ralf Scheepers desplegó todo su rango vocal con agudos imposibles y un carisma arrollador.
La banda continuó con un tándem de clásicos: “Final Embrace” y “Nuclear Fire”, que desataron la euforia de los fans y evocaron la gloria del heavy metal noventero. El sonido fue impecable: cada instrumento se escuchó con nitidez, elevando aún más la experiencia sonora.
Después de un breve respiro con la melódica “Seven Seals” —donde brillaron el bajista Matt Sinner y el guitarrista Magnus Karlsson con un solo apasionado—, regresaron a su nueva etapa con la potente “The Hunter” y la emotiva “Tears of Fire”. Scheepers, pletórico, animó al público a acompañarlo en los coros, logrando una conexión total.
Con el público completamente entregado, llegaron la fantástica “King of Madness” y “The End Is Near”, donde la nueva integrante Thalía Bellezecca demostró su talento pese a mantenerse en un discreto segundo plano, cediendo protagonismo a los veteranos.
En el tramo final, la instrumental “Hallucinations” sirvió de preludio a una auténtica avalancha de himnos: “Fighting the Darkness” y “Chainbreaker”, de su álbum homónimo Primal Fear, prepararon el terreno para un cierre apoteósico con “Metal Is Forever” y “Running in the Dust”. Dos clásicos que sellaron una noche redonda, con el público completamente rendido ante la descarga germana.