Hace sólo 3 años que Queensrÿche, la banda proveniente de Seattle, no sacaba un disco, lo cuál es un tiempo adecuado para grabar pero al escuchar por primera vez a Digital Noise Alliance, algo raro sucede.

Lo primero que se puede notar es que parece ser que muchos temas son canciones desechadas de su disco anterior The Verdict, ya que tienen un corte muy similar. Lo otro es que se nota la ausencia del gran Scott Rockenfield, aunque la labor de Casey Grillo es muy buena, aún así se echa de menos el punch de Scott. Y por último, siento que algunas canciones son de relleno: el disco sería mejor si descartaran 2 o 3.

Dicho esto, no quiero decir que el disco sea malo, ¡NO! Es un buen disco, muy en la onda metal progresivo como ya nos tienen acostumbrados, desde luego lo compraría para mi colección, sólo que se me hizo un poco similar en la manera de componer y producir este disco con los discos a los que Todd La Torre ha participado.

Y hablando de Todd, la verdad es que fue un acierto total contar con los servicios de este gran músico que aparte de llegar a las notas de Geoff Tate (algo que no muchos pueden hacer), toca muy bien la batería. La Torre ya se ganó con creces el cariño de los fanáticos más acérrimos de la banda.

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Otro de los aciertos es el título del disco, ya que Digital Noise Alliance muestra perfectamente lo que la banda quería presentar. Después de varias escuchas, el tema que más sobresale es “Sicdeth”, con un riff que vuela la cabeza y un solo de guitarra monumental, además de unos cambios de tiempo más que perfectos diluidos con una voz que encaja a la perfección, siento que ese era el tema para abrir el disco.

“Behind The Walls” tiene aires a lo Dream Theater, por algo son tan buenos amigos. Otra de las joyas del disco es “Out of the Black”, que trae recuerdos de antaño cuando la banda estaba en la cima con su disco Empire; aunque no es una banda que dentro de sus discos haga muchos covers, excepto por supuesto en “Take Cover”. El tema con que cierran el disco, “Rebel Yell” de Billy Idol, suena con la firma de Queensrÿche sin perder su esencia: ya con esto deberían de aprovechar y hacer más covers en sus discos de estudio, esto se les da muy bien. “Tormentum” debería ser el tema Nº2 del disco: qué poder, qué calidad musical en él, el rango vocal de Todd llega a sus límites y no tiene un solo tono de desnivel.

En general el disco, como casi toda su discografía, es un álbum de mucha calidad. Es un paso a seguir con la nueva alineación que tantos cambios ha sufrido, y Queensrÿche nos muestra que tiene mucha madera por cortar.