

La noche del 18 de junio en Razzmatazz 2 comenzó fuerte con Bolu2 Death como banda telonera. Los onubenses salieron al escenario con la energía a tope y un sonido que combinó metalcore, flamenco y electrónica, demostrando por qué se han convertido en una de las propuestas más originales de la escena nacional. Su actuación fue intensa, directa, y sirvió como un calentamiento perfecto para lo que vendría después: el debut de SiM en España. Para muchos, la noche ya valía con ver esa mezcla explosiva entre raíces andaluzas y brutalidad sónica.
Minutos más tarde, el público se volcó por completo cuando SiM pisó el escenario. Sin necesidad de despliegues escénicos, con solo tres tarimas y toneladas de actitud, los japoneses mostraron por qué llevan más de dos décadas siendo un referente en su país. Su capacidad para pasar del metal al ska punk, del reggae al rap, con total naturalidad, mantuvo a la sala completamente entregada. “CHAMPIONS”, su más reciente single, sonó como un auténtico himno, con ese groove infeccioso que hace imposible quedarse quieto. El directo confirmó que su propuesta cobra un sentido mucho mayor cuando se vive cara a cara.
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Hubo ecos claros del nu-metal de principios de los 2000 —con guiños estilísticos que recordaban a Linkin Park o Limp Bizkit—, pero SiM tiene algo más: una esencia marcada por sus orígenes en Shonan, donde la cultura surf, el reggae y el hardcore conviven desde siempre. Esa identidad única se tradujo en un show energético, divertido y con momentos imprevisibles: desde bromas espontáneas entre tema y tema hasta un cartel que pedía “Play Baseball Bat” y acabó con el vocalista MAH rompiendo un bate en el escenario. Todo eso, sin perder ni un segundo de intensidad.
El momento más esperado llegó con “The Rumbling”, tema que los catapultó a la fama mundial gracias a su inclusión en Attack on Titan. La sala se iluminó de pantallas mientras MAH recordaba al público que también había que vivir el momento. Tras exactamente 60 minutos de música sin tregua, SiM se despidió dejando una promesa en el aire: si logran mover su propio festival en Japón a abril, podrán estar en el Resurrection Fest el año que viene. Si eso ocurre, muchos podrán decir con orgullo que los vieron antes, en una sala pequeña, en una noche que se sintió como el inicio de algo grande.


La noche del 18 de junio en Razzmatazz 2 comenzó fuerte con Bolu2 Death como banda telonera. Los onubenses salieron al escenario con la energía a tope y un sonido que combinó metalcore, flamenco y electrónica, demostrando por qué se han convertido en una de las propuestas más originales de la escena nacional. Su actuación fue intensa, directa, y sirvió como un calentamiento perfecto para lo que vendría después: el debut de SiM en España. Para muchos, la noche ya valía con ver esa mezcla explosiva entre raíces andaluzas y brutalidad sónica.
Minutos más tarde, el público se volcó por completo cuando SiM pisó el escenario. Sin necesidad de despliegues escénicos, con solo tres tarimas y toneladas de actitud, los japoneses mostraron por qué llevan más de dos décadas siendo un referente en su país. Su capacidad para pasar del metal al ska punk, del reggae al rap, con total naturalidad, mantuvo a la sala completamente entregada. “CHAMPIONS”, su más reciente single, sonó como un auténtico himno, con ese groove infeccioso que hace imposible quedarse quieto. El directo confirmó que su propuesta cobra un sentido mucho mayor cuando se vive cara a cara.
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El momento más esperado llegó con “The Rumbling”, tema que los catapultó a la fama mundial gracias a su inclusión en Attack on Titan. La sala se iluminó de pantallas mientras MAH recordaba al público que también había que vivir el momento. Tras exactamente 60 minutos de música sin tregua, SiM se despidió dejando una promesa en el aire: si logran mover su propio festival en Japón a abril, podrán estar en el Resurrection Fest el año que viene. Si eso ocurre, muchos podrán decir con orgullo que los vieron antes, en una sala pequeña, en una noche que se sintió como el inicio de algo grande.