Comenzamos enero con fuerza, y en esta ocasión tuvimos el placer de recibir en la Sala Apolo (La 2) a los californianos de post-hardcore, Touché Amoré. Su regreso a Barcelona se dio un año y medio después de su último concierto en La Nau, donde compartieron escenario con Vereda y Trauma Ray.
En aquella ocasión no pude asistir, así que tenía muchas ganas de verlos en directo, especialmente después de escuchar a varios amigos elogiar su anterior presentación.
La noche comenzó con Vereda, una banda local de post-hardcore con influencias de spoken word. Su actuación destacó por una propuesta vocal poética y singular que capturó de inmediato la atención del público. A través de sus letras, la banda aborda temas existenciales y crítica social, rechazando el discurso de odio promovido por ciertos sectores políticos y defendiendo siempre la libertad de expresión y pensamiento.
Vereda es una de esas bandas capaces de transportar al público a un universo caótico y experimental, cargado de sentimiento e intensidad. La formación está compuesta por Albert Svn, Adrián G. Ruiz, Kevin León Borges, Edu Morales Ojeda y Simón López Carballeira, quienes ofrecieron un show potente y con identidad propia.
Después de Vereda, llegó el turno de Trauma Ray, la segunda banda invitada de la noche. Originarios de Texas, comenzaron su andadura influenciados por el slowcore, shoegaze y dream-pop, lo que les ha valido un estatus de culto en su escena local.
La banda, conformada por Uriel Ávila, Jonathan Pérez, Darren Baun, Nicholas Bobotas y Coleman Pruitt, basó su repertorio en su reciente álbum Chameleon (2024). Temas como “Bishop” destacaron por su ejecución impecable y el equilibrio perfecto de elementos, consolidándolo como un clásico instantáneo del shoegaze contemporáneo.
Aunque no los conocía previamente, debo admitir que su puesta en escena fue sólida y lograron conectar con gran parte del público. Durante su presentación, expresaron en varias ocasiones su gratitud hacia Touché Amoré por la oportunidad de compartir gira, demostrando un profundo respeto y admiración.
Finalmente, llegó el momento de los californianos Touché Amoré, quienes nos regalaron una dosis de existencialismo, intensidad emocional y un cierto halo de melancolía. Su estilo característico se hizo notar con ritmos de batería frenéticos, guitarras distorsionadas y contundentes, un bajo que duplicaba los acordes de la guitarra y, por supuesto, los desgarradores gritos de Jeremy Bolm, que no cedieron en intensidad a lo largo de toda la noche.
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La formación actual de la banda incluye a Jeremy Bolm (voz), Clayton Stevens (guitarra), Nick Steinhardt (guitarra), Tyler Kirby (bajo) y Elliot Babin (batería). Sin embargo, Elliot no pudo asistir debido a su reciente paternidad, siendo reemplazado por Sam Bosson, quien realizó un trabajo impecable y se acopló perfectamente a la banda.
Los conciertos en salas pequeñas como La 2 de Apolo tienen un encanto especial: la intimidad entre la banda y el público, sumada a un sonido más definido, crea una atmósfera única. En esta ocasión, la energía se sintió desde el primer momento, con un Jeremy visiblemente afónico, pero que logró disimularlo con su entrega y pasión en el escenario. Desde los primeros acordes de “Nobody’s”, “Art Official” y “Nine”, el público se sumió en un frenesí de saltos, pogos y coros al unísono.
Cuando llegó el turno de “Reminders”, la conexión con la banda ya era total. Los asistentes respondieron con una entrega absoluta, demostrando el cariño que Barcelona siente por Touché Amoré. Aunque pensé que el setlist se centraría en su último disco, Spiral In A Straight Line (2024), la banda sorprendió con un recorrido variado por toda su discografía.
Desde mi posición en la parte trasera de la sala, observé cómo el área delantera se convertía en un auténtico campo de batalla. Canciones como “And Now It’s Happening in Mine”, “Uppers/Downers”, “Comer Heroine” y “Honest Sleep” elevaron la euforia al máximo. Afortunadamente, logré grabar algunos vídeos donde se podía ver a varios amigos subiéndose al escenario para lanzarse al público, en un ambiente de adrenalina pura.
El momento álgido llegó con la interpretación de “Hal Ashby”, un tema que siempre me despierta sentimientos encontrados. Siguieron con “Face Ghost” de Parting the Sea Between Brightness and Me, “New Halloween” de Stage Four, y otras joyas como “Disasters”, “Harbor”, “Palm Dreams” y “Savoring”. En este punto, quedaba claro que la banda está en uno de los mejores momentos de su carrera, consolidándose como una de las agrupaciones más relevantes del post-hardcore actual.
El cierre de la noche fue apoteósico con “Pathfinder”, “Rapture” y “Force of Habit”, culminando con los himnos “Flowers and You” y “Limelight”, que hicieron vibrar a todos los presentes. Aunque nos quedamos con ganas de más, estoy segura de que Touché Amoré volverá pronto a Barcelona para ofrecer otro show igual de electrizante. Sin duda, repetiré la experiencia para volver a contagiarme de su energía y carisma.
¡Jeremy, eres increíble!
Etiquetas: barcelona, Post Hardcore, Primavera Tours, Touche Amore, Trauma Ray, VeredaComenzamos enero con fuerza, y en esta ocasión tuvimos el placer de recibir en la Sala Apolo (La 2) a los californianos de post-hardcore, Touché Amoré. Su regreso a Barcelona se dio un año y medio después de su último concierto en La Nau, donde compartieron escenario con Vereda y Trauma Ray.
En aquella ocasión no pude asistir, así que tenía muchas ganas de verlos en directo, especialmente después de escuchar a varios amigos elogiar su anterior presentación.
La noche comenzó con Vereda, una banda local de post-hardcore con influencias de spoken word. Su actuación destacó por una propuesta vocal poética y singular que capturó de inmediato la atención del público. A través de sus letras, la banda aborda temas existenciales y crítica social, rechazando el discurso de odio promovido por ciertos sectores políticos y defendiendo siempre la libertad de expresión y pensamiento.
Vereda es una de esas bandas capaces de transportar al público a un universo caótico y experimental, cargado de sentimiento e intensidad. La formación está compuesta por Albert Svn, Adrián G. Ruiz, Kevin León Borges, Edu Morales Ojeda y Simón López Carballeira, quienes ofrecieron un show potente y con identidad propia.
Después de Vereda, llegó el turno de Trauma Ray, la segunda banda invitada de la noche. Originarios de Texas, comenzaron su andadura influenciados por el slowcore, shoegaze y dream-pop, lo que les ha valido un estatus de culto en su escena local.
La banda, conformada por Uriel Ávila, Jonathan Pérez, Darren Baun, Nicholas Bobotas y Coleman Pruitt, basó su repertorio en su reciente álbum Chameleon (2024). Temas como “Bishop” destacaron por su ejecución impecable y el equilibrio perfecto de elementos, consolidándolo como un clásico instantáneo del shoegaze contemporáneo.
Aunque no los conocía previamente, debo admitir que su puesta en escena fue sólida y lograron conectar con gran parte del público. Durante su presentación, expresaron en varias ocasiones su gratitud hacia Touché Amoré por la oportunidad de compartir gira, demostrando un profundo respeto y admiración.
Finalmente, llegó el momento de los californianos Touché Amoré, quienes nos regalaron una dosis de existencialismo, intensidad emocional y un cierto halo de melancolía. Su estilo característico se hizo notar con ritmos de batería frenéticos, guitarras distorsionadas y contundentes, un bajo que duplicaba los acordes de la guitarra y, por supuesto, los desgarradores gritos de Jeremy Bolm, que no cedieron en intensidad a lo largo de toda la noche.
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La formación actual de la banda incluye a Jeremy Bolm (voz), Clayton Stevens (guitarra), Nick Steinhardt (guitarra), Tyler Kirby (bajo) y Elliot Babin (batería). Sin embargo, Elliot no pudo asistir debido a su reciente paternidad, siendo reemplazado por Sam Bosson, quien realizó un trabajo impecable y se acopló perfectamente a la banda.
Los conciertos en salas pequeñas como La 2 de Apolo tienen un encanto especial: la intimidad entre la banda y el público, sumada a un sonido más definido, crea una atmósfera única. En esta ocasión, la energía se sintió desde el primer momento, con un Jeremy visiblemente afónico, pero que logró disimularlo con su entrega y pasión en el escenario. Desde los primeros acordes de “Nobody’s”, “Art Official” y “Nine”, el público se sumió en un frenesí de saltos, pogos y coros al unísono.
Cuando llegó el turno de “Reminders”, la conexión con la banda ya era total. Los asistentes respondieron con una entrega absoluta, demostrando el cariño que Barcelona siente por Touché Amoré. Aunque pensé que el setlist se centraría en su último disco, Spiral In A Straight Line (2024), la banda sorprendió con un recorrido variado por toda su discografía.
Desde mi posición en la parte trasera de la sala, observé cómo el área delantera se convertía en un auténtico campo de batalla. Canciones como “And Now It’s Happening in Mine”, “Uppers/Downers”, “Comer Heroine” y “Honest Sleep” elevaron la euforia al máximo. Afortunadamente, logré grabar algunos vídeos donde se podía ver a varios amigos subiéndose al escenario para lanzarse al público, en un ambiente de adrenalina pura.
El momento álgido llegó con la interpretación de “Hal Ashby”, un tema que siempre me despierta sentimientos encontrados. Siguieron con “Face Ghost” de Parting the Sea Between Brightness and Me, “New Halloween” de Stage Four, y otras joyas como “Disasters”, “Harbor”, “Palm Dreams” y “Savoring”. En este punto, quedaba claro que la banda está en uno de los mejores momentos de su carrera, consolidándose como una de las agrupaciones más relevantes del post-hardcore actual.
El cierre de la noche fue apoteósico con “Pathfinder”, “Rapture” y “Force of Habit”, culminando con los himnos “Flowers and You” y “Limelight”, que hicieron vibrar a todos los presentes. Aunque nos quedamos con ganas de más, estoy segura de que Touché Amoré volverá pronto a Barcelona para ofrecer otro show igual de electrizante. Sin duda, repetiré la experiencia para volver a contagiarme de su energía y carisma.
¡Jeremy, eres increíble!
Etiquetas: barcelona, Post Hardcore, Primavera Tours, Touche Amore, Trauma Ray, Vereda