Estamos en condiciones de afirmar que Where the Gloom Becomes Sound es el álbum más gótico de las discografía de Tribulation. Los suecos sorprenden con una placa que abarca varios estilos musicales, pasando de climas oscuros y atmosféricos como ellos lo saben hacer a otros más digeridos, que bien podrían ser comparados con sus coterráneos Ghost. Luego de las mutaciones que el sonido de la banda tomó hace algunos años, este trabajo se perfila como uno de los más serios y maduros aunque en ningún momento pierde la esencia que los hizo conocidos.

El LP comienza con ”In Remembrance”, un tema de paso y lento que destila oscuridad pero que en ningún momento termina de explotar, aunque le da inicio a la placa de buena manera. ”Hour Of The Wolf”, segundo track del álbum, arranca con un riff intrigante e hipnótico con partículas de rock clásico que hacen de esta canción, una de las más bellas.

”Lethe” es la canción disruptiva del disco, íntegramente instrumental con un piano oscuro y terrorífico, digno de película de terror psicológico, que hace un hermoso tándem con ”Daughter of the Djinn”, una de las mejores composiciones que instrumentalmente, rememora al sonido de las primeras bandas británicas del heavy metal de comienzos de los años 80’s.

Otro de los puntos fuertes se da con ”Inanna”, un tema donde la oscuridad del riff impone condiciones de movida al mejor estilo Sabbath. En este caso, el gruñido impiadoso de Johannes Andersson hace una de sus mejores performances de la placa, conectando muy bien con las guitarras de Adam Zaars y Joseph Tholl. Los guitarristas tienen un gran porcentaje de la inmensidad del disco, con pasajes de guitarras gemelas que nada tienen que envidiarle a Dave Murray y Adrian Smith. ”Where the Gloom Becomes Sound” se despide con ”The Wilderness”, una canción de mas de 6 minutos que intenta condensar todas las esencias y climas que atraviesan los 48 minutos de duración del álbum.

Así, ”Where the Gloom Becomes Sound” se posiciona como uno de los títulos de estudio más interesantes del grupo, con una oscuridad intrínseca que se puede dilucidar en todo momento pero con un sentido del hit que en trabajos anteriores no estaban tan marcados. El gran responsable de esto es Tom Dalgety, quien mezcló el álbum y tiene en su haber trabajado con Rammstein y en el disco más popero de Ghost hasta la fecha: ”Prequelle”. Estamos ante una obra que va a encantar a los viejos seguidores de la agrupación como así también a los nuevos, con canciones que van a transformarse en clásicos de una de las bandas más originales de la escena gótica actual.