


La banda de speed metal alemana Warrant volvió a los escenarios en 1999, tras once años en el dique seco, y un tercer disco titulado Metal Bridge en 2014. Inician su primera gira en la península ibérica con Jörg Juraschek al frente, como único representante de la alineación original de los ochenta.
Antes de ver a los de Düsseldorf, tenemos a un conocido trío local, Sirius, desde la ciudad contigua de Badalona, a quienes no veía desde 2022, cuando abrieron para Legion en su fugaz retorno a la actividad. Ahora, con un segundo álbum en su haber, Fueled by Rage, editado el pasado año, y que supera lo realizado anteriormente.
Como era de esperar, la banda catalana fue intercalando temas de sus dos trabajos de forma indistinta, si bien, predominaron las procedentes del último disco, en un porcentaje de dos a uno. Aparte del tema que le da título con el que abrieron su pequeña masacre, no había más de una treintena de adictos frente de ellos, hicieron temblar los cimientos del lugar a base de doble bombo y platillo con “Mental Prostitution”, tras la cual Simón lanzó una de sus maltrechas baquetas al público, antes de atacar con “Generic People”. Tras la cual, el bajista Toni luciendo unos calcetines de Pantera, se situó en la línea del frente para “Starve” desde su primer álbum Progress (2022), seguida por una intrincada y embrutecida “Private Hell”.
Después de “Weapons of Mind Destruction”, y de su tema en castellano “Desaprender”, que me recordó a aquella escisión de Ktulu, llamada Freak XXI, llegamos a la parte final con una serie de covers, como un clásico de Rock FM, según comentó Gax, cantante y guitarra de siete cuerdas, antes de recrear a toda máquina el “Ace of Spades” de Motörhead, e incomprensiblemente, hacernos nada más y nada menos que tres temas de Sepultura, concretamente “Slave New World”, “Territory”, y finalmente “Arise”, con la que dan por acabados sus cincuenta minutos de descarga, aunque tenían preparado en la recamara, el “Hit the Lights” de Metallica, y que recuerdo si hicieron cuando abrieron para Legion.
Un trio que como ellos mismos se autodenominan como crossover thrash, con similitudes con bandas, a mi modo de ver con Nuclear Assault, o Sacred Reich, con un sonido bien cargante y reiterativo, en el que hay momentos que no sabes si está cada uno tocando por su lado, como sucede en el jazz fusion, dada la cantidad de cambios y ritmos que aglutina su propuesta, con una voz que más que cantar, grita y berrea sin mesura.
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Los teutones Warrant, con Jörg Juraschek a la cabeza, forman con Michael Dietz, que ingresó en 2015, y Adrian Weiss a las guitarras, y Marius Lamm a la batería que lo hicieron en 2022. E iniciando su actuación ante una ochentena de fans con “Come and Get it” desde su Metal Bridge, con un entusiasta Juraschek que lleva pintados el contorno de los ojos, y que agita en todo lo posible a un personal encantado ante la presencia de la banda por primera vez acá. Continúan con “Satan”, durante la cual aparece el quinto miembro de la banda, que no es otro que el personaje encapuchado que ocupa las portadas de todos sus discos, el denominado Enforcer, blandiendo su hacha de atrezzo, golpeando simuladamente a diestro y siniestro.
El cantante aprovecha para expresar lo increíble que es estar tocando en Barcelona, “en la primera fecha de una semana en la que estaremos tocando hasta el domingo, y a disfrutar de esta speed metal party”, para acto seguido presentar desde su EP de 1985, First Strike, “Ready to Command”. Pasan ahora al álbum editado ese mismo año, The Enforcer, con esa divertida letra dedicada a las monjas que hicieron para “Nuns Have No Fun”, tras la cual nos anuncia que van a hacer un par de canciones del próximo disco que lanzaran al mercado en octubre, y en principio tituladas “Falling Down”, puro speed metal, y la también rapidísima, y reiterativa “Demons” que contiene un buen duelo de guitarras.
Jörg anuncia de forma vehemente el siguiente tema, hasta que se percata de que se ha saltado “Betrayer”, que es la que acabarán ejecutando, y a la que seguirá, ahora sí, la anunciada erróneamente, “Bang That Head”, en la que Marius ejecuta un correcto solo de batería, parece que están volviendo estos solos. El frontman de origen polaco anuncia “Torture in The Tower”, que recuerda la compusieron cuando tenían unos dieciséis o diecisiete años en un viaje a Londres. Retorno al Metal Bridge con “Immortal”, seguida por “Scawenger’s Daugther”, y “Ordeal of Death”, donde las palmas tuvieron un papel vital.
“The Rack” suena con un doble bombo algo atropellado, y cantada en buena parte por los más fans, y para cerrar, “The Enforcer”, con unas luces cegadoras omnipresentes, y bien molestas, con la presencia del encapuchado castigador para no dejar títere sin cabeza, a golpe de hacha, y dejarnos de piedra cuando se quitó el capuchón, mostrando una espeluznante calavera, similar a la de esa película con Nicholas Cage, titulada Ghost Rider aka Jinete Fantasma. En teoría, aún quedaba “Cowards or Martyrs”, pero ignoro porque razón se quedó en el tintero, total llevaban unos setenta minutos de show, y eran las diez cuarenta y cinco de la noche, así que aprovechamos la coyuntura para ir a ver los últimos minutos de la semifinal del Atlético contra el Barça de Copa, que se llevaron los blaugranes.
Como conclusión final, diremos que fue un muy buen concierto, a pesar del sonido algo saturado de agudos, y metalizado, algo que sucede de vez en cuando en esta sala, pero, se les vio en plena forma, en especial a Juraschek, bien de voz, y con una excelente actitud comunicativa, muy empático con los presentes, pese a la pobre asistencia, como ha venido ocurriendo en citas anteriores con bandas de los ochenta que han vuelto a la palestra, a pesar de ser su primera visita, caso de Heathen, o Heavy Pettin’, veremos a final de mes como les va a los míticos Vio-lence en su estreno, o a Exhorder en unos días, como cabezas de cartel. En fin, como se suele decir, a la vejez, viruelas




La banda de speed metal alemana Warrant volvió a los escenarios en 1999, tras once años en el dique seco, y un tercer disco titulado Metal Bridge en 2014. Inician su primera gira en la península ibérica con Jörg Juraschek al frente, como único representante de la alineación original de los ochenta.
Antes de ver a los de Düsseldorf, tenemos a un conocido trío local, Sirius, desde la ciudad contigua de Badalona, a quienes no veía desde 2022, cuando abrieron para Legion en su fugaz retorno a la actividad. Ahora, con un segundo álbum en su haber, Fueled by Rage, editado el pasado año, y que supera lo realizado anteriormente.
Como era de esperar, la banda catalana fue intercalando temas de sus dos trabajos de forma indistinta, si bien, predominaron las procedentes del último disco, en un porcentaje de dos a uno. Aparte del tema que le da título con el que abrieron su pequeña masacre, no había más de una treintena de adictos frente de ellos, hicieron temblar los cimientos del lugar a base de doble bombo y platillo con “Mental Prostitution”, tras la cual Simón lanzó una de sus maltrechas baquetas al público, antes de atacar con “Generic People”. Tras la cual, el bajista Toni luciendo unos calcetines de Pantera, se situó en la línea del frente para “Starve” desde su primer álbum Progress (2022), seguida por una intrincada y embrutecida “Private Hell”.
Después de “Weapons of Mind Destruction”, y de su tema en castellano “Desaprender”, que me recordó a aquella escisión de Ktulu, llamada Freak XXI, llegamos a la parte final con una serie de covers, como un clásico de Rock FM, según comentó Gax, cantante y guitarra de siete cuerdas, antes de recrear a toda máquina el “Ace of Spades” de Motörhead, e incomprensiblemente, hacernos nada más y nada menos que tres temas de Sepultura, concretamente “Slave New World”, “Territory”, y finalmente “Arise”, con la que dan por acabados sus cincuenta minutos de descarga, aunque tenían preparado en la recamara, el “Hit the Lights” de Metallica, y que recuerdo si hicieron cuando abrieron para Legion.
Un trio que como ellos mismos se autodenominan como crossover thrash, con similitudes con bandas, a mi modo de ver con Nuclear Assault, o Sacred Reich, con un sonido bien cargante y reiterativo, en el que hay momentos que no sabes si está cada uno tocando por su lado, como sucede en el jazz fusion, dada la cantidad de cambios y ritmos que aglutina su propuesta, con una voz que más que cantar, grita y berrea sin mesura.
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Los teutones Warrant, con Jörg Juraschek a la cabeza, forman con Michael Dietz, que ingresó en 2015, y Adrian Weiss a las guitarras, y Marius Lamm a la batería que lo hicieron en 2022. E iniciando su actuación ante una ochentena de fans con “Come and Get it” desde su Metal Bridge, con un entusiasta Juraschek que lleva pintados el contorno de los ojos, y que agita en todo lo posible a un personal encantado ante la presencia de la banda por primera vez acá. Continúan con “Satan”, durante la cual aparece el quinto miembro de la banda, que no es otro que el personaje encapuchado que ocupa las portadas de todos sus discos, el denominado Enforcer, blandiendo su hacha de atrezzo, golpeando simuladamente a diestro y siniestro.
El cantante aprovecha para expresar lo increíble que es estar tocando en Barcelona, “en la primera fecha de una semana en la que estaremos tocando hasta el domingo, y a disfrutar de esta speed metal party”, para acto seguido presentar desde su EP de 1985, First Strike, “Ready to Command”. Pasan ahora al álbum editado ese mismo año, The Enforcer, con esa divertida letra dedicada a las monjas que hicieron para “Nuns Have No Fun”, tras la cual nos anuncia que van a hacer un par de canciones del próximo disco que lanzaran al mercado en octubre, y en principio tituladas “Falling Down”, puro speed metal, y la también rapidísima, y reiterativa “Demons” que contiene un buen duelo de guitarras.
Jörg anuncia de forma vehemente el siguiente tema, hasta que se percata de que se ha saltado “Betrayer”, que es la que acabarán ejecutando, y a la que seguirá, ahora sí, la anunciada erróneamente, “Bang That Head”, en la que Marius ejecuta un correcto solo de batería, parece que están volviendo estos solos. El frontman de origen polaco anuncia “Torture in The Tower”, que recuerda la compusieron cuando tenían unos dieciséis o diecisiete años en un viaje a Londres. Retorno al Metal Bridge con “Immortal”, seguida por “Scawenger’s Daugther”, y “Ordeal of Death”, donde las palmas tuvieron un papel vital.
“The Rack” suena con un doble bombo algo atropellado, y cantada en buena parte por los más fans, y para cerrar, “The Enforcer”, con unas luces cegadoras omnipresentes, y bien molestas, con la presencia del encapuchado castigador para no dejar títere sin cabeza, a golpe de hacha, y dejarnos de piedra cuando se quitó el capuchón, mostrando una espeluznante calavera, similar a la de esa película con Nicholas Cage, titulada Ghost Rider aka Jinete Fantasma. En teoría, aún quedaba “Cowards or Martyrs”, pero ignoro porque razón se quedó en el tintero, total llevaban unos setenta minutos de show, y eran las diez cuarenta y cinco de la noche, así que aprovechamos la coyuntura para ir a ver los últimos minutos de la semifinal del Atlético contra el Barça de Copa, que se llevaron los blaugranes.
Como conclusión final, diremos que fue un muy buen concierto, a pesar del sonido algo saturado de agudos, y metalizado, algo que sucede de vez en cuando en esta sala, pero, se les vio en plena forma, en especial a Juraschek, bien de voz, y con una excelente actitud comunicativa, muy empático con los presentes, pese a la pobre asistencia, como ha venido ocurriendo en citas anteriores con bandas de los ochenta que han vuelto a la palestra, a pesar de ser su primera visita, caso de Heathen, o Heavy Pettin’, veremos a final de mes como les va a los míticos Vio-lence en su estreno, o a Exhorder en unos días, como cabezas de cartel. En fin, como se suele decir, a la vejez, viruelas
