La noche en la Sala Salamandra prometía ser una auténtica celebración del power metal. Con un cartel impresionante que incluía a Rhapsody of Fire, Freedom Call y Secret Sphere, los fanáticos de este género épico se dieron cita para una velada cargada de energía, coros inolvidables y espectaculares actuaciones.
A media tarde, los italianos de Secret Sphere subieron al escenario para abrir el evento con una descarga de power metal puro y emotivo. Esta banda, originaria de Alessandria, comenzó su andadura en 1997 de la mano del virtuoso guitarrista Aldo Lonobile. En esta presentación, dejaron claro por qué son uno de los nombres destacados del género en Europa. Con un sonido pulido y potente, interpretaron algunos de sus temas más conocidos, como “Psycho Kid”, “Blackened Heartbeat” y “Oblivion”.
El momento culminante de su actuación llegó con “Recall of Valkyrie”, una de sus canciones más queridas, que elevó la energía de la sala y arrancó los primeros coros masivos de la noche. A lo largo de su set, la banda mostró una gran conexión con el público, agradeciendo repetidamente la calurosa bienvenida de Barcelona. Su presentación, sólida y vibrante, preparó el terreno de forma impecable para lo que vendría después.
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Con la energía al máximo, Freedom Call tomó el escenario para continuar la fiesta. La “marea platinada” alemana, formada en 1998 y liderada por el carismático Chris Bay, se presentó enfundada en un vestuario metálico brillante que captaba la atención desde el primer momento. Chris Bay, quien combina sus roles de guitarrista y vocalista, llevó la batuta como un auténtico showman. Su energía era contagiosa, y desde los primeros acordes de “A Perfect Day” quedó claro que el público estaba en sus manos.
La banda combinó su característico estilo de power metal alegre y melódico con un toque de teatralidad, amplificado por las orquestaciones en playback que acompañaron temas como “Hammer of the Gods”. Lars Rettkowitz en la guitarra y Francesco Ferraro en el bajo complementaban a Bay, mientras el baterista Ramy Ali no participó en esta etapa del tour, lo cual no impidió que Freedom Call mantuviera su impecable calidad musical.
La intensidad se elevó con “Tears of Babylon”, uno de los momentos más coreados del set. El público respondía a cada gesto de Bay, quien, entre temas, dirigía a la audiencia con preguntas como “¿Estáis listos?”, levantando olas de entusiasmo. Presentaron varios temas de su último álbum, como “Silver Romance” y “Out of Space”, que encajaron perfectamente con los clásicos “Union of the Strong” y “Power & Glory”.
Uno de los momentos más especiales llegó con “Metal is for Everyone”, donde Bay hizo una sentida dedicatoria a Barcelona, describiéndola como “una ciudad hermosa e imprescindible en la comunidad del metal”. Su despedida, con “Land of the Light” en el bis, fue un cierre perfecto para su explosiva actuación. Mientras repartían púas y agradecían en un español improvisado pero afectuoso —“¡Buenas tardes, Barcelona!”—, dejaron claro que regresarían pronto.
El plato fuerte de la noche llegó con Rhapsody of Fire, el clímax de una épica rapsodia, cabeza de cartel y una de las bandas más influyentes del power metal sinfónico. Alex Staropoli, teclista y miembro fundador, lideró la formación en una actuación que no dejó a nadie indiferente. Desde los primeros acordes de “The Dark Secret”, la atmósfera en la sala se volvió mística y teatral. El juego de luces y el uso de efectos visuales transportaron a la audiencia a un mundo épico donde cada canción parecía parte de una historia más grande.
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“Unholy Warcry” continuó la narrativa, con riffs electrizantes y una iluminación oscura que realzaba la teatralidad de su presentación. El vocalista Giacomo Voli, con una presencia magnética y voz impresionante, guiaba a la audiencia en un recorrido por temas clásicos y recientes. La intensidad se mantuvo con “I’ll Be Your Hero” y “Chain of Destiny”, canciones que desataron una reacción masiva del público, que coreaba cada palabra.
Voli destacó en todo momento por su interacción cercana con el público. Durante “The March Against the Tyrant”, invitó a los fans a corear y se acercó a las primeras filas, tomando incluso el móvil de un espectador para inmortalizar el momento, en un gesto de cercanía y agradecimiento. La banda también aprovechó para dedicar “Magic of the Wizard’s Dream” al legendario Christopher Lee y enviar un mensaje de solidaridad con las víctimas de las inundaciones en Valencia debido al fenómeno meteorológico DANA, un detalle que fue bien recibido por la audiencia.
El final de la noche se volvió aún más épico con “Dawn of Victory”, que desencadenó uno de los karaokes más intensos de la velada. Los coros y el entusiasmo del público parecían no tener fin. Los bises fueron el broche de oro, con “Reign of Terror” y “Kreel’s Magic Staff” llenando de pompa y grandiosidad el escenario. Finalmente, Voli y Staropoli decidieron cerrar la noche con dos de los temas más emblemáticos de Rhapsody, “Land of Immortals” y “Emerald Sword”, dejando claro por qué esta banda sigue siendo un pilar del género.
La velada fue una auténtica fiesta de metal, en la que el público de la Sala Salamandra disfrutó de una verdadera rapsodia de fuego y épica musical. Durante casi dos horas y media, los fans del power metal vivieron una experiencia inolvidable, en la que la pasión y el talento de las tres bandas unieron sus voces en un canto a la hermandad del metal.
La noche en la Sala Salamandra prometía ser una auténtica celebración del power metal. Con un cartel impresionante que incluía a Rhapsody of Fire, Freedom Call y Secret Sphere, los fanáticos de este género épico se dieron cita para una velada cargada de energía, coros inolvidables y espectaculares actuaciones.
A media tarde, los italianos de Secret Sphere subieron al escenario para abrir el evento con una descarga de power metal puro y emotivo. Esta banda, originaria de Alessandria, comenzó su andadura en 1997 de la mano del virtuoso guitarrista Aldo Lonobile. En esta presentación, dejaron claro por qué son uno de los nombres destacados del género en Europa. Con un sonido pulido y potente, interpretaron algunos de sus temas más conocidos, como “Psycho Kid”, “Blackened Heartbeat” y “Oblivion”.
El momento culminante de su actuación llegó con “Recall of Valkyrie”, una de sus canciones más queridas, que elevó la energía de la sala y arrancó los primeros coros masivos de la noche. A lo largo de su set, la banda mostró una gran conexión con el público, agradeciendo repetidamente la calurosa bienvenida de Barcelona. Su presentación, sólida y vibrante, preparó el terreno de forma impecable para lo que vendría después.
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Con la energía al máximo, Freedom Call tomó el escenario para continuar la fiesta. La “marea platinada” alemana, formada en 1998 y liderada por el carismático Chris Bay, se presentó enfundada en un vestuario metálico brillante que captaba la atención desde el primer momento. Chris Bay, quien combina sus roles de guitarrista y vocalista, llevó la batuta como un auténtico showman. Su energía era contagiosa, y desde los primeros acordes de “A Perfect Day” quedó claro que el público estaba en sus manos.
La banda combinó su característico estilo de power metal alegre y melódico con un toque de teatralidad, amplificado por las orquestaciones en playback que acompañaron temas como “Hammer of the Gods”. Lars Rettkowitz en la guitarra y Francesco Ferraro en el bajo complementaban a Bay, mientras el baterista Ramy Ali no participó en esta etapa del tour, lo cual no impidió que Freedom Call mantuviera su impecable calidad musical.
La intensidad se elevó con “Tears of Babylon”, uno de los momentos más coreados del set. El público respondía a cada gesto de Bay, quien, entre temas, dirigía a la audiencia con preguntas como “¿Estáis listos?”, levantando olas de entusiasmo. Presentaron varios temas de su último álbum, como “Silver Romance” y “Out of Space”, que encajaron perfectamente con los clásicos “Union of the Strong” y “Power & Glory”.
Uno de los momentos más especiales llegó con “Metal is for Everyone”, donde Bay hizo una sentida dedicatoria a Barcelona, describiéndola como “una ciudad hermosa e imprescindible en la comunidad del metal”. Su despedida, con “Land of the Light” en el bis, fue un cierre perfecto para su explosiva actuación. Mientras repartían púas y agradecían en un español improvisado pero afectuoso —“¡Buenas tardes, Barcelona!”—, dejaron claro que regresarían pronto.
El plato fuerte de la noche llegó con Rhapsody of Fire, el clímax de una épica rapsodia, cabeza de cartel y una de las bandas más influyentes del power metal sinfónico. Alex Staropoli, teclista y miembro fundador, lideró la formación en una actuación que no dejó a nadie indiferente. Desde los primeros acordes de “The Dark Secret”, la atmósfera en la sala se volvió mística y teatral. El juego de luces y el uso de efectos visuales transportaron a la audiencia a un mundo épico donde cada canción parecía parte de una historia más grande.
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“Unholy Warcry” continuó la narrativa, con riffs electrizantes y una iluminación oscura que realzaba la teatralidad de su presentación. El vocalista Giacomo Voli, con una presencia magnética y voz impresionante, guiaba a la audiencia en un recorrido por temas clásicos y recientes. La intensidad se mantuvo con “I’ll Be Your Hero” y “Chain of Destiny”, canciones que desataron una reacción masiva del público, que coreaba cada palabra.
Voli destacó en todo momento por su interacción cercana con el público. Durante “The March Against the Tyrant”, invitó a los fans a corear y se acercó a las primeras filas, tomando incluso el móvil de un espectador para inmortalizar el momento, en un gesto de cercanía y agradecimiento. La banda también aprovechó para dedicar “Magic of the Wizard’s Dream” al legendario Christopher Lee y enviar un mensaje de solidaridad con las víctimas de las inundaciones en Valencia debido al fenómeno meteorológico DANA, un detalle que fue bien recibido por la audiencia.
El final de la noche se volvió aún más épico con “Dawn of Victory”, que desencadenó uno de los karaokes más intensos de la velada. Los coros y el entusiasmo del público parecían no tener fin. Los bises fueron el broche de oro, con “Reign of Terror” y “Kreel’s Magic Staff” llenando de pompa y grandiosidad el escenario. Finalmente, Voli y Staropoli decidieron cerrar la noche con dos de los temas más emblemáticos de Rhapsody, “Land of Immortals” y “Emerald Sword”, dejando claro por qué esta banda sigue siendo un pilar del género.
La velada fue una auténtica fiesta de metal, en la que el público de la Sala Salamandra disfrutó de una verdadera rapsodia de fuego y épica musical. Durante casi dos horas y media, los fans del power metal vivieron una experiencia inolvidable, en la que la pasión y el talento de las tres bandas unieron sus voces en un canto a la hermandad del metal.