El equipo de Track to Hell se adentró nuevamente en los confines de la Razzmatazz 2, un santuario para los incondicionales del metal moderno y el pop fusionados en una amalgama sonora que hiela el alma. Era sábado 9 de Marzo, y el aire estaba impregnado de la expectativa palpable de un público ansioso. El cartel prometía una velada vibrante con tres actos: Far N’ Hate, Vukovi y el plato principal, Ankor.
Far N’ Hate emergió en el escenario, un cuarteto español que desafiaba convenciones al prescindir de un bajista. Sin embargo, su música no necesitaba un refuerzo más, ya que su último sencillo, “Beyond the Edge”, fue una cascada de riffs ardientes y ritmos frenéticos que convirtieron la sala en una hoguera sonora.
Luego, Vukovi, una banda escocesa sin bajista, asumió el escenario con una energía magnética. Impulsados por un baterista virtuoso, se sumergieron en su último álbum “NULA” del 2022, con una muestra de su nuevo sencillo “Mercy Kill”. Canciones como “CREEP HEAT” y “LASSO” arrastraron al público a un torbellino de emociones, mientras que “I EXIST” parecía una declaración de intenciones, resonando en los corazones de quienes escuchaban.
Finalmente, el esperado momento llegó con Ankor, el único acto de la noche con un bajista en el escenario. Originarios de Tarragona, su vocalista irradiaba carisma desde el primer momento. Sin equipos visibles en el escenario, una tendencia creciente en sus presentaciones, se sumergieron en su repertorio, abriendo con “Lost Soul” y guiando al público a través de un viaje emocional con “Darkbeat” y “Ghosts”. La energía no disminuyó con “From Marbles to Cocaine” y “Prisoner”, mientras que el solo de batería desató un frenesí de aclamaciones. Canciones como “VENOM” y “Hill Valley” cerraron la noche con un estallido de furia y melodía, dejando a la audiencia en un estado de éxtasis deslumbrado.
El concierto de Ankor en la sala Razzmatazz 2 fue un tour de force de pop-metal moderno, catapultando a los asistentes a un universo paralelo donde la música era la única ley que regía. Una noche donde las convenciones se desvanecieron y el público se entregó a la corriente arrolladora de sonidos que emanaban del escenario, marcando un hito en la historia musical de Barcelona.
El equipo de Track to Hell se adentró nuevamente en los confines de la Razzmatazz 2, un santuario para los incondicionales del metal moderno y el pop fusionados en una amalgama sonora que hiela el alma. Era sábado 9 de Marzo, y el aire estaba impregnado de la expectativa palpable de un público ansioso. El cartel prometía una velada vibrante con tres actos: Far N’ Hate, Vukovi y el plato principal, Ankor.
Far N’ Hate emergió en el escenario, un cuarteto español que desafiaba convenciones al prescindir de un bajista. Sin embargo, su música no necesitaba un refuerzo más, ya que su último sencillo, “Beyond the Edge”, fue una cascada de riffs ardientes y ritmos frenéticos que convirtieron la sala en una hoguera sonora.
Luego, Vukovi, una banda escocesa sin bajista, asumió el escenario con una energía magnética. Impulsados por un baterista virtuoso, se sumergieron en su último álbum “NULA” del 2022, con una muestra de su nuevo sencillo “Mercy Kill”. Canciones como “CREEP HEAT” y “LASSO” arrastraron al público a un torbellino de emociones, mientras que “I EXIST” parecía una declaración de intenciones, resonando en los corazones de quienes escuchaban.
Finalmente, el esperado momento llegó con Ankor, el único acto de la noche con un bajista en el escenario. Originarios de Tarragona, su vocalista irradiaba carisma desde el primer momento. Sin equipos visibles en el escenario, una tendencia creciente en sus presentaciones, se sumergieron en su repertorio, abriendo con “Lost Soul” y guiando al público a través de un viaje emocional con “Darkbeat” y “Ghosts”. La energía no disminuyó con “From Marbles to Cocaine” y “Prisoner”, mientras que el solo de batería desató un frenesí de aclamaciones. Canciones como “VENOM” y “Hill Valley” cerraron la noche con un estallido de furia y melodía, dejando a la audiencia en un estado de éxtasis deslumbrado.
El concierto de Ankor en la sala Razzmatazz 2 fue un tour de force de pop-metal moderno, catapultando a los asistentes a un universo paralelo donde la música era la única ley que regía. Una noche donde las convenciones se desvanecieron y el público se entregó a la corriente arrolladora de sonidos que emanaban del escenario, marcando un hito en la historia musical de Barcelona.