El pasado 30 de noviembre, La Capsa en El Prat de Llobregat fue el epicentro de la oscuridad y la intensidad sonora gracias al Dark Eargasm Fest. Con una alineación que prometía y cumplió con creces, seis bandas de géneros extremos ofrecieron una velada memorable a los amantes del metal oscuro. El ambiente fue inmejorable: una sala con acústica impecable, una iluminación que, aunque no muy utilizada, generaba una atmósfera especial y un público entregado al ritual sonoro.
Los oriundos de Sabadell, Sanctuarium, abrieron la noche con un setlist cargado de brutalidad y pesadez. Su mezcla de death y doom metal se manifestó con temas como “Recomposition of carbonized” y “Sadistic Cremation of Emaciated Offal”, donde riffs oscuros y guturales cavernosos dominaron. Ya los había visto junto a Avernal, y nuevamente demostraron que su sonido está afilado y preparado para desafiar los sentidos. Una apertura sólida que dejó claro que este festival iba en serio.
Desde Barcelona, Ikarie trajo un enfoque más introspectivo y melancólico con su doom metal característico. Temas como “Santa Sangre” y “La Criatura” sumergieron al público en un viaje denso y emocional, con voces desgarradoras y un sonido que parecía retumbar desde las entrañas de la Tierra. Ya los había visto teloneando a Celeste, me habían gustado pero esta vez no lograron llamar del todo mi atención.
Desde el País Vasco, Shallow Waters ofreció uno de los momentos más emotivos de la noche con su mezcla de post-black metal y doom melódico. Canciones como “All Colours Blur to One” y “Everlasting Shadows” mostraron su habilidad para combinar melodías conmovedoras con explosiones de energía desgarradora. Su actuación dejó una huella profunda, destacándose como una de las bandas más emotivas del festival.
Barcelona rugió con fuerza cuando TodoMal tomó el escenario. Su set, cargado de furia, fue una explosión sonora que incluyó temas como “Gods Fucking” y “Antichrist of Love”. No es de extrañar que fueran el plato fuerte para muchos, ya que la sala empezó a vaciarse notablemente tras su actuación. Los había conocido en el Be Prog My Friend, donde dejaron el listón altísimo, y esta vez no fue la excepción: una actuación demoledora que consolidó su posición como referentes de la escena.
Desde Madrid, Eternal Storm trajo un cambio de ritmo con su mezcla de post-rock y progresivo. Canciones como “An Abyss of Unreason” y “A Giant Bound to Fall” fueron interpretadas con una precisión impecable, transportando al público a un estado de introspección con sus pasajes melódicos y cambios de ritmo complejos. Una propuesta refrescante y envolvente, perfecta para contrarrestar la agresividad anterior.
Los barceloneses Bóveda del Sol cerraron la noche, aunque su tiempo en el escenario fue demasiado breve. A pesar de esto, canciones como “Event Horizon” y “Traveler Between Worlds” lograron capturar la atención del público con su enfoque espacial y progresivo. Un final sereno que, aunque algo abrupto, dejó una sensación de calma después de horas de intensidad.
El Dark Eargasm Fest fue una experiencia que destacó tanto por su calidad musical como por la atmósfera creada en La Capsa. Este lugar, desconocido para mí hasta ahora, resultó ser una joya para eventos de este tipo (y de otros), con un sonido impecable y luces de gran calidad que podrían aprovecharse aún más. Mi agradecimiento especial a la organización por su atención con Track to Hell. Espero que este festival siga adelante para los seguidores del metal más oscuro.
El pasado 30 de noviembre, La Capsa en El Prat de Llobregat fue el epicentro de la oscuridad y la intensidad sonora gracias al Dark Eargasm Fest. Con una alineación que prometía y cumplió con creces, seis bandas de géneros extremos ofrecieron una velada memorable a los amantes del metal oscuro. El ambiente fue inmejorable: una sala con acústica impecable, una iluminación que, aunque no muy utilizada, generaba una atmósfera especial y un público entregado al ritual sonoro.
Los oriundos de Sabadell, Sanctuarium, abrieron la noche con un setlist cargado de brutalidad y pesadez. Su mezcla de death y doom metal se manifestó con temas como “Recomposition of carbonized” y “Sadistic Cremation of Emaciated Offal”, donde riffs oscuros y guturales cavernosos dominaron. Ya los había visto junto a Avernal, y nuevamente demostraron que su sonido está afilado y preparado para desafiar los sentidos. Una apertura sólida que dejó claro que este festival iba en serio.
Desde Barcelona, Ikarie trajo un enfoque más introspectivo y melancólico con su doom metal característico. Temas como “Santa Sangre” y “La Criatura” sumergieron al público en un viaje denso y emocional, con voces desgarradoras y un sonido que parecía retumbar desde las entrañas de la Tierra. Ya los había visto teloneando a Celeste, me habían gustado pero esta vez no lograron llamar del todo mi atención.
Desde el País Vasco, Shallow Waters ofreció uno de los momentos más emotivos de la noche con su mezcla de post-black metal y doom melódico. Canciones como “All Colours Blur to One” y “Everlasting Shadows” mostraron su habilidad para combinar melodías conmovedoras con explosiones de energía desgarradora. Su actuación dejó una huella profunda, destacándose como una de las bandas más emotivas del festival.
Barcelona rugió con fuerza cuando TodoMal tomó el escenario. Su set, cargado de furia, fue una explosión sonora que incluyó temas como “Gods Fucking” y “Antichrist of Love”. No es de extrañar que fueran el plato fuerte para muchos, ya que la sala empezó a vaciarse notablemente tras su actuación. Los había conocido en el Be Prog My Friend, donde dejaron el listón altísimo, y esta vez no fue la excepción: una actuación demoledora que consolidó su posición como referentes de la escena.
Desde Madrid, Eternal Storm trajo un cambio de ritmo con su mezcla de post-rock y progresivo. Canciones como “An Abyss of Unreason” y “A Giant Bound to Fall” fueron interpretadas con una precisión impecable, transportando al público a un estado de introspección con sus pasajes melódicos y cambios de ritmo complejos. Una propuesta refrescante y envolvente, perfecta para contrarrestar la agresividad anterior.
Los barceloneses Bóveda del Sol cerraron la noche, aunque su tiempo en el escenario fue demasiado breve. A pesar de esto, canciones como “Event Horizon” y “Traveler Between Worlds” lograron capturar la atención del público con su enfoque espacial y progresivo. Un final sereno que, aunque algo abrupto, dejó una sensación de calma después de horas de intensidad.
El Dark Eargasm Fest fue una experiencia que destacó tanto por su calidad musical como por la atmósfera creada en La Capsa. Este lugar, desconocido para mí hasta ahora, resultó ser una joya para eventos de este tipo (y de otros), con un sonido impecable y luces de gran calidad que podrían aprovecharse aún más. Mi agradecimiento especial a la organización por su atención con Track to Hell. Espero que este festival siga adelante para los seguidores del metal más oscuro.