Redes Sociales:

Redes Sociales:

NOTICIAS / AGENDA / CRONICAS / ENTREVISTAS / RESEÑAS / ESPECIALES / CONTACTO
Dr. Feelgood en Barcelona: “El pub más grande del mundo”

Dr. Feelgood en Barcelona: “El pub más grande del mundo”

La legendaria banda inglesa de Essex, Dr. Feelgood, nos visita en una edición vespertina en el extrarradio, concretamente en la estoica Sala Estraperlo. Sin el fallecido Wilko Johnson, la banda […]

SonicBlast Fest 2024 – Día 3: “Ataúdes y camioneros”

SonicBlast Fest 2024 – Día 3: “Ataúdes y camioneros”

Texto por: Hugo Calleja El viernes no parecía que fuese a darnos tregua y llegamos para volver a ver por tercera o cuarta vez a Deathchant, una banda que se […]

Therion en Buenos Aires: “Una noche llena de mitología y metal”

Therion en Buenos Aires: “Una noche llena de mitología y metal”

Fotos: Facundo Rodriguez Unos días antes de la fecha estipulada donde Therion haría su presentación en Groove presentando su Leviathan Tour, mi cuerpo me jugó una mala pasada. Fiebre y […]

Maiden United en Barcelona: “Añejo como el buen brandy”

Maiden United en Barcelona: “Añejo como el buen brandy”

La banda tributo a la doncella de hierro nos visitaba bajo el epígrafe de 1980, año de edición del primer álbum de la banda británica, con un invitado de excepción […]

SonicBlast Fest 2024 – Día 2: “Distorsión mística”

SonicBlast Fest 2024 – Día 2: “Distorsión mística”

Texto por: Hugo Calleja Primer día oficial de festival y quizás del que más ganas tenía. Lo de High Reeper a las 15:05 fue un crimen, pero sabíamos que el […]

Bambie Thug en Barcelona: “Teatralidad, Oscuridad y Provocación”

Bambie Thug en Barcelona: “Teatralidad, Oscuridad y Provocación”

El concierto de Bambie Thug en Barcelona, celebrado en la sala Boveda, fue una noche marcada por energía, transgresión y un potente despliegue visual. La velada arrancó puntualmente a las […]

SonicBlast Fest 2024 – Día 1: “Fiesta metalera en Portugal”

SonicBlast Fest 2024 – Día 1: “Fiesta metalera en Portugal”

Texto por: Hugo Calleja Un año más, la peregrinación tomó otro rumbo desde Galicia, para acabar en la arena de las playas de Âncora. Entre niebla y mucho viento nos […]

Bambie Thug en Madrid: “Rebeldía y Color”

Bambie Thug en Madrid: “Rebeldía y Color”

Bambie Thug presentó en Madrid su último álbum, “Crown the Witch”, demostrando una evolución artística notable. Con canciones más maduras y personales, la artista irlandesa ha logrado crear un sonido […]

Bull Brigade en Madrid: “Noche de punk”

Bull Brigade en Madrid: “Noche de punk”

Crónica y fotos: Monro.vs Casi un año después de su última visita, este 13 de septiembre la banda italiana Bull Brigade regresó a la capital para ofrecer una noche cargada […]

Tesseract en Buenos Aires: “Máquinas melódicas”

Tesseract en Buenos Aires: “Máquinas melódicas”

Foto de portada: Leticia Villalba (Gentileza Metal-Argento) De ninguna manera puedo decir que sea el tipo que más sepa sobre el “djent”, esta extraña escena dentro del metal progresivo llena […]


Dogma en Buenos Aires: “Show y luego música”
thumb image

El sábado 13 de julio los italianos Wind Rose se anotaron su primer paso por tierras en el marco de su Latin American Warfront Tour 2024 con su show en el Uniclub de Buenos Aires. La banda de “dwarf metal” no es tan importante en nuestra crónica de hoy, pero es necesario mencionarlos porque durante su paso por Latinoamérica estuvieron acompañados por un particular grupo llamado Dogma.

Ser bandas de metal que cantan en inglés y usan disfraces arriba del escenario, con Wind Rose vistiéndose como personajes de RPG de nivel 63 y las monjas de Dogma pareciendo enemigas en un juego de terror donde hay que sobrevivir dentro de un monasterio poblado por fantasmas, parece ser todo lo que ambos tienen en común. Los italianos son una banda de folk/power con temática de fantasía épica, mientras que Dogma, con su combinación de heavy metal con elementos AOR, el ardid publicitario de su estética sacro / blasfema y que no se conozcan las identidades de las integrantes de la banda más allá de los sobrenombres de Lilith, Lamia, Abrahel y Nixe, hacen muy obvio decir que el norte de las influencias de la banda se encuentra dirigido hacia lo hecho por los suecos Ghost.

Claro que digo “la banda” como podría decir “los productores”, siendo que hay mucha evidencia que indica que el cuarteto tiene un equipo detrás moviendo sus hilos y que Dogma no es tanto una banda tradicional, sino que esas Lilith, Lamia, Abrahel y Nixe son papeles que se interpretan, como dentro de una obra, y que hasta cabría la posibilidad de que ninguna de las músicas que están ahora haya estado desde el principio. Esto puede sonar como una crítica negativa hacia el proyecto (esto es una página de heavy metal, por contrato tenemos que decir que valoramos la “autenticidad” y todas esas cosas) y ciertamente hará dudar a más de uno acerca de la honestidad detrás de la temática de “liberación sexual” y demás.

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR: Rhapsody of Fire en Buenos Aires: “Un paso más en la batalla”

Dicho eso, estuve escuchando su álbum debut Dogma, de 2023, y la verdad es que me gustó lo suficiente como para darle un par de vueltas más después de la primera, al punto que diría que me gustó más que casi todo lo que los mismos Ghost vienen sacando últimamente. Y la presentación de Dogma dejó una muy buena impresión en el público y/o los productores le tienen mucha fe a toda la iniciativa, porque el domingo 28 de julio en Buenos Aires tendríamos un sideshow de las monjas metaleras también en Uniclub.

Programar una fecha para fin de mes (el último domingo de julio, justamente), y con una ola de frío fuerte que podría desalentar a los que preferían esperar hasta último momento para comprar, siempre tiene sus riesgos, así que fue una sorpresa llegar a Uniclub y ver a alrededor de 70 personas y monedas en el interior a poco de abiertas las puertas a las 19:30. Con el público poco a poco nutriéndose de más gente, a las 20:00 ya había un número respetable (considerando las circunstancias) para ver a los teloneros de la noche.

La tarea de abrir el espectáculo recayó en Bloodparade, una banda a la que definí en una ocasión como un bicho raro dentro de la escena nacional gracias a su sonido heavy-electro-gótico-bailable, pero que al mismo tiempo parecen encajar en casi cualquier fecha donde termine: suficientemente raros como para destacar, pero muy pocas veces quedando fuera de lugar. La banda de Brenda Jezabel, Mariano Miranda, Rodrigo “Thav” Sánchez y Gonzalo Cejas nos mostró su mezcla tradicional de guitarras pesadas con beats electrónicos y la dinámica de voces melódicas y guturales, sumado al uso de un megáfono para distorsionar algunas de las voces.

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR: El Reloj en Buenos Aires: “A tiempo y en tiempo”

Tanto con canciones propias como “Waiting For The Horror” y covers de “Love Is A Battlefield” de Pat Benatar y “Self Control” de Laura Branigan, donde animan a la gente a participar del “oh oh oh” del estribillo y el público participa porque es una parte muy entretenida de hacer, Bloodparade dieron un espectáculo muy entretenido, incluso si a veces las limitaciones de Uniclub conspiraran un poco contra la variedad de elementos que componen su propuesta, siempre con una sonrisa y con mucha onda para animar al público a bailar. A pesar de que hace rato que no sacan material nuevo (aunque Brenda, Mariano y Gonzalo tienen también su recomendable proyecto death/crust Canhalet, así que no es que no están haciendo nada), siempre son una buena banda para ver en vivo y sacarse los prejuicios de encima.

Con una espera en el medio que se alargó más de lo que esperábamos, alcanzando los 15 minutos de demora con respecto al horario en el flyer (algo que puede sonar como sólo un detalle, a lo que tengo que mencionar que Bloodparade salieron en el horario justo), empezamos a escuchar la intro clásica con la que Dogma abren sus recitales, y con el logo de la banda y la portada de su álbum debut de fondo pudimos ver la salida al escenario del quinteto. Sí, quinteto: en vivo, Dogma suman los servicios de una segunda guitarra a cargo de Rusalka, integrante nombrada a partir de un espíritu acuático de la mitología eslava.

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR: Innerforce en Buenos Aires: “Cumple su sueño quien resiste”

Hablar de la lista de canciones es un tanto redundante, siendo que en las presentaciones de Dogma como banda principal el setlist es inamovible. Es así que pudimos escuchar todas las canciones de su debut homónimo en el orden que aparecen en el disco, algo que agrega a la sensación de la propuesta de la banda de ser una “obra”, con las canciones nuevas “Be Free” y “Banned” teniendo su lugar en el medio como para ir variando las cosas e ir adelantando un nuevo disco. “Forbidden Zone”, “Feel the Zeal” (la más AOR hasta ahora de la discografía de la banda, y mi favorita), “My First Peak” y demás, todas pasaron por Uniclub como para no dejar a algún fan insatisfecho porque no hayan tocado la que querían.

A eso se le sumó un solo de batería que fue lo suficientemente corto como para no aburrir (perdón, pero a menos que fueras Neil Peart los solos de batería en conciertos me aburren, y eso se extiende a cualquier otro instrumento), y “The Tribute”, que es como llaman a un medley de riffs icónicos del metal que incluyen en todos sus recitales, donde pasan por “Walk” de Pantera, “The Trooper” de Iron Maiden, “Master of Puppets” de Metallica, “Symphony of Destruction” (que tuvo a la gente cantando el clasicazo “Me-ga-deth / Me-ga-deth / Aguante Megadeth” al ritmo de la música), “South of Heaven” de Slayer y “Laid To Rest” de Lamb of God (que, a pesar de tener ya 20 años, debe ser de las adiciones más recientes al “canon de riffs icónicos del metal”).

Hay momentos de interacción con el público, como cuando la cantante Lilith se acerca al borde del escenario para tener a la gente cerca y hay muchas manos extendidas en pos del contacto. En cuanto a palabras hay muy poco, obviamente para mantener el aura de secretismo alrededor de la banda que se extiende a sus mismos orígenes: se sospecha que las integrantes son de varios países de Sudamérica, pero ninguna confirmación al respecto. Al final tenemos a Lilith dando un agradecimiento muy corto y en inglés a la gente, a poco de que empiece a sonar el tema de El Exorcista que marca el fin de la presentación de Dogma, mientras se retiran del escenario.

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR: Primal en Buenos Aires: “Vengan todos, acá hay un lugar”

A pesar de que el recital en sí rozó poco menos de una hora de duración, un tanto corto para una banda principal, creo que lo que concierne al espectáculo estuvo más que bien: los trajes de monjas y las luces rojas capturan muy y con muy poco esa estética de película de terror de los setentas, aunque también pueda recordar a esa película La Monja que fuera furor hace unos años. Y el sonido de Uniclub fue lo que se esperaba, aunque por momentos la batería sonaba un tanto alta y hasta casi distorsionada, tapando al resto de los instrumentos. Pero no creo que al público le importara mucho: en poco tiempo Dogma lograron juntar un grupo de fans bastante fiel y entusiasta, y esto se vio en varios momentos donde pudimos ver a la gente coreando las canciones.

Además de los que estábamos en Uniclub viéndolas in situ también hay que mencionar a los que estaban viendo el concierto en el streaming que la banda transmitía a través de Instagram, que tuvo a mucha gente comentando cada cosa que hacían las integrantes de Dogma, incluyendo la corona que una de ellas usaba durante la presentación. 

Como detalle derivado de esto, varios de los que estuvieron viendo el streaming me mencionaron que sentían que el sonido estaba un tanto “pinchado”, en el sentido de la cantidad de sonidos pregrabados que la banda utiliza durante las presentaciones: esto va más allá de los coros que acompañan muchas veces a Lilith que claramente salen de consola, sino que se metían en la posibilidad de que la banda directamente estuviera haciendo playback. 

No quiero lanzar acusaciones sin pruebas y siento que soy muy malo para detectar momentos de playback (a menos que sea algo tan obvio como Shakira en la final de la Copa América, claro está), pero sí noté que hay un contraste fuerte entre la voz de Lilith en las canciones y lo poco que se pudo de escuchar de ella dirigiéndose directamente al público. Puede ser playback como puede ser la diferencia entre cuando uno canta y cuando uno habla, así que tampoco saltemos a conclusiones así como así.

Dogma es un proyecto interesante, tanto en estética y sonido: todavía le falta limar muchas asperezas y no sé por cuánto tiempo se pueda mantener el secretismo alrededor de las integrantes, pero esa combinación de elementos de terror y música relativamente accesible es una fórmula que funciona muy bien. Lo mostrado en Uniclub fue correcto y entretenido, aunque por momentos se sienta como un tanto frío al tener que mantener toda la postura y actitud de las integrantes dentro del personaje, dando poco espacio para moverse por fuera de algo muy limitado.

Etiquetas: , , , , , ,

Dogma en Buenos Aires: “Show y luego música”
thumb image

El sábado 13 de julio los italianos Wind Rose se anotaron su primer paso por tierras en el marco de su Latin American Warfront Tour 2024 con su show en el Uniclub de Buenos Aires. La banda de “dwarf metal” no es tan importante en nuestra crónica de hoy, pero es necesario mencionarlos porque durante su paso por Latinoamérica estuvieron acompañados por un particular grupo llamado Dogma.

Ser bandas de metal que cantan en inglés y usan disfraces arriba del escenario, con Wind Rose vistiéndose como personajes de RPG de nivel 63 y las monjas de Dogma pareciendo enemigas en un juego de terror donde hay que sobrevivir dentro de un monasterio poblado por fantasmas, parece ser todo lo que ambos tienen en común. Los italianos son una banda de folk/power con temática de fantasía épica, mientras que Dogma, con su combinación de heavy metal con elementos AOR, el ardid publicitario de su estética sacro / blasfema y que no se conozcan las identidades de las integrantes de la banda más allá de los sobrenombres de Lilith, Lamia, Abrahel y Nixe, hacen muy obvio decir que el norte de las influencias de la banda se encuentra dirigido hacia lo hecho por los suecos Ghost.

Claro que digo “la banda” como podría decir “los productores”, siendo que hay mucha evidencia que indica que el cuarteto tiene un equipo detrás moviendo sus hilos y que Dogma no es tanto una banda tradicional, sino que esas Lilith, Lamia, Abrahel y Nixe son papeles que se interpretan, como dentro de una obra, y que hasta cabría la posibilidad de que ninguna de las músicas que están ahora haya estado desde el principio. Esto puede sonar como una crítica negativa hacia el proyecto (esto es una página de heavy metal, por contrato tenemos que decir que valoramos la “autenticidad” y todas esas cosas) y ciertamente hará dudar a más de uno acerca de la honestidad detrás de la temática de “liberación sexual” y demás.

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR: Rhapsody of Fire en Buenos Aires: “Un paso más en la batalla”

Dicho eso, estuve escuchando su álbum debut Dogma, de 2023, y la verdad es que me gustó lo suficiente como para darle un par de vueltas más después de la primera, al punto que diría que me gustó más que casi todo lo que los mismos Ghost vienen sacando últimamente. Y la presentación de Dogma dejó una muy buena impresión en el público y/o los productores le tienen mucha fe a toda la iniciativa, porque el domingo 28 de julio en Buenos Aires tendríamos un sideshow de las monjas metaleras también en Uniclub.

Programar una fecha para fin de mes (el último domingo de julio, justamente), y con una ola de frío fuerte que podría desalentar a los que preferían esperar hasta último momento para comprar, siempre tiene sus riesgos, así que fue una sorpresa llegar a Uniclub y ver a alrededor de 70 personas y monedas en el interior a poco de abiertas las puertas a las 19:30. Con el público poco a poco nutriéndose de más gente, a las 20:00 ya había un número respetable (considerando las circunstancias) para ver a los teloneros de la noche.

La tarea de abrir el espectáculo recayó en Bloodparade, una banda a la que definí en una ocasión como un bicho raro dentro de la escena nacional gracias a su sonido heavy-electro-gótico-bailable, pero que al mismo tiempo parecen encajar en casi cualquier fecha donde termine: suficientemente raros como para destacar, pero muy pocas veces quedando fuera de lugar. La banda de Brenda Jezabel, Mariano Miranda, Rodrigo “Thav” Sánchez y Gonzalo Cejas nos mostró su mezcla tradicional de guitarras pesadas con beats electrónicos y la dinámica de voces melódicas y guturales, sumado al uso de un megáfono para distorsionar algunas de las voces.

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR: El Reloj en Buenos Aires: “A tiempo y en tiempo”

Tanto con canciones propias como “Waiting For The Horror” y covers de “Love Is A Battlefield” de Pat Benatar y “Self Control” de Laura Branigan, donde animan a la gente a participar del “oh oh oh” del estribillo y el público participa porque es una parte muy entretenida de hacer, Bloodparade dieron un espectáculo muy entretenido, incluso si a veces las limitaciones de Uniclub conspiraran un poco contra la variedad de elementos que componen su propuesta, siempre con una sonrisa y con mucha onda para animar al público a bailar. A pesar de que hace rato que no sacan material nuevo (aunque Brenda, Mariano y Gonzalo tienen también su recomendable proyecto death/crust Canhalet, así que no es que no están haciendo nada), siempre son una buena banda para ver en vivo y sacarse los prejuicios de encima.

Con una espera en el medio que se alargó más de lo que esperábamos, alcanzando los 15 minutos de demora con respecto al horario en el flyer (algo que puede sonar como sólo un detalle, a lo que tengo que mencionar que Bloodparade salieron en el horario justo), empezamos a escuchar la intro clásica con la que Dogma abren sus recitales, y con el logo de la banda y la portada de su álbum debut de fondo pudimos ver la salida al escenario del quinteto. Sí, quinteto: en vivo, Dogma suman los servicios de una segunda guitarra a cargo de Rusalka, integrante nombrada a partir de un espíritu acuático de la mitología eslava.

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR: Innerforce en Buenos Aires: “Cumple su sueño quien resiste”

Hablar de la lista de canciones es un tanto redundante, siendo que en las presentaciones de Dogma como banda principal el setlist es inamovible. Es así que pudimos escuchar todas las canciones de su debut homónimo en el orden que aparecen en el disco, algo que agrega a la sensación de la propuesta de la banda de ser una “obra”, con las canciones nuevas “Be Free” y “Banned” teniendo su lugar en el medio como para ir variando las cosas e ir adelantando un nuevo disco. “Forbidden Zone”, “Feel the Zeal” (la más AOR hasta ahora de la discografía de la banda, y mi favorita), “My First Peak” y demás, todas pasaron por Uniclub como para no dejar a algún fan insatisfecho porque no hayan tocado la que querían.

A eso se le sumó un solo de batería que fue lo suficientemente corto como para no aburrir (perdón, pero a menos que fueras Neil Peart los solos de batería en conciertos me aburren, y eso se extiende a cualquier otro instrumento), y “The Tribute”, que es como llaman a un medley de riffs icónicos del metal que incluyen en todos sus recitales, donde pasan por “Walk” de Pantera, “The Trooper” de Iron Maiden, “Master of Puppets” de Metallica, “Symphony of Destruction” (que tuvo a la gente cantando el clasicazo “Me-ga-deth / Me-ga-deth / Aguante Megadeth” al ritmo de la música), “South of Heaven” de Slayer y “Laid To Rest” de Lamb of God (que, a pesar de tener ya 20 años, debe ser de las adiciones más recientes al “canon de riffs icónicos del metal”).

Hay momentos de interacción con el público, como cuando la cantante Lilith se acerca al borde del escenario para tener a la gente cerca y hay muchas manos extendidas en pos del contacto. En cuanto a palabras hay muy poco, obviamente para mantener el aura de secretismo alrededor de la banda que se extiende a sus mismos orígenes: se sospecha que las integrantes son de varios países de Sudamérica, pero ninguna confirmación al respecto. Al final tenemos a Lilith dando un agradecimiento muy corto y en inglés a la gente, a poco de que empiece a sonar el tema de El Exorcista que marca el fin de la presentación de Dogma, mientras se retiran del escenario.

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR: Primal en Buenos Aires: “Vengan todos, acá hay un lugar”

A pesar de que el recital en sí rozó poco menos de una hora de duración, un tanto corto para una banda principal, creo que lo que concierne al espectáculo estuvo más que bien: los trajes de monjas y las luces rojas capturan muy y con muy poco esa estética de película de terror de los setentas, aunque también pueda recordar a esa película La Monja que fuera furor hace unos años. Y el sonido de Uniclub fue lo que se esperaba, aunque por momentos la batería sonaba un tanto alta y hasta casi distorsionada, tapando al resto de los instrumentos. Pero no creo que al público le importara mucho: en poco tiempo Dogma lograron juntar un grupo de fans bastante fiel y entusiasta, y esto se vio en varios momentos donde pudimos ver a la gente coreando las canciones.

Además de los que estábamos en Uniclub viéndolas in situ también hay que mencionar a los que estaban viendo el concierto en el streaming que la banda transmitía a través de Instagram, que tuvo a mucha gente comentando cada cosa que hacían las integrantes de Dogma, incluyendo la corona que una de ellas usaba durante la presentación. 

Como detalle derivado de esto, varios de los que estuvieron viendo el streaming me mencionaron que sentían que el sonido estaba un tanto “pinchado”, en el sentido de la cantidad de sonidos pregrabados que la banda utiliza durante las presentaciones: esto va más allá de los coros que acompañan muchas veces a Lilith que claramente salen de consola, sino que se metían en la posibilidad de que la banda directamente estuviera haciendo playback. 

No quiero lanzar acusaciones sin pruebas y siento que soy muy malo para detectar momentos de playback (a menos que sea algo tan obvio como Shakira en la final de la Copa América, claro está), pero sí noté que hay un contraste fuerte entre la voz de Lilith en las canciones y lo poco que se pudo de escuchar de ella dirigiéndose directamente al público. Puede ser playback como puede ser la diferencia entre cuando uno canta y cuando uno habla, así que tampoco saltemos a conclusiones así como así.

Dogma es un proyecto interesante, tanto en estética y sonido: todavía le falta limar muchas asperezas y no sé por cuánto tiempo se pueda mantener el secretismo alrededor de las integrantes, pero esa combinación de elementos de terror y música relativamente accesible es una fórmula que funciona muy bien. Lo mostrado en Uniclub fue correcto y entretenido, aunque por momentos se sienta como un tanto frío al tener que mantener toda la postura y actitud de las integrantes dentro del personaje, dando poco espacio para moverse por fuera de algo muy limitado.

Etiquetas: , , , , , ,

thumb image
Forgotten Tomb
Nightfloating (2024)
thumb image
Simone Simons
Vermillion (2024)
thumb image
Vulvodynia
Entabeni (2024)
thumb image
Flotsam and Jetsam
I Am The Weapon (2024)

 

 



thumb image
Forgotten Tomb
Nightfloating (2024)
thumb image
Simone Simons
Vermillion (2024)
thumb image
Vulvodynia
Entabeni (2024)
thumb image
Flotsam and Jetsam
I Am The Weapon (2024)