

Tras casi dos años sin poder subirse a un escenario, los chicos de Donuts Hole daban el pistoletazo de salida a su “Fragmenta Tour”, en donde por fin iban a poder presentar su tercer disco del mismo nombre. Y lo hacían a lo grande, colgando el cartel de “No Hay Entradas” en la mítica sala Bóveda de Barcelona, lugar que vió nacer a esta potente banda de metal alternativo con toques de nu metal, djent y alguna pincelada de groove.
Para esta ocasión contaron con los (también) locales Far From Oniria como invitados especiales. Y estos no defraudaron, ofreciendo su habitual show cargado de grandes melodías y mucha caña a nivel instrumental.
Tras la intro, salieron al escenario con “Vae Victis” y “Anubis”, con mucha potencia y precisión siguieron mostrando canciones como “Lost in The Fire” y “Ozymandias”. Con un trabajo excelente de su vocalista Lázaro, cerraron su presentación con “Ephialtes”, “Pleyades” y “John Wick 2” y nos dejaron con ganas de mas.
Te puede interesar: Entrevista a Ariel Placenti (Donuts Hole): “El disco entero, además de interpretarse a fragmentos, lo acabamos, por decirlo de alguna manera, conceptualizando en una pieza única en la que el viaje es a través de diferentes percepciones de la propia naturaleza humana”
Había nervios, ansiedad, pero todo eso se desvaneció al caer el telón y que Donuts arrancasen con el binomio “Desde Las Ruinas” y “Tu Reflejo”, dos temazos que pertenecen a Fragmenta el primero y a Límites (su EP de 2018) el segundo, y uno de los favoritos por parte de los fans de la banda barcelonesa.
La banda agradecida en todo momento a un público que se comportó de diez cumpliendo con las normativas sanitarias impuestas por la sala y por el gobierno de la ciudad pero sin dejar de cantar y mostrar su calor y apoyo a la banda en todo momento.
Llegaba un bloque dedicado al último disco y que fue conformado por la trilogía “Heridas”, en donde vemos esa influencia del djent con melodías más marcadas y que en vivo suena aún más intensa, y con Lazaro de Far From Oniria como invitado, el single “Mapas”, de las más celebradas por el público y que presenta una estructura parecida a la anterior pero quizás con más sensibilidad y cuidado en las armonías y las voces al mejor estilo Northlane o Monuments, y “Espina”, un corte mucho más brutal e intenso que en vivo gana aún más puntos respecto a su versión de audio.
Tras estas tres vendría una de las más esperadas por los seguidores más “Old School” de la banda como es la imponente “Ekiriri”, una cuidada pieza que combina el djent con el nu metal más progresivo y que hizo las delicias de toda la sala, destacando la labor de Frank al bajo protagonista principal de la primera parte de la canción además de la voz de Ariel que domina muy bien los terrenos en los que se mueve, en cierto modo como pasaba con Spencer de Periphery o Lukas de Veil Of Maya.
Las revoluciones bajaron un poquito aunque no la intensidad en “Pequeño Guerrero”, uno de los cortes más novedosos del nuevo disco ya que recuerda bastante a bandas como Being As An Ocean, Counterparts o Capsize, combinando a partes iguales metal alternativo y post-hardcore medio gritón que recuerda a otras épocas y que en directo funciona a la perfección.
Para el fin de fiesta se dejaron quizás dos de las canciones más famosas de la banda hasta la fecha, la brutal y comprometida “Todxs Somos Parte”, que fue cantada por todo el público sobre todo en el estribillo ya que mucha gente conoció a estos chicos gracias a esta canción que ya es un “pequeño gran clásico” dentro de su repertorio.
Para cerrar eligieron “Mi Lado Dominante De Mí”, otro de los mejores cortes de En Cada Hogar y con el cual pusieron el broche de oro a una noche muy emotiva para todos los que estuvieron allí presentes: músicos, amigos, público e incluso prensa ya que esto significa que la rueda empieza a girar de a poquito para todos y de a poquito estamos empezando a ver la luz a final del túnel.


Tras casi dos años sin poder subirse a un escenario, los chicos de Donuts Hole daban el pistoletazo de salida a su “Fragmenta Tour”, en donde por fin iban a poder presentar su tercer disco del mismo nombre. Y lo hacían a lo grande, colgando el cartel de “No Hay Entradas” en la mítica sala Bóveda de Barcelona, lugar que vió nacer a esta potente banda de metal alternativo con toques de nu metal, djent y alguna pincelada de groove.
Para esta ocasión contaron con los (también) locales Far From Oniria como invitados especiales. Y estos no defraudaron, ofreciendo su habitual show cargado de grandes melodías y mucha caña a nivel instrumental.
Tras la intro, salieron al escenario con “Vae Victis” y “Anubis”, con mucha potencia y precisión siguieron mostrando canciones como “Lost in The Fire” y “Ozymandias”. Con un trabajo excelente de su vocalista Lázaro, cerraron su presentación con “Ephialtes”, “Pleyades” y “John Wick 2” y nos dejaron con ganas de mas.
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Había nervios, ansiedad, pero todo eso se desvaneció al caer el telón y que Donuts arrancasen con el binomio “Desde Las Ruinas” y “Tu Reflejo”, dos temazos que pertenecen a Fragmenta el primero y a Límites (su EP de 2018) el segundo, y uno de los favoritos por parte de los fans de la banda barcelonesa.
La banda agradecida en todo momento a un público que se comportó de diez cumpliendo con las normativas sanitarias impuestas por la sala y por el gobierno de la ciudad pero sin dejar de cantar y mostrar su calor y apoyo a la banda en todo momento.
Llegaba un bloque dedicado al último disco y que fue conformado por la trilogía “Heridas”, en donde vemos esa influencia del djent con melodías más marcadas y que en vivo suena aún más intensa, y con Lazaro de Far From Oniria como invitado, el single “Mapas”, de las más celebradas por el público y que presenta una estructura parecida a la anterior pero quizás con más sensibilidad y cuidado en las armonías y las voces al mejor estilo Northlane o Monuments, y “Espina”, un corte mucho más brutal e intenso que en vivo gana aún más puntos respecto a su versión de audio.
Tras estas tres vendría una de las más esperadas por los seguidores más “Old School” de la banda como es la imponente “Ekiriri”, una cuidada pieza que combina el djent con el nu metal más progresivo y que hizo las delicias de toda la sala, destacando la labor de Frank al bajo protagonista principal de la primera parte de la canción además de la voz de Ariel que domina muy bien los terrenos en los que se mueve, en cierto modo como pasaba con Spencer de Periphery o Lukas de Veil Of Maya.
Las revoluciones bajaron un poquito aunque no la intensidad en “Pequeño Guerrero”, uno de los cortes más novedosos del nuevo disco ya que recuerda bastante a bandas como Being As An Ocean, Counterparts o Capsize, combinando a partes iguales metal alternativo y post-hardcore medio gritón que recuerda a otras épocas y que en directo funciona a la perfección.
Para el fin de fiesta se dejaron quizás dos de las canciones más famosas de la banda hasta la fecha, la brutal y comprometida “Todxs Somos Parte”, que fue cantada por todo el público sobre todo en el estribillo ya que mucha gente conoció a estos chicos gracias a esta canción que ya es un “pequeño gran clásico” dentro de su repertorio.
Para cerrar eligieron “Mi Lado Dominante De Mí”, otro de los mejores cortes de En Cada Hogar y con el cual pusieron el broche de oro a una noche muy emotiva para todos los que estuvieron allí presentes: músicos, amigos, público e incluso prensa ya que esto significa que la rueda empieza a girar de a poquito para todos y de a poquito estamos empezando a ver la luz a final del túnel.