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Los hermanos Gizzi, con su banda Gun, vuelven a visitar su querida Barcelona, en esta ocasión con un excelente nuevo álbum bajo el brazo, el titulado Hombres, que estarán presentando a lo largo y ancho de la península ibérica con un total de once shows que se inician en una sala Wolf repleta de seguidores.
La banda escocesa repite por tercera ocasión consecutiva en la discoteca Wolf tras su doblete en 2022 en solitario primero, y a posteriori junto a los londinenses FM. Atrás quedan aquellas primeras actuaciones multitudinarias a las que asistí, primero acompañando a Rolling Stones en 1990 durante dos noches memorables en el Estadi Olimpic de Montjüic, o el maltrato sufrido en el Monsters of Rock de 1992 con Iron Maiden, en el que fueron erróneamente incrustados entre Pantera y Megadeth, padeciendo la ira de algunos bestias que se dedicaron a lanzarles vasos llenos de la arena de la Plaza de Toros Monumental. A partir de esas dos primeras visitas, han ido recorriendo diversas salas catalanas, como Razzmatazz, Bikini, o la antigua Salamandra, no la actual, donde creo los vi por última vez en 2009 con Toby Jepson, el vocalista de Little Angels al frente, ya que en el Rock Fest 2019 no llegue a verlos por cuestiones horarias.
El quinteto escoces liderado por Giuliano “Joolz” Gizzi, y Dante Gizzi, bajista del grupo hasta el verano del 2010, durante el cual decidió colgar la guitarra para hacerse con la voz principal tras la marcha de Toby, se han movido en esa franja rockera sin muchas estridencias, y de melodía fácil, y estribillos más o menos dulzones, pegajosos, y bien comerciales. Con un estilo manido, clásico y difícil de catalogar más allá de rock británico con tintes poperos, en el que podíamos incluir a otras formaciones con vida y carrera propia independiente de cualquier tipo de moda o etiqueta, como los galeses Manic Street Preachers, los irlandeses Therapy?, o las inglesas The Wildhearts, Terrorvision, Garbage, o los polifacéticos The Cult.
Delilah de Tom Jones sirve de apertura para dar paso a la entrada del grupo, y empezar con la novedosa y bailable “Lucky Guy”, en la que echamos en falta los coros femeninos que hay en su octavo álbum en estudio, Hombres, pero para el que contaron con un buen apoyo de palmas y voces de un público predispuesto a darlo todo. “Seems Like I’m Loosing You” no contó con esa presencia preponderante que antaño ofrecía Dante al bajo en su álbum de 1994, Swagger, aunque si el preciosista solo de Joolz luciendo camiseta del Vol. 4 de Black Sabbath. La rítmica “Here’s Where I Am” procede de Favourite Pleasures (2017), sonó placida y relajada, para dar paso a la eléctrica y sentida “Don’t Say It’s Over” donde Dante deja que los más de trescientos fans canten en solitario el estribillo final de este desgarrador himno.
Un pequeño descanso que Dante aprovecha para hacernos saber que han madrugado mucho para subirse al avión, pero que no están para nada cansados, así que atacan con la que abre su nuevo disco, y que fue single adelanto de este el pasado año, la energética “All Fire Up”. Pasamos a su tercer álbum Gallus (1992) con “Welcome to the Real World”, que según recordó Dante, el videoclip de este, contiene imágenes de la ciudad de Barcelona, igual que la portada de su cdmaxi en la que aparecen la banda con el Museu Nacional d’Art de Barcelona como fondo. Y es que su vinculación con la ciudad condal fue muy importante durante esa época, con presencia habitual en Catalunya Radio, en el programa del desaparecido Jordi Tardà, en la que creo recordar llegaron a realizar un pequeño set acústico.
Tras la repetitiva “Falling”, llegamos a su primer disco con la coreada “Money (Everybody Loves Her)” que se vio interrumpida por un problema técnico que duró unos quince minutos hasta que los de Glasgow volvieron a escena para finalizar esta entrañable composición. Otro corte nuevo es un agradable medio tiempo titulado “Boys Don’t Cry”, en la que apreciamos una notable subida de volumen que se mantendrá hasta el final del show. Ahí llega su tema más popular, la versión mejorada del “Word Up” de los funky disco afroamericanos Cameo, en la que se echó en falta algo del brillo de las guitarras que tanto lucen en su álbum de 1994 Swagger. Antes de atacar con un nuevo corte, Dante nos da una rápida lección de coreográfica de cómo seguirla, levantando los brazos en V, y las instrucciones funcionaron a la perfección para “Take Me Back Home”, que cuenta con un inicio bien parecido al “Wild Flower”, de The Cult.
Gas a fondo para tres de sus clásicos, “Better Days”, “Inside Out”, y “Steal Your Fire”con entrega total de los fans, veteranos que superamos el medio siglo en su mayoría, acompañados en algún caso por sus hijos menores de edad, y en las que los trescientos corearon al unísono y en solitario en un mano con Dante Gizzi, casi de forma idéntica estas tres emblemáticas composiciones, entre las cuales bromeo con que el show debía continuar, e hizo un juego de palabras, con algo así como, ‘til the roof of the wolf.
Tras dejar el escenario para un breve descanso de poco más de un minuto, los Gizzi vuelven para interpretar en formato acústico la que da título a su primer álbum, Taking on the World
(1989), en la que se vuelve a producir otro acto de simbiosis con la audiencia casi ecuménica, y es que como diría Dante antes de interpretarla, estar en Barcelona es como estar en casa.
¡Una más¡ que no hace falta ni anunciar porque todo el mundo sabe cuál va a ser, y que no es otra sino “Shame On You” con la sala coreándola hasta el infinito y la extenuación. Pero no sería la última como había anunciado, se guardaban un as, o más bien un comodín en la manga, con el mega hit de los Beastie Boys, “(You Gotta) FIght For Your RIght (to Party)”, incluido en su Favourite Pleasures (de luxe edition). Esperemos que en un futuro nos obsequien con alguna de las otras versiones que incluyen su discografía, en la que se pueden encontrar composiciones de Bowie, T-Rex, Sex Pistols, The Clash, o RATM.
Noventa minutos de concierto con un repaso bien ponderado a su discografía, a pesar de que siempre se echa de menos alguna que otra canción, obviando el último disco con Rankin y los discos más recientes como Frantic. Pero sobretodo hay que reclamar un mejor sonido, no sé si debido a la acústica de la sala, o al equipo técnico que acompaña al quinteto, en el que destaca su tremendo batería Paul MacManus, que ha superado un cáncer durante el pasado año, fantástico en su plaza, al igual que Andy Carr en el bajo, y el recién incorporado guitarrista Ru MacFarlane. Y qué decir de Dante en la voz solista, y Joolz, que persisten en su afán por devolver esta banda de Glasgow a la senda del éxito. De hecho, el mismísimo Steve Harris de Iron Maiden, ha hablado maravillas sobre este Hombres, como su mejor disco desde aquel segundo trabajo titulado Gallus, atrevido y descarado en lengua gaélica, esa lengua minorada, y prácticamente extinguida en Irlanda y Escocia.
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Los hermanos Gizzi, con su banda Gun, vuelven a visitar su querida Barcelona, en esta ocasión con un excelente nuevo álbum bajo el brazo, el titulado Hombres, que estarán presentando a lo largo y ancho de la península ibérica con un total de once shows que se inician en una sala Wolf repleta de seguidores.
La banda escocesa repite por tercera ocasión consecutiva en la discoteca Wolf tras su doblete en 2022 en solitario primero, y a posteriori junto a los londinenses FM. Atrás quedan aquellas primeras actuaciones multitudinarias a las que asistí, primero acompañando a Rolling Stones en 1990 durante dos noches memorables en el Estadi Olimpic de Montjüic, o el maltrato sufrido en el Monsters of Rock de 1992 con Iron Maiden, en el que fueron erróneamente incrustados entre Pantera y Megadeth, padeciendo la ira de algunos bestias que se dedicaron a lanzarles vasos llenos de la arena de la Plaza de Toros Monumental. A partir de esas dos primeras visitas, han ido recorriendo diversas salas catalanas, como Razzmatazz, Bikini, o la antigua Salamandra, no la actual, donde creo los vi por última vez en 2009 con Toby Jepson, el vocalista de Little Angels al frente, ya que en el Rock Fest 2019 no llegue a verlos por cuestiones horarias.
El quinteto escoces liderado por Giuliano “Joolz” Gizzi, y Dante Gizzi, bajista del grupo hasta el verano del 2010, durante el cual decidió colgar la guitarra para hacerse con la voz principal tras la marcha de Toby, se han movido en esa franja rockera sin muchas estridencias, y de melodía fácil, y estribillos más o menos dulzones, pegajosos, y bien comerciales. Con un estilo manido, clásico y difícil de catalogar más allá de rock británico con tintes poperos, en el que podíamos incluir a otras formaciones con vida y carrera propia independiente de cualquier tipo de moda o etiqueta, como los galeses Manic Street Preachers, los irlandeses Therapy?, o las inglesas The Wildhearts, Terrorvision, Garbage, o los polifacéticos The Cult.
Delilah de Tom Jones sirve de apertura para dar paso a la entrada del grupo, y empezar con la novedosa y bailable “Lucky Guy”, en la que echamos en falta los coros femeninos que hay en su octavo álbum en estudio, Hombres, pero para el que contaron con un buen apoyo de palmas y voces de un público predispuesto a darlo todo. “Seems Like I’m Loosing You” no contó con esa presencia preponderante que antaño ofrecía Dante al bajo en su álbum de 1994, Swagger, aunque si el preciosista solo de Joolz luciendo camiseta del Vol. 4 de Black Sabbath. La rítmica “Here’s Where I Am” procede de Favourite Pleasures (2017), sonó placida y relajada, para dar paso a la eléctrica y sentida “Don’t Say It’s Over” donde Dante deja que los más de trescientos fans canten en solitario el estribillo final de este desgarrador himno.
Un pequeño descanso que Dante aprovecha para hacernos saber que han madrugado mucho para subirse al avión, pero que no están para nada cansados, así que atacan con la que abre su nuevo disco, y que fue single adelanto de este el pasado año, la energética “All Fire Up”. Pasamos a su tercer álbum Gallus (1992) con “Welcome to the Real World”, que según recordó Dante, el videoclip de este, contiene imágenes de la ciudad de Barcelona, igual que la portada de su cdmaxi en la que aparecen la banda con el Museu Nacional d’Art de Barcelona como fondo. Y es que su vinculación con la ciudad condal fue muy importante durante esa época, con presencia habitual en Catalunya Radio, en el programa del desaparecido Jordi Tardà, en la que creo recordar llegaron a realizar un pequeño set acústico.
Tras la repetitiva “Falling”, llegamos a su primer disco con la coreada “Money (Everybody Loves Her)” que se vio interrumpida por un problema técnico que duró unos quince minutos hasta que los de Glasgow volvieron a escena para finalizar esta entrañable composición. Otro corte nuevo es un agradable medio tiempo titulado “Boys Don’t Cry”, en la que apreciamos una notable subida de volumen que se mantendrá hasta el final del show. Ahí llega su tema más popular, la versión mejorada del “Word Up” de los funky disco afroamericanos Cameo, en la que se echó en falta algo del brillo de las guitarras que tanto lucen en su álbum de 1994 Swagger. Antes de atacar con un nuevo corte, Dante nos da una rápida lección de coreográfica de cómo seguirla, levantando los brazos en V, y las instrucciones funcionaron a la perfección para “Take Me Back Home”, que cuenta con un inicio bien parecido al “Wild Flower”, de The Cult.
Gas a fondo para tres de sus clásicos, “Better Days”, “Inside Out”, y “Steal Your Fire”con entrega total de los fans, veteranos que superamos el medio siglo en su mayoría, acompañados en algún caso por sus hijos menores de edad, y en las que los trescientos corearon al unísono y en solitario en un mano con Dante Gizzi, casi de forma idéntica estas tres emblemáticas composiciones, entre las cuales bromeo con que el show debía continuar, e hizo un juego de palabras, con algo así como, ‘til the roof of the wolf.
Tras dejar el escenario para un breve descanso de poco más de un minuto, los Gizzi vuelven para interpretar en formato acústico la que da título a su primer álbum, Taking on the World
(1989), en la que se vuelve a producir otro acto de simbiosis con la audiencia casi ecuménica, y es que como diría Dante antes de interpretarla, estar en Barcelona es como estar en casa.
¡Una más¡ que no hace falta ni anunciar porque todo el mundo sabe cuál va a ser, y que no es otra sino “Shame On You” con la sala coreándola hasta el infinito y la extenuación. Pero no sería la última como había anunciado, se guardaban un as, o más bien un comodín en la manga, con el mega hit de los Beastie Boys, “(You Gotta) FIght For Your RIght (to Party)”, incluido en su Favourite Pleasures (de luxe edition). Esperemos que en un futuro nos obsequien con alguna de las otras versiones que incluyen su discografía, en la que se pueden encontrar composiciones de Bowie, T-Rex, Sex Pistols, The Clash, o RATM.
Noventa minutos de concierto con un repaso bien ponderado a su discografía, a pesar de que siempre se echa de menos alguna que otra canción, obviando el último disco con Rankin y los discos más recientes como Frantic. Pero sobretodo hay que reclamar un mejor sonido, no sé si debido a la acústica de la sala, o al equipo técnico que acompaña al quinteto, en el que destaca su tremendo batería Paul MacManus, que ha superado un cáncer durante el pasado año, fantástico en su plaza, al igual que Andy Carr en el bajo, y el recién incorporado guitarrista Ru MacFarlane. Y qué decir de Dante en la voz solista, y Joolz, que persisten en su afán por devolver esta banda de Glasgow a la senda del éxito. De hecho, el mismísimo Steve Harris de Iron Maiden, ha hablado maravillas sobre este Hombres, como su mejor disco desde aquel segundo trabajo titulado Gallus, atrevido y descarado en lengua gaélica, esa lengua minorada, y prácticamente extinguida en Irlanda y Escocia.
Etiquetas: barcelona, Gun, Sala Wolf