“Aeternum”, editado por Debemur Morti Productions, es el tercer larga duración de esta banda internacional de blackened hardcore/sludge metal formada en 2010, establecida en Copenhague y liderada por el vocalista Filip Andersen. A lo largo de los años, el cuarteto lanzó una gran cantidad de EPs y splits, incluyendo algunos con grupos del calibre de Primitive Man y This Gift Is A Curse, con los que comparten varias cualidades. Se caracterizan por sus giras muy extensas, al punto de que ya han realizado más de 800 shows desde el comienzo de su carrera, alcanzando países que otras bandas considerarían exóticos, y siempre con un enfoque Do It Yourself. Hay que señalar que realizarán una gira por Sudamérica el año que viene. El estilo de Hexis es extremadamente potente y visceral, y puede compararse -solo por dar más referencias- con la música de Ringworm, Implore, Cult Leader, All Pigs Must Die, Erdve y Au-Dessus.

“Divinitas” fue el primer single con video propio, al que le siguió “Exhaurire”, luego “Nunquam” y finalmente, “Amissus”. Ante una lista tan larga (algo cada vez menos frecuente) de títulos en latín, recorrer el hilo trazado por esta selección hecha para ir dando a conocer el álbum puede ser una buena idea, en vez de ir comentando cada canción en orden. Este trabajo tiene una duración de casi 46 minutos, con lo cual, varios tracks son bastante cortos, haciendo honor al costado más hardcore del grupo.

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El video de “Divinitas” ya expone la temática agresivamente anticristiana y nihilista de Hexis, con la estética que se refleja en el arte de tapa. La voz rabiosa, los riffs de guitarra abrumadores, el bajo contundente y una batería demoledora serán marcas distintivas y constantes. Esta canción no carece de cierto groove, hay que admitirlo. “Exhaurire” es el track más extenso del disco, y tiene un comienzo lento y apesadumbrado, hasta que se produce el esperado estallido, aunque persiste la veta más sludge, explorando otros climas con un enfoque textural. Cuenta con Marietheres Schneider como cantante invitada en un final especialmente introspectivo.

En “Nunquam” retorna la furia como una avalancha, con riffs formidables y toda la fuerza de la voz y la base rítmica. También aparece una melodía sutilmente melancólica. “Amissus” tiene otro inicio calmo, arpegiado, que precede a la tormenta y profundiza el aspecto más denso y oscuro de la banda. La creación de este disco tomó casi tres años, correspondientes al tiempo en que el grupo se vio forzosamente impedido de tocar en vivo por la pandemia. Esto se refleja en una madurez musical que dio lugar a una obra más emotiva, dinámica y heterogénea.

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Más allá de los singles, que sin duda son los puntos más altos del disco, las otras canciones le dan al conjunto una particular cohesión. “Letum” nos empuja hacia un trayecto lúgubre por paisajes decadentes que generan desesperación. “Interitus” y “Tacet” son tracks tan fugaces como impactantes, al estilo de Nails. “Accipis” sigue conjurando pesadillas, y el poderío de la batería y el bajo no dejan de sobresalir. Vale la pena hacer mención a las variaciones que Andersen utiliza en su canto y que le otorgan propiedades retóricas, sin dejar de ser furioso.

“Vulnera” ralentiza todo nuevamente, para seguir introduciendo diversidad en el siniestro viaje que nos propone Hexis. Esta canción tiene reminiscencias de Primitive Man, con quienes -como ya dijimos- editaron un split hace varios años. “Captivus” y “Memento” recuperan el gancho que ya fue asomando en otras ocasiones. La composición de las líneas de guitarra en este disco es destacable. El track homónimo al álbum es que le da un cierre instrumental, dramáticamente desolador, donde resaltan los sintetizadores con rasgos casi cinematográficos. Así podemos concluir que “Aeternum” es uno de los grandes lanzamientos en materia de música pesada de este año.