Es para agradecer que, a pesar del aislamiento internacional llevado a cabo tanto por la OTAN como por el mismo gobierno de su país, todavía puedan llegar a nuestras manos lanzamientos de metal ruso. En este caso hay que agradecer a los sellos rusos Metal Race y Satanath Records, aunque este último ahora esté localizado en Georgia, por hacernos llegar el debut de Lethal Outcome, banda oriunda de Zlatoust, no muy lejos de la frontera con Kazajistán. Lethal Outcome es en realidad la traducción oficial al inglés de su nombre en ruso Летальный Исход (Letal’nyi Iskhod), y lo mismo se da con el nombre de su álbum Excessive Mortality o Избыточная смертность (Izbytochnaia smertnost’), pero voy a usar estas versiones traducidas para hablar de ambos en pro de hacerme las cosas más fáciles al escribir.

Volviendo al tema central, Lethal Outcome es un cuarteto de reciente formación, habiendo aparecido en 2021, pero tiene entre sus filas a un par de músicos con experiencia en bandas de su ciudad natal. Su debut fue editado de manera conjunta entre Metal Race y Satanath, y al darle play uno se encuentra con “Na Tron!” (“¡Al trono!”), una corta intro de teclados que bien podría hacer pensar que vamos a escuchar un disco de black metal. Pero apenas arranca “Pokhorony boga” (“El funeral de Dios”) comprobamos que no es así.

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Lo de Lethal Outcome es el matrimonio vieja escuela entre el thrash y el death metal, tomando el énfasis en el riff del primero con las voces típicas del segundo. Estas últimas están a cargo de la cantante Uralitsa, de quien me gustaría saber de qué está hablando sin el traductor de Google de por medio pero que hace más que bien su trabajo sólo con el sonido de su voz, un grito hostil y gutural que suena como si Sabina Classen (Holy Moses) decidiera hacer death metal.

Muchas bandas que se definen como “thrash / death” no me suelen llamar la atención porque sus riffs thrasheros no me cierran y su parte death no es lo suficientemente pesada, pero ciertamente Lethal Outcome logran balancear ambos aspectos de su sonido. Los riffs de la guitarra de D. S. son bien sucios y jodidos, sin cosas muy técnicas ya sea en las líneas filosas slayerianas de “Samoistyazaniye” (“Auto-tortura”) o cuando acompaña los blastbeats de “Suitsidal’noye zhertvoprinosheniye” (“Sacrificio Suicida”), que además incluye un solo muy melódico entre la podredumbre que lo rodea.

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Mención especial para la base instrumental del baterista A. H. y el bajista A. Z., que incluso entre la distorsión de la guitarra y los gritos guturales se conforman como una parte importantísima de las canciones, haciendo mucho más que lo mínimo y necesario para sostenerlas.

A pesar de la intro de teclados antes mencionada, la introducción clásica en “K d’yavolu… (Pridi!)” (“Al infierno… ¡Ven!”) y el delicado outro acústico “Izbytochnaya smertnost’” (que da nombre al disco), Excessive Mortality es un disco que se puede describir como “crudísimo”, con la violencia que aflora a cada segundo de los instrumentos y la voz. Aunque me gusta más cuando la banda se permite alejarse un poco de los estándares más básicos del estilo, este es un disco corto (29 minutos) que agradará a los fans de este sonido.

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