Si uno se toma el tiempo de revisar la multitud de reseñas que pueblan esta web, es extremadamente fácil encontrar análisis de bandas de todo estilo que desafían y rompen los estándares de lo que se puede considerar el heavy metal, con sonidos revolucionarios nunca antes escuchados. Los ingleses Tailgunner no son una de esas bandas.

Formados en 2019, Tailgunner es un quinteto que incluye tres exmiembros de la última formación de los también ingleses Midnight Prophecy, con la adición del guitarrista neerlandés Patrick van der Völlering y el bajista Thomas Hewson. Crashdive es su lanzamiento debut, siendo un EP originalmente editado de manera independiente en junio de 2022 y que el 9 de diciembre fue reeditado por Nuclear Blast con un bonus track.

Ya desde las primeras notas de “Shadows of War”, Tailgunner parece proclamar que lo suyo es el heavy metal ultra tradicional de ropa de cuero, muñequeras, mucho doble bombo y voces que se elevan como un pájaro en el aire. Nada de cosas raras ni experimentación, sólo pilas de riffs para poguear, chocas cabezas y hacer como si los ochentas nunca hubieran terminado.

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La antes mencionada “Shadows of War” da el puntapié inicial con una marcha pesada y a medio tiempo marcada por el repiqueteo del doble bombo, pero en las cuatro canciones siguientes el ritmo es más acelerado, algo que creo que le sienta mejor a estos ingleses. “Guns for Hire” y el bonus track “White Death” son los puntos más altos de la placa, aunque ninguno desentona, teniendo siempre la voz de Craig Cairns y los riffs y solos de Van der Völlering y Zach Salvini bien al frente.

También para destacar está el sonido del EP, claro pero sin estar sobreproducido y navegando la fina línea entre lo retro y lo apolillado, del que estuvo a cargo Olof Wikstrand, el líder de los suecos Enforcer, que junto a Haunt se pueden considerar de las bandas más importantes en materia de “heavy metal tradicional moderno”, por más que eso suene como un oxímoron. También son de los grupos con los que más fácilmente se puede comparar a Tailgunner, que se nota que escucharon a cada grupo de NWOBHM habido y por haber.

Dicho todo eso, está claro como el agua que Tailgunner y Crashdive son productos dirigidos hacia los fans del heavy metal más ortodoxo y sólo para ellos. Es de la clase de propuestas que arrancan y terminan en qué tan buena sea la composición. Pero por ahora la máquina sigue aceitada en ese aspecto, así que a apostar por su primer LP, que saldrá en 2023, porque parece que es una jugada más que segura.

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