Si hay un personaje que genera fanatismo y urticaria a partes iguales en 2021/2022, ese es sin duda Machine Gun Kelly, un tipo capaz de reventar un escenario para 100 mil almas como el del Lollapalooza y a la vez generar aún más haters de los que ya tiene gracias al lanzamiento de su sexto álbum de estudio Mainstream Sellout, el segundo bajo el sello DTA Records y en donde vuelve a colaborar con el señor Travis Barker, tal y como lo hiciera en su disco anterior.

Y ustedes se preguntaran, porque este tipo genera opiniones tan diversas, pues bien, os lo resumo brevemente y pasamos a analizar su nuevo lanzamiento.

En primer lugar, los fans más antiguos de Kelly (si es que queda alguno ya después del drástico cambio de estilo desde su cuarto disco para adelante), no le perdonan que haya dejado casi en su totalidad de lado, el estilo más rapero que venía ofreciendo desde su espléndido debut Lace Up allá por 2012 y que cosechó muchos elogios entre el público afín a este estilo y la prensa del mismo.

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No conforme con esto, la comunidad del Pop Punk (si, la que admira a Real Friends, Neck Deep, WSTR o TSSF, pero detesta a MGK), no le perdona que se haya “entrometido” en su estilo viniendo de otro completamente distinto y se niega a admitir que el disco anterior a este, era un absoluto discazo dentro del estilo.

Y para concluir, su actitud no ayuda muchas veces y ya ha tenido broncas sonadas con personajes como Eminem (sonado fue su “beef” en la época del Hotel Diablo, el cual fue un fracaso comercial, pese a su calidad musical y que Kelly culpo a Slim Shady de que esto se debió a la pelea que tuvieron ellos dos… no creo que haya sido definitivo pero cualquiera sabe) y más recientemente con Corey Taylor, un sujeto que si bien musicalmente es prácticamente intocable sabemos que no es un “angelito” precisamente, aunque de nuevo fue Kelly quien comenzó a hablar de más.

Sea como fuese llegamos al viernes 25 de marzo, fecha que muchos tenían marcada en el calendario para ir a la tienda a por una copia del disco y comprobar si es para tanto la dualidad de opiniones que MGK genera.

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Tras haberlo escuchado más de 15 veces, puedo decir que ni tanto, ni tan poco, creo que se exagera por ambos bandos y os voy a contar porque, antes de que me insultéis gratuitamente como hacéis con él.

El disco ya cuenta con un “problema” inicial que es la pérdida del “factor sorpresa”, esto es que sabiendo que la dupla Kelly/Barker está detrás del lanzamiento, nos podemos hacer una idea perfecta de lo que vamos a encontrar en estas 16 nuevas composiciones.

Temas como “Born With Horns”, “Emo Girl” junto a Willow, “Drug Dealer Girl” junto a Lil Wayne, la pop punkera 5150 , la veloz “WW4” o “Die In California”, son cortes que pegan a la primera y que dudo que si te gustó su anterior disco, dejes escapar escuchando este, el problema es que los trucos ya nos los conocemos todos, entonces cumplen si, suenan bien si, pero no sorprenden en lo más mínimo y eso seguramente sea el hándicap principal del disco.

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Luego tenemos el dueto que tanto está dando que hablar y es que “Maybe” junto a Bring Me The Horizon (otro de esos grupos tan amados como detestados en la actualidad), puede sonar muy bien y lo que querais, pero es un robo descaradísimo a “Misery Business” de Paramore, incluso más que aquella estúpida acusación de plagio que se le hizo a la artista Olivia Rodrigo en su himno “Good 4 u”, aquí si que hay un robo descarado al tema de Hayley Williams y compañía.

Tampoco ayuda que el medio tiempo “Papercuts”, vuelva a rozar el robo, en este caso a Pixies, lo que puede desatar aún más la furia de sus detractores, seguramente el diga que es un homenaje a esta grandiosa banda alternativa, pero hay un límite entre el tributo y el plagio, y en este disco concretamente en estas dos piezas, Kelly navega en una peligrosa y muy fina línea entre ambos mundos.

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Resumiendo, MGK debería ir buscando más recursos de cara a su siguiente disco, porque lo expuesto aquí suena y de hecho me gusta, pero no me sorprende y con artistas como Jdxn, Avril Lavigne o ModSun revoloteando en la nueva ola del pop punk, Kelly corre el riesgo de empezar a “vivir de las rentas” en lugar de ofrecer un disco con más variedad creativa que este Mainstream Sellout.

A día de hoy el disco cumple pero no mata como si lo hiciera su predecesor, ya queda en ti darle una oportunidad más y seguir confiando en este tipo, pese a lo que puedan decir los demás, yo de momento y tras 6 discos de estudio, sigo confiando y mientras sigo escuchando uno de los regresos más esperados del 2022.