


Foto de Portada: CuervoDeth (Gentileza Metal-Argento)
Michale Graves, ex cantante de Misfits, volvió a la Argentina el 2 de noviembre para celebrar con sus fieles en una noche cargada de horror punk y sudor. En el marco del Something Wicked Tour 2025, que llevó al artista por distintas ciudades del país y por Brasil, Chile y Uruguay, Graves repasó los clásicos de su etapa en Misfits. Desde Track To Hell felicitamos y agradecemos a la producción de Noiseground por el excelente trato y la dedicación constante en cada uno de los shows que organizan.
Con un calor infernal en Buenos Aires y a pesar de que Halloween había quedado atrás, el espíritu de la Noche de Brujas seguía flotando en el aire del venue de Groove. Las calaveras estaban por todas partes: en las remeras de Misfits de 912 diseños y colores diferentes, en el corpse paint de varios asistentes y en los estampados de esqueletos que convertían el lugar en una extensión de la celebración más oscura del año.
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A las 19:15, las cortinas se abrieron y Horror Inc dio inicio a la noche con una descarga de horror punk local. Ante unas 60 personas, la banda argentina demostró que el género tiene ADN propio y no necesita comparaciones. Su propuesta es tan visual como sonora: los músicos aparecieron con caretas de hombre lobo, calavera y otros rostros siniestros, generando una atmósfera de película clase B. Aunque su sonido recuerda a Misfits, logran identidad propia gracias al dúo vocal mixto, cuya química marca cada tema.
En media hora de show, la energía no bajó. El público respondió con pogo y cánticos, especialmente durante “Splatter House”, el punto más alto del set. La participación de un exintegrante aportó un guiño de nostalgia. Horror Inc dejó claro que el horror punk argentino late con fuerza y puede conquistar cualquier escenario.
A las 20:00, las cortinas se abrieron para recibir a Cobra Sarli, un quinteto que reemplazó el punk del acto anterior por un hard rock veloz. Con riffs afilados y una actitud arrolladora, la banda tomó el escenario sin pedir permiso. Divina Turner —nombre artístico de Mariana Rubio— fue el centro absoluto de atención. Su presencia escénica dominó Groove: bailó, gritó, se tiró al piso y desbordó energía. Su voz, entre el desgarro y la melodía, sostuvo el show con actitud.
Aunque el público estuvo más contenido, los aplausos cerraron cada tema con respeto. “El llamado de la oscuridad” fue el punto culminante: un tema oscuro y filoso que resume el espíritu del grupo.
Faltando 10 minutos para las 21, llegó el turno de Gatos Sucios, una institución del punk argentino que no necesita presentación. La banda subió al escenario para reafirmar su lugar en la historia del género con una actuación directa y sin adornos.
Su propuesta fue pura visceralidad: punk crudo, callejero y sin concesiones, con letras que escupen verdades y mantienen viva la rebeldía porteña. Para entonces, el local ya estaba casi lleno y el público sabía que lo mejor estaba por venir. Aun así, Gatos Sucios se aseguró de mantener la tensión y espíritu punk.
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La espera había terminado. Tras tres bandas que habían cumplido con creces, llegaba el momento más esperado. El escenario se oscureció, la expectativa creció y Michale Graves apareció ante sus fieles. El ex cantante de una de las agrupaciones más influyentes de los años 80 y 90 regresaba a la Argentina para interpretar las canciones de American Psycho (1997) y Famous Monsters (1999), los álbumes que definieron la etapa post Glenn Danzig de Misfits.
Con su característico maquillaje de calavera, Graves no necesitó grandes gestos para dominar la escena. Su voz —melódica y oscura— se mantuvo intacta, y “Abominable Dr. Phibes” seguida de “American Psycho” desataron el pogo. Luego sonaron “Speak of The Devil”, “Walk Among Us” y “From Hell They Came”. Entre risas, bailes y besos al público femenino, la fiesta continuaba.
El primer gran clímax llegó con “Dig Up Her Bones”, el himno máximo de su era con Misfits. Su melodía perfecta y su tono romántico-macabro condensan el espíritu del horror punk: amor, muerte y deseo. “The Beginning of the End” mostró su faceta solista antes de volver a Famous Monsters con “Lost In Space”, “Shining” y “Crimson Ghost”.
El bloque continuó con “Punk Rock Is Dead”, su crítica al punk como moda, y el clásico “Where Eagles Dare” que abrió la segunda parte. “Forbidden Zone” y “Scream!” encendieron la sala, con el público coreando los “whoa-oh” como si fuera Halloween. “Saturday Night” cambió el tono: una balada cincuentera y siniestra, donde lo familiar se vuelve perturbador. La intensidad bajó momentáneamente con “When We Were Angels”, grabada junto a Marky Ramone, una canción que recuerda que la música puede salvar incluso en la oscuridad.
El tramo final del show incluyó “Don’t Open ’Til Doomsday”, “Halloween” y una versión punk de “What a Wonderful World”, inspirada en la reinterpretación que hizo Joey Ramone del clásico de Louis Armstrong.
Luego de un breve descanso, Michale Graves y su banda regresaron al escenario y el pogo volvió a estallar con “Hybrid Moments” y “Helena”, dos himnos de Misfits que reafirmaron la conexión total entre el artista y el público argentino. El cierre fue tan sorpresivo como poderoso, con una interpretación de “War Pigs” de Black Sabbath, los músicos rindieron honores a una de las bandas más grandes del planeta.
Tras los saludos finales, el público salió hacia la Avenida Santa Fe en busca de aire, esquivando la lluvia y refugiándose en las paradas del Metrobus. Cansados pero sonrientes, los fans se retiraban de Groove sabiendo que habían vivido un Halloween extendido, donde la oscuridad volvió a ser hermosa.
Etiquetas: Gatos Sucios, Horror Inc, Horror Punk metal, Michale Graves, Misfits, Noiseground



Foto de Portada: CuervoDeth (Gentileza Metal-Argento)
Michale Graves, ex cantante de Misfits, volvió a la Argentina el 2 de noviembre para celebrar con sus fieles en una noche cargada de horror punk y sudor. En el marco del Something Wicked Tour 2025, que llevó al artista por distintas ciudades del país y por Brasil, Chile y Uruguay, Graves repasó los clásicos de su etapa en Misfits. Desde Track To Hell felicitamos y agradecemos a la producción de Noiseground por el excelente trato y la dedicación constante en cada uno de los shows que organizan.
Con un calor infernal en Buenos Aires y a pesar de que Halloween había quedado atrás, el espíritu de la Noche de Brujas seguía flotando en el aire del venue de Groove. Las calaveras estaban por todas partes: en las remeras de Misfits de 912 diseños y colores diferentes, en el corpse paint de varios asistentes y en los estampados de esqueletos que convertían el lugar en una extensión de la celebración más oscura del año.
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A las 19:15, las cortinas se abrieron y Horror Inc dio inicio a la noche con una descarga de horror punk local. Ante unas 60 personas, la banda argentina demostró que el género tiene ADN propio y no necesita comparaciones. Su propuesta es tan visual como sonora: los músicos aparecieron con caretas de hombre lobo, calavera y otros rostros siniestros, generando una atmósfera de película clase B. Aunque su sonido recuerda a Misfits, logran identidad propia gracias al dúo vocal mixto, cuya química marca cada tema.
En media hora de show, la energía no bajó. El público respondió con pogo y cánticos, especialmente durante “Splatter House”, el punto más alto del set. La participación de un exintegrante aportó un guiño de nostalgia. Horror Inc dejó claro que el horror punk argentino late con fuerza y puede conquistar cualquier escenario.
A las 20:00, las cortinas se abrieron para recibir a Cobra Sarli, un quinteto que reemplazó el punk del acto anterior por un hard rock veloz. Con riffs afilados y una actitud arrolladora, la banda tomó el escenario sin pedir permiso. Divina Turner —nombre artístico de Mariana Rubio— fue el centro absoluto de atención. Su presencia escénica dominó Groove: bailó, gritó, se tiró al piso y desbordó energía. Su voz, entre el desgarro y la melodía, sostuvo el show con actitud.
Aunque el público estuvo más contenido, los aplausos cerraron cada tema con respeto. “El llamado de la oscuridad” fue el punto culminante: un tema oscuro y filoso que resume el espíritu del grupo.
Faltando 10 minutos para las 21, llegó el turno de Gatos Sucios, una institución del punk argentino que no necesita presentación. La banda subió al escenario para reafirmar su lugar en la historia del género con una actuación directa y sin adornos.
Su propuesta fue pura visceralidad: punk crudo, callejero y sin concesiones, con letras que escupen verdades y mantienen viva la rebeldía porteña. Para entonces, el local ya estaba casi lleno y el público sabía que lo mejor estaba por venir. Aun así, Gatos Sucios se aseguró de mantener la tensión y espíritu punk.
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La espera había terminado. Tras tres bandas que habían cumplido con creces, llegaba el momento más esperado. El escenario se oscureció, la expectativa creció y Michale Graves apareció ante sus fieles. El ex cantante de una de las agrupaciones más influyentes de los años 80 y 90 regresaba a la Argentina para interpretar las canciones de American Psycho (1997) y Famous Monsters (1999), los álbumes que definieron la etapa post Glenn Danzig de Misfits.
Con su característico maquillaje de calavera, Graves no necesitó grandes gestos para dominar la escena. Su voz —melódica y oscura— se mantuvo intacta, y “Abominable Dr. Phibes” seguida de “American Psycho” desataron el pogo. Luego sonaron “Speak of The Devil”, “Walk Among Us” y “From Hell They Came”. Entre risas, bailes y besos al público femenino, la fiesta continuaba.
El primer gran clímax llegó con “Dig Up Her Bones”, el himno máximo de su era con Misfits. Su melodía perfecta y su tono romántico-macabro condensan el espíritu del horror punk: amor, muerte y deseo. “The Beginning of the End” mostró su faceta solista antes de volver a Famous Monsters con “Lost In Space”, “Shining” y “Crimson Ghost”.
El bloque continuó con “Punk Rock Is Dead”, su crítica al punk como moda, y el clásico “Where Eagles Dare” que abrió la segunda parte. “Forbidden Zone” y “Scream!” encendieron la sala, con el público coreando los “whoa-oh” como si fuera Halloween. “Saturday Night” cambió el tono: una balada cincuentera y siniestra, donde lo familiar se vuelve perturbador. La intensidad bajó momentáneamente con “When We Were Angels”, grabada junto a Marky Ramone, una canción que recuerda que la música puede salvar incluso en la oscuridad.
El tramo final del show incluyó “Don’t Open ’Til Doomsday”, “Halloween” y una versión punk de “What a Wonderful World”, inspirada en la reinterpretación que hizo Joey Ramone del clásico de Louis Armstrong.
Luego de un breve descanso, Michale Graves y su banda regresaron al escenario y el pogo volvió a estallar con “Hybrid Moments” y “Helena”, dos himnos de Misfits que reafirmaron la conexión total entre el artista y el público argentino. El cierre fue tan sorpresivo como poderoso, con una interpretación de “War Pigs” de Black Sabbath, los músicos rindieron honores a una de las bandas más grandes del planeta.
Tras los saludos finales, el público salió hacia la Avenida Santa Fe en busca de aire, esquivando la lluvia y refugiándose en las paradas del Metrobus. Cansados pero sonrientes, los fans se retiraban de Groove sabiendo que habían vivido un Halloween extendido, donde la oscuridad volvió a ser hermosa.
Etiquetas: Gatos Sucios, Horror Inc, Horror Punk metal, Michale Graves, Misfits, Noiseground




