Quién diría que hace tres lustros, cuando los chicos de Motionless In White debutaron con su primer EP, estarían hoy publicando su sexto disco de estudio y consolidados como una de las bandas más importantes dentro del metal contemporáneo hecho en Estados Unidos.

Pero así es chicos y chicas, Chris Motionless y compañía han sobrevivido a todo tipo de contratiempos y modas, para este 2022 publicar Scoring The End Of The World, su sexto esfuerzo discográfico y seguir demostrando que su metal moderno con toques industriales, góticos y hasta con pinceladas de nu metal sigue teniendo más vigencia que nunca.

Para este nuevo disco, la banda presenta como novedad a Vinnie Mauro (quien reemplazó a Ángelo Parente en 2013 y desde entonces se convirtió en miembro estable y oficial de MIW) y a Justin Morrow, ambos batería y bajista respectivamente y quienes por primera vez graban un disco completo con la banda, más allá de venir girando con ellos desde hace varios años.

Si somos justos el disco, suena como una progresión musical más en su carrera y una continuación lógica de su anterior disco (Disguise de 2019), pero quizás algo más completo que este último.

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Así el disco es una montaña rusa sonora en donde todas y cada una de las influencias de la banda se pueden ver reflejadas en cada una de las trece piezas que contiene el disco y lo mejor de todo, es que siguen siendo coherentes a la hora de las composiciones y como sucede con bandas como Ice Nine Kills , I Prevail o From Ashes To New, las influencias están claras si, pero las canciones siguen estando por encima de estas influencias musicales y acaban conformando un disco muy bien armado.

Así tenemos cortes más genéricos como pueden ser la inicial “Meltdown”, con esas pinceladas industriales que tan bien les quedan, la metalcorera “Cause Of Death” que presenta unos arreglos orquestales exquisitos y que bien podrían ser de bandas como Bleeding Through o unos 18 Visions más góticos o esa “Werewolf”, en donde coquetean con el sonido industrial más ochentero y la voz de Chris suena absolutamente brillante y nos demuestra que es uno de los cantantes más versátiles de su generación y aunque son trucos que ya hemos escuchado, las canciones están muy bien ejecutadas y seguro les hacen ganar nuevos adeptos a su propuesta, del mismo modo que siguen conquistando a sus seguidores de siempre.

Pero si en estos cortes vemos una cara más “prototípica” de MIW, en “Slaughterhouse”, vemos el lado más heavy y hardcore de la banda en una incendiaria pieza que combina sonidos propios del industrial con toques hardcore y además cuenta con la inestimable colaboración de Bryan Garris de los imprescindibles Knocked Loose, dando como resultado un auténtico temazo con un estribillo escrito en letras de oro y unos breakdowns brutales que destrozarán el cuello de más de uno en el “pit”.

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Las revoluciones, en cambio, bajan cuando llegamos a “Porcelain”, con un comienzo delicado y oscuro al piano que luego ira in crescendo pero sin pasarse y dando como resultado una suerte de medio tiempo con toques góticos que parece extraído de alguna película de terror o del maestro Tim Burton, es sin duda, una de las mejores y más completas piezas del disco y hasta me atrevería decir de las mejores canciones de Motionless In White hasta la fecha.

El nu metal se hace presente en “Burned At Both Ends” y el resultado es fantástico también con ese toque que recuerda a otras épocas combinado con esa rabia que escupe Chris por el micrófono, te das cuenta del talento que tienen estos tipos y como en cierto modo se les ha infravalorado en exceso durante muchos años, hasta que por fin empiezan a tener el reconocimiento que merecen.

Quizás cortes como “Cyberhex” no aporten tanto al disco ya que más o menos usan los trucos que veníamos escuchando a lo largo del mismo, pero hay que reconocer que saben jugar muy bien los efectos sonoros y Chris lo mismo te encaja un gutural brutal que presenta un tono mucho más susurrado y resulta de lo más convincente.

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Destacamos por último el dueto junto a Caleb Shomo en “Red White & Bloom”, con una influencia clarísima de Marilyn Manson y que nos recuerda a la época de su segundo disco “Infamous”.

El disco se cierra con el corte que da título al disco y nos deja una sensación más que positiva y hasta quizás con la idea de que Motionless In White hayan podido grabar uno de los mejores discos de su carrera y que pese a todas las adversidades que han pasado, la banda ha vuelto con más fuerza que nunca y eso sólo puede ser motivo de celebración, bravo por ellos.