Los ingleses Paradise Lost son una de las grandes piezas del metal gótico, y durante más de tres décadas han sabido mantener su esencia como también reinventarse, generando esto varias obras maestras. Si bien su último trabajo Obsidian (2020), no llega ni por lejos a discazos como Gothic (1991) o Draconian Times (1995), es más que interesante ya que tiene temas feroces y devastadores con otros apasionados, haciendo de este uno de sus trabajos de enfoque más diverso. este decimosexto álbum
La velada la abriría Obsidian Kingdom con “Meat Star”, “Last of the Light” y “Mr. Pan”, quienes desde la puesta de luces con pasajes densos y progresiones agresivas nos fueron sumergiendo tema a tema en su reino de oscuridad.
Con mucha técnica y precisión los locales interpretaron “Haunts of The Underworld”, “Endless Wall” y “Fingers in Anguish”, los tres de su primer larga duración Mantiis – An Agony in Fourteen Bites (2012), con buena aceptación del público. Vale destacar que la banda lleva más de un año sin tocar en vivo y se ha notado en las primeras canciones, quienes pudimos disfrutarlos en su último show en la ciudad condal sabemos lo aplanadora que son. Para cerrar tocaron “Black Swan” y “The Pump”.
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Pasadas las nueve los británicos pisaron el escenario y arrancaron con “Enchantment”, de su amado Draconian Times. Todo un clásico de los noventa seguido de “Forsaken”, el primero de un puñado de temas que interpretaron anoche de su último trabajo Obsidian. Para no desentonar a lo habitual, los ingleses apostaron por un escenario oscuro y dominado por las sombras para desplegar toda su esencia.
Continuaron con canciones como “Blood and Chaos”, “Faith Divides Us – Death Unites Us”, para dar lugar a “Eternal” de su segundo álbum Gothic, ante un público totalmente entregado. Vale destacar que el grupo nos tiene acostumbrado a una formación bastante estable y se han tenido que sobreponer a la marcha de Waltteri Väyrynen, quien sorprendentemente fichó por Opeth tan solo dos días después. El lugar lo está ocupando en esta gira Guido Montanarini (Strigoi) de forma magistral. Nick y los suyos siguieron con “Serenity”, “The Enemy” y otro de sus mayores clásicos: “As I Die” de Shades Of God (1992).
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El resto del grupo lo completan Aaron Aedy en guitarras interactuando y animando al público todo el rato, Steve Edmondson preciso con su bajo en el medio del escenario junto al gran Nick Holmes y en su propio mundo Gregor Mackintosh también en guitarra.
El grupo continuó con “The Devil Embraced”, “The Last Time”, “No Hope In Sight” y “Say Just Words”.
Llegó el momento de los bises y aquí la apuesta que el grupo tiene con su nuevo material, primero Nick Holmes en solitario interpretando la entrada y la parte más suave de “Darker Thoughts”, para que se sumen sus compañeros el resto de la canción. Luego vendría uno de sus grandes clásicos: “Embers Fire” de Icon. Y cerraría el show con “Ghosts”. Un total de 16 temas y aproximadamente una hora y veinte minutos que dejaron más que satisfechos a los asistentes.
Los ingleses Paradise Lost son una de las grandes piezas del metal gótico, y durante más de tres décadas han sabido mantener su esencia como también reinventarse, generando esto varias obras maestras. Si bien su último trabajo Obsidian (2020), no llega ni por lejos a discazos como Gothic (1991) o Draconian Times (1995), es más que interesante ya que tiene temas feroces y devastadores con otros apasionados, haciendo de este uno de sus trabajos de enfoque más diverso. este decimosexto álbum
La velada la abriría Obsidian Kingdom con “Meat Star”, “Last of the Light” y “Mr. Pan”, quienes desde la puesta de luces con pasajes densos y progresiones agresivas nos fueron sumergiendo tema a tema en su reino de oscuridad.
Con mucha técnica y precisión los locales interpretaron “Haunts of The Underworld”, “Endless Wall” y “Fingers in Anguish”, los tres de su primer larga duración Mantiis – An Agony in Fourteen Bites (2012), con buena aceptación del público. Vale destacar que la banda lleva más de un año sin tocar en vivo y se ha notado en las primeras canciones, quienes pudimos disfrutarlos en su último show en la ciudad condal sabemos lo aplanadora que son. Para cerrar tocaron “Black Swan” y “The Pump”.
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Llegó el momento de los bises y aquí la apuesta que el grupo tiene con su nuevo material, primero Nick Holmes en solitario interpretando la entrada y la parte más suave de “Darker Thoughts”, para que se sumen sus compañeros el resto de la canción. Luego vendría uno de sus grandes clásicos: “Embers Fire” de Icon. Y cerraría el show con “Ghosts”. Un total de 16 temas y aproximadamente una hora y veinte minutos que dejaron más que satisfechos a los asistentes.