Estos años de pandemia determinaron muchos aspectos de la vida cotidiana en todos los niveles y con todos los países, donde múltiples giras exitosas tuvieron que verse interrumpidas ante la situación de contagio. Rammstein fue una de las bandas que tuvo que postergar una gira mundial, dejando en el deseo de millones de fans un escenario alucinante, que mezcla un impresionante sonido, fuego en múltiples torres e instrumentos para llevar la sensación de calor a todos los rincones de los estadios y una teatralidad pirotécnica que da una sensación explosivamente segura al estruendo de todos los temas.

Muy lejos quedó la banda que empezaba a jugar con estos elementos en el afamado Live aus Berlín de 1999 y que nos invitaba a imitar la voz de Till Lindemann por su peculiar sonido. Fue precisamente en este tiempo de pandemia, en el que tuvieron que parar la gira, en la que se dieron tiempo para crear el disco Zeit.

Este octavo disco no solo está determinado por el formato tradicional en donde se reproduce o se busca una plataforma digital para poder escucharlo. La banda decidió organizar funciones de cine, en donde, mediante visuales y videos que van en función de las canciones, los fans pudieron disfrutar del lanzamiento en un evento colectivo en el que los aplausos, los gritos y el movimiento del cuello al ritmo de las canciones, lograron una presentación en un formato diferente, pero al mismo tiempo común para todos.

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El disco inicia con “Armee Der Tristen”, con un sonido melódico de un sintetizador que va marcando el ritmo de la batería y las guitarras, tan características de Rammstein, con una fuerza y un ritmo que va de maravilla con el coro y las voces que lo acompañan.

La segunda canción es “Zeit”, canción que determina el nombre del disco y que es el primer sencillo de este material. Sonidos atmosféricos y la voz de Till nos llevan en una travesía épica de la cual no se puede escapar, la batería, las guitarras y voces de soporte, nos van conduciendo a un final angelical. El video es la mezcla de historias entrelazadas por la vida y la muerte, referencias al eterno ciclo histórico en el que el tiempo parece tan relativo como los escenarios y los cambios en los principales relatos, al grado de llegar a pensar en referencias como las de Stanley Kubrick en Odisea del Espacio.

“Schwarz” marca una canción que inicia con un piano, el ritmo de la batería y la voz que nos va acompañando con un sentido melódico no veloz, en el que los sonidos de los sintetizadores encuadran perfectamente hasta desvanecerse en el silencio.

“Giftig” de nuevo sube el ritmo con un sintetizador que marca la velocidad de la canción para presentar las guitarras y al coro de forma frenética, no sin antes dar una tregua rítmica marcada por el coro principal y un final enmarcado por la batería.

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“Zick Zack”  es una oda a la superficialidad, con un video que alude al humor para representar un sector que solo se deja llevar por lo “visualmente estético”, pero que deja en claro que las imperfecciones deben de ser parte de la vida. Los gritos iniciales, el coro pegajoso y los sonidos del sintetizador bestialmente amigables, nos llevan a una línea de bajo que prepara el coro final de la canción, guitarras que invitan a mover el cráneo y un ritmo de batería que dan un final magnífico.

“OK (Ohne Kondom)” inicia con un coro con voces solitarias, para dar paso a guitarras y batería frenética que son un ritmo sin tregua a lo largo de la canción, una escalada de coros de fondo y sintetizador finalizan la canción con un ritmo pegajoso de batería.

“Meine Tranen” baja el ritmo y nos presenta un estilo heroico, marcado por el sonido lento pero pegajoso de la batería, guitarras y coros que aluden a montañas y paisajes alemanes.

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“Angst” presenta un video visualmente impresionante, que deja claro cuál es el pensamiento sobre una parte de la realidad, que delimita a un sector que solo es manipulado y consumido por el temor infringido por medios y sistemas que parecen a prueba de todo. La canción empieza con el sonido de una tarola con un coro pegajoso y que es abrumado por las guitarras que nos invitan a mover el cráneo desenfrenadamente o a imitar el movimiento de las porristas que aparecen en el video. La escalada de coro y ritmo no da tregua y finaliza con un pequeño puente donde la velocidad disminuye para prepararnos para el grito final que presenta la repetición de los coros para finalizar la canción.

“Dicke Titten” es una canción que comienza con música tradicional alemana desvanecida, para dar paso a una canción con ritmo y cadencia constantes, que usa el humor para el tema principal.

“Lügen” da la sensación de que el ritmo ha disminuido al parecer una canción con la voz como actor principal y solo un teclado de fondo, el tenue vocoder y las guitarras nos dan una bofetada cerebral para descubrir que no es así y que solo estamos ante una escalada de sonidos de sintetizador y guitarras armónicas.

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“Adieu” es la última canción del disco presentada con un teclado y sonidos de sintetizador, tarola y guitarras abruptas que nos dan  esa sensación de dos guitarras dándole volumen a la canción. El coro es melódico y nos llevan al “Adieu, Goodbye, auf wiedersehen”, que para muchos es una forma de despedirse, y para otros puede ser una forma de pensar en los que ya no se encuentran con nosotros físicamente. Un pequeño puente de sonidos de sintetizador nos prepara para el coro final y el cierre de este maravilloso disco.

Rammstein está listo para retomar la gira pospuesta, con un disco bajo la montaña de pirotecnia y fuego, y  que seguramente logrará redondear de forma magistral todos y cada uno de los elementos que tiene disponible la banda.