Resulta increíble percatarse de que Soulfly está a punto de cumplir veinticinco años en activo. Aun parece que fue ayer cuando Max Cavalera abandonó Sepultura y diseñó, desde la nada, uno de los combos de groove metal más exitosos de la historia. Una carrera con doce álbumes e incontables giras por todo el mundo, que les han convertido en referencia dentro de un estilo que ellos mismos ayudaron a cimentar.
En medio mismo de la Aste Nagusia bilbaína estaba fijada la primera fecha peninsular del conjunto. Una fecha que a priori podría haber parecido complicada por la cantidad de eventos que se celebraban en la capital bizkaina, pero que finalmente salvaron con una entrada aceptable, la tribu capitaneada por el señor Cavalera.
Abrirían la lata con puntualidad Heleven, una potente banda de Metal industrial que se mostraron entusiastas y motivados, muy conscientes en todo momento de que abrir para Soulfly era una gran ocasión para ellos. Por momentos recordaron a los Pain más machacones, con un cantante que alternaba buenas voces guturales, con otras limpias menos conseguidas. Su amplio rango estilístico, fue lo más noticiable de su comparecencia y demostraron en su primera visita bilbaína, que son una banda con margen de mejora y amplias posibilidades de futuro.
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Seguiría la tarde con la comparecencia de Lecks Inc. Un combo venido de Francia que ya actuaron en el pasado Kabiefest y cuya puesta en escena estaba muy por encima de su propuesta musical. Desplegaron una suerte de Industrial lacerante, en el que los pregrabados gobernaban sobre lo que la banda ejecutaba y que no llegó a calar en ningún momento con la audiencia.
Después de la pausa reglamentaria, por fin subirían sobre las tablas Soulfly y aquello tomaría un cariz completamente diferente. Max Cavalera, perfectamente escudado por una banda de solidez constatada, demostraría una vez más lo que significa tener galones en un escenario. Su carisma habitual ya le granjearía el fervor del respetable nada más aparecer, pero enseguida dejó claro también como sus habilidades se han fortalecido mucho en los últimos años.
Arrancarían con “Back To The Primitive” una comparecencia sin freno, en la que los dos primeros trabajos de la banda serian los protagonistas absolutos, con trallazos como “Bleed”, “Bumba” o “Tribe” provocando los correspondientes circle pits y alboroto entre el gentío. Una fiesta que no terminaría hasta el pistoletazo final.
También tendría tiempo el jefe del clan Cavalera para recordar aquel pelotazo que fue “Prophecy” y presentar furtivamente su último redondo, a lomos de “Superstition” y “Filth Upon Filth”. No quedaría duda de esta manera, que el jefe de la tribu había llegado a Bilbao a dar a sus fieles lo que realmente habían venido a buscar. Clásicos, nostalgia noventera y una energía incendiaria.
Terminarían el set oficial y volverían haciendo que toda la sala se agachase con “Jumpdafuckup” para rematar la eficaz comparecencia con “Eye For an Eye” a modo de pistoletazo final. Un broche de oro certero para rubricar una actuación que nos devolvió a los mejores Soulfly de hace veinte años. Da la impresión de que a Max le han sentado de maravilla sus últimos tiempos recordando los orígenes de Sepultura y que por fin ha remontado el terrible estado de forma que lucía hace unos cuantos años.
Etiquetas: Bilbao, Cavalera Conspiracy, España, Madness Live, Max Cavalera, Santana27, Sepultura, Soulfly
Resulta increíble percatarse de que Soulfly está a punto de cumplir veinticinco años en activo. Aun parece que fue ayer cuando Max Cavalera abandonó Sepultura y diseñó, desde la nada, uno de los combos de groove metal más exitosos de la historia. Una carrera con doce álbumes e incontables giras por todo el mundo, que les han convertido en referencia dentro de un estilo que ellos mismos ayudaron a cimentar.
En medio mismo de la Aste Nagusia bilbaína estaba fijada la primera fecha peninsular del conjunto. Una fecha que a priori podría haber parecido complicada por la cantidad de eventos que se celebraban en la capital bizkaina, pero que finalmente salvaron con una entrada aceptable, la tribu capitaneada por el señor Cavalera.
Abrirían la lata con puntualidad Heleven, una potente banda de Metal industrial que se mostraron entusiastas y motivados, muy conscientes en todo momento de que abrir para Soulfly era una gran ocasión para ellos. Por momentos recordaron a los Pain más machacones, con un cantante que alternaba buenas voces guturales, con otras limpias menos conseguidas. Su amplio rango estilístico, fue lo más noticiable de su comparecencia y demostraron en su primera visita bilbaína, que son una banda con margen de mejora y amplias posibilidades de futuro.
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Después de la pausa reglamentaria, por fin subirían sobre las tablas Soulfly y aquello tomaría un cariz completamente diferente. Max Cavalera, perfectamente escudado por una banda de solidez constatada, demostraría una vez más lo que significa tener galones en un escenario. Su carisma habitual ya le granjearía el fervor del respetable nada más aparecer, pero enseguida dejó claro también como sus habilidades se han fortalecido mucho en los últimos años.
Arrancarían con “Back To The Primitive” una comparecencia sin freno, en la que los dos primeros trabajos de la banda serian los protagonistas absolutos, con trallazos como “Bleed”, “Bumba” o “Tribe” provocando los correspondientes circle pits y alboroto entre el gentío. Una fiesta que no terminaría hasta el pistoletazo final.
También tendría tiempo el jefe del clan Cavalera para recordar aquel pelotazo que fue “Prophecy” y presentar furtivamente su último redondo, a lomos de “Superstition” y “Filth Upon Filth”. No quedaría duda de esta manera, que el jefe de la tribu había llegado a Bilbao a dar a sus fieles lo que realmente habían venido a buscar. Clásicos, nostalgia noventera y una energía incendiaria.
Terminarían el set oficial y volverían haciendo que toda la sala se agachase con “Jumpdafuckup” para rematar la eficaz comparecencia con “Eye For an Eye” a modo de pistoletazo final. Un broche de oro certero para rubricar una actuación que nos devolvió a los mejores Soulfly de hace veinte años. Da la impresión de que a Max le han sentado de maravilla sus últimos tiempos recordando los orígenes de Sepultura y que por fin ha remontado el terrible estado de forma que lucía hace unos cuantos años.
Etiquetas: Bilbao, Cavalera Conspiracy, España, Madness Live, Max Cavalera, Santana27, Sepultura, Soulfly