Foto de portada por Carlos Carreño

El Vive Latino es un festival que no es de mucho agrado para los rockeros y metaleros de México, pero algunas veces nos da sorpresas y en esta edición del 2023 eran 2 bandas las que nos llamaban la atención, Red Hot Chili Peppers y The Black Crowes siendo está última la que hizo que algunos pocos nos fijáramos en el cartel, y es que ver a los cuervos negros por primera vez en México ameritaba nuestra asistencia.
Primero tocaba Red Hot, así que nos fuimos a husmear un poco para aprovechar el tiempo, la banda salió con una muy buena improvisación a cargo de Chad Smith, Flea y Frusciante, muy impresionante por cierto, que técnica la de Flea y Chad, nacieron para tocar juntos, no pasa mucho tiempo y sale Kiedis y sus éxitos no paran de sonar, en lo personal Suck My Kiss fue de la mejor, pero como no íbamos por ellos, a la mitad del setlist nos dirigimos al escenario alterno donde The Black Crowes por fin tras años y años de espera, darían su primer concierto ante un público reducido pero que esperaba con ansias este gran momento.
Red Hot acaba su presentación y unos pocos se van corriendo al otro escenario para ver a los hermanos Robinson hacer de las suyas, y es así cómo a las 9:44 pm salen a escena para llenar nuestros corazones de nostalgia, armonía y mucho rock and roll.
Salen al escenario todos caminando muy tranquilos, toman sus instrumentos y de inmediato suena “No Speak No Slave” de su segundo disco The Southern Harmony and Musical Companion del 92, de manera inminente las lágrimas llegan a nuestros ojos y es que esto era un sueño que creíamos imposible de ver, acto seguido “Sting Me” del mismo disco empieza a sonar, en lo personal me gustó que no se hicieran sólo temas del Shake Your Money Maker, es un disco increíble pero como era la primera vez y posiblemente la única que visitaran tierras aztecas, quería escuchar de todo un poco.
Chris Robinson con un baile muy al estilo Mick Jagger pero con más alcurnia, dice, somos la única banda de rock en este festival, y es cierto, por que fuera de Red Hot que mezcla muchos géneros, no había nada más rescatable, llega el turno para su disco debut y el tema es “Twice as Hard” y el público se enciende, la cara de alegría del bajista Sven Pipien se notaba a lo lejos, lo disfrutó como pocos, luego “Thick N´ Thin” sería la siguiente en la corta lista, recordemos que la banda sólo tenía una corta hora de tiempo en el festival lastimosamente.
Para continuar llega “Sometimes Salvation” de su segundo disco, vemos que a pesar de que no es la alineación clásica de la banda, se acoplan perfectamente en vivo, se echa de menos al gran Steve Gorman pero Brian Griffin hace un muy buen papel, de igual manera pasa con Marc Ford o Luther Dickinson pero Nico Bereciartua hace su labor en la segunda guitarra, por que el gran Isaiah Mitchell abandonó la banda en diciembre del año pasado.
“Wiser Time” es el único tema que escogen para tocar del Amorica y que no hace parte de sus 2 primeros discos, en este momento todavía no podíamos creer lo que enfrente de nosotros acontecía, ver la calidad de Rich Robinson en la guitarra líder, sus hermosas guitarras, la danza mística de Chris acompañada de su melodiosa voz, 2 corista haciendo el papel de gospel en los coros y otros acompañamientos era algo de jamás creer, así que sin pensarlo suenan los primeros acordes de “Thorn in My Pride” la magia se podía sentir en el aire, cientos de recuerdos llegaban a nuestra mente y no era para menos, esta banda la vimos crecer y crecer, así que cualquier canción que sonara, era bienvenida.
Al terminar “Thron” llega el técnico de Rich una guitarra acústica y ya todos sabíamos que seguía, era nada más y nada menos que “She Talks to Angels”, su himno más grande, así que la euforia del público no se hizo esperar, este sin duda fue la cereza del pastel, todos queríamos escuchar por primera vez esta hermosa balada, creo que hablo por todos cuando digo que deseábamos que el tiempo se detuviera en ese momento y que nunca terminara, no tengo palabras para expresar lo que se sintió, salud por ello.
Llegamos a la recta final, entendíamos que el concierto era muy corto pero el tiempo voló, así es cómo llegan 3 himnos inmortales que han sabido mantenerse a pesar del tiempo, “Hard to Handle” y “Jelous Again” de su primer disco y para cerrar la inolvidable “Remedy”, donde no hubo ni un segundo de aire para respirar, sabían que el tiempo era corto así que lo aprovecharon al máximo.
De esta manera se pone punto y no se si final para The Black Crowes en México, esperemos que no pero lo dudo mucho, faltaron muchas canciones de sus otros discos pero el tiempo fue nuestro único enemigo, se vivió a flor de piel todas y cada una de las notas, se sintió el amor por la música, se captó la esencia del rock bluseron con muchos tintes sureños, pero lo más importante, fue que se hizo un sueño realidad para unos pocos fanáticos que esperamos durante décadas este momento que quedará tatuado en nuestros corazones, sólo me queda por decir, The Black Crowes, un millón de gracias por todo su música durante todos estos años.