La banda oriunda de Buenos Aires atravesó varios cambios de formación y actualmente la integran: Sergio Chaile (guitarra), Gonzalo Aguilar (voz), Nahuel La Regina (batería) y Emmanuel Di Giacomo (bajo).
El álbum comienza con una parte instrumental amenazante y da paso a “Eleven”, que irrumpe a toda velocidad y pone en evidencia la apuesta de Victimario para este trabajo: animarse a explorar lo más oscuro del comportamiento humano (lo ya se anticipa en el arte de tapa), empezando por la pedofilia. La melodía de guitarra de “Aftermath” es memorable, y el tema es uno de los puntos más altos del disco, lidiando con formas de sadomasoquismo que juegan con la muerte.

El despliegue vocal de Gonzalo Aguilar es destacable: guturales más o menos graves según el pasaje, hasta potentes pig squeals, onomatopeyas y susurros. Lo mismo puede decirse del arsenal que exhibe la guitarra de Sergio Chaile, de gran sonido y aciertos en cuanto a la calidad compositiva. La base rítmica, sin duda alguna, está a la altura de las necesidades del conjunto: siempre sólida y potente.

“Paraphilia” es el corte de difusión y cuenta con videoclip propio. El riff del tema también es uno de los más sobresalientes del álbum y la letra sigue en la línea del track anterior. “Obsessive Deviation” es otra pista instrumental que adentra al oyente en un clima distinto, algo así como el ojo de la tormenta, que se desata con “Abhorrent Impulse of Perversion”que tiene un riff afilado y va dosificando todo el espectro técnico de la banda: baterías que se aceleran con precisión quirúrgica para colocar cortes y compases suaves con la misma exactitud malévola; voces que no se conforman con la monotonía, casi como los seres alienados descriptos en las letras y un bajo que le otorga gran peso a la música.

“Interlude”, otro interesante pasaje instrumental, precede a la ira de “My Founder”, que aborda la desgracia del abuso intrafamiliar. La imaginería apocalíptica de “Fourth Kind Mutilation” es más habitual dentro del Death Metal pero “Infinite Ones” retorna a la temática de los trastornos del comportamiento sexual, con momentos de claras reminiscencias a Cannibal Corpse. “Outraged” trata acerca de la deformidad y el resentimiento, y “Skill to Kill” se refiere al homicidio, para terminar con un último trance instrumental cual mórbida despedida.

Por supuesto, Cannibal Corpse no es la única influencia que puede mencionarse. Suffocation y Aborted son otras bandas que vienen a la mente, lo que no quita, en absoluto, que Victimario tenga un sonido propio innegable.
“Within” es un gran álbum, una apuesta arriesgada desde el punto de vista conceptual y muy potente en cuanto al aspecto musical. Es muy poco probable que algún fanático del Death Metal no vaya a disfrutarlo.