El misterioso dúo finlandés integrado por EH y EV acaba de lanzar su disco debut titulado “Voyeur”, tras editar, este mismo año, un excelente EP denominado “The Drainage Rituals”, también de manera independiente. Cuando salió ese primer trabajo, ya advertían que era “el precursor de cosas peores por venir” y cumplieron con la amenaza. Una vez más, la mezcla y masterización estuvo a cargo de Samuel Vaney de Lead & Sulfur Studio. Se trata de un proyecto que contiene elementos de metal industrial, noise, drone y ambient, con un enfoque avant-garde. Los integrantes de Vorare están involucrados en otras bandas como Fawn Limbs, Lung Knots y Sulphur Nurse. En cuanto a comparaciones posibles, es una propuesta que puede resultar atractiva para gente que escucha -además de las mencionadas bandas- desde Throbbing Gristle hasta Nine Inch Nails, pasando por Nurse With Wound, Godflesh y Aphex Twin.

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“This Body Aweigh” fue el single con un video bastante perturbador, que sigue la línea estética que el dúo viene trazando desde el EP con el que se dieron a conocer. La imaginería de cuerpos cubiertos, anónimos, en escenarios casi vacíos, sofocantes, y con acciones que sugieren intenciones fatales, capta mucho de los tiempos que nos toca vivir. Los sonidos de batería tienen un rol fundamental en la propuesta musical de Vorare, así como el fondo que proveen los sintetizadores y la voz llena de agresión. El siguiente track, homónimo al disco, va generando una atmósfera inquietante solo con ruidos tan sutiles como enigmáticos, hasta que irrumpe la percusión, que siempre tiene reminiscencias rituales y luego los gritos, entre desesperados y furiosos. “A Mountain Hewed of Light” tiene un estilo más “techno”, que se va hundiendo en una oscuridad particularmente densa. Una línea melódica espectral va flotando hasta que un ritmo casi bailable se abre paso. Resulta un tanto sorpresivo; sin embargo, la danza también puede ser ceremonial y esa es una cualidad del arte de Vorare.

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“Tarnished Nature” es una pista siniestra ya desde el comienzo, y si bien no hay momentos de silencio, hay pasajes donde una ínfima vibración mantiene la continuidad sonora. El timbre de la voz es distinto y nos coloca ante un discurso atemorizante. Aparece una estridencia perforante que se extiende en “Floodmines”. Está claro que, llegado este punto, aceptamos el desafío de dejarnos llevar a territorios ominosos, como cuando miramos películas de terror. Una nueva melodía fantasmal hace su aparición, otra vez tan minimalista como lúgubre.

“Orifice Carver” da la impresión de que el rito en el que estamos participando está acercándose a un clímax, gracias a las características de la percusión. “They Are Here” vuelve a la senda de una electrónica menos corrosiva, aunque siempre adepta a la disonancia y la voz no deja de ser violenta. “Barren” cierra al álbum aumentando el despliegue de diversidad rítmica, esta vez con tintes hipnóticos que llevan a la inmersión en una pesadilla. El cambio hacia el final del track recuerda mucho al estilo que cultiva Aphex Twin. Hay que decir que haber concretado dos excelentes lanzamientos en un año es un gran logro para un proyecto que está dando sus primeros pasos.