

Hace mucho tiempo que no iba tan temprano a un evento de metal extremo, con las puertas de la Sala Apolo de Barcelona abriendo sobre las 17:15 horas y una gran cantidad de publico para asistir al concierto de Watain, Abbath, Tribulation y Bølzer en el marco del Chariots Of Fire Tour.
Si bien sobre las 17:45hs comenzó el show de Bølzer, el que aquí escribe no pudo entrar al recinto por un mal entendido de la producción del evento, que no viene al caso pero espero que no vuelva a ocurrir. Para el horario de Tribulation pude ingresar mientras terminaba “In Remembrance”, la cual dio paso a la perfecta “Leviathans” y al hitazo “Nightbound”, una excelente muestra de calidad de los suecos, los cuales como siempre generan un atmósfera balanceada entre oscuridad, emoción y exquisitez a la hora de seleccionar sus siete canciones de la noche.
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El repertorio siguió con “Melancholia”, de su disco de 2015 The Children of the Night, para dar paso a una de sus nuevas canciones: “Hamartia”, estrenada recientemente, y cerrar la presentación con “Funeral Pyre” y “Strange Gateways Beckon”, dejando ganas de verlos como cabezas de cartel en un futuro no tan lejano.
Llegaría el momento de ver a los liderados por Olve Eikemo o, como es mas conocido, Abbath, quien salió a escena con “Winter Bane” de su álbum debut homónimo, con pocos focos de luz encendidos y una cantidad de humo exagerada, una tortura para los fotógrafos asistentes. Aunque el humo no fue lo único excesivo de la noche, ya que la formación noruega de black metal tuvo un sonido demasiado alto que continuó con “The Artifex”, de su anterior placa Outstrider (2019), seguido de “Dread Reaver” y “Hecate”: la primera también le da nombre a nuevo álbum de este año.
La gente se amontonó y comenzó un buen moshpit cuando interpretaron “Beyond the North Waves” de Immortal, para volver a su nuevo álbum con “Acid Haze” y “Dream Cull”, que bajó las revoluciones, para retomar con fuerzas con “Bridge of Spasms” de Outstrider.
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Para cerrar el show de esta nueva era, donde se lo ve recuperado o bastante mejor que hace varios años atrás, Abbath y compañía entonaron tres canciones mas de su anterior banda Immortal, que fueron “In My Kingdom Cold”, “Tyrants” y “Withstand the Fall of Time”.
Tras una espera mientras agregaban detalles de fuego en los candelabros, huesos de animales, calaveras, sangre en el escenario y hacían un chequeo rápido de sonido, llegó el momento del plato fuerte de la noche. Con humo y en penumbras saldría el líder Erik Danielsson con antorcha en mano para comenzar el ritual de magia oscura: luego de prender varias velas, entregó esa antorcha a un hombre del público, el cual sostuvo la antorcha ante la mirada de todos los asistentes a su alrededor.
Abrirían con “Ecstasies in Night Infinite”, de su última placa The Agony & Ecstasy of Watain (2022), seguida de “Black Salvation” de Casus Luciferi (2003) y “The Howling”, también de lo nuevo de los suecos.
Sonara muy trillado decir que el show ha sido demoledor, pero es que los oriundos de Uppsala, no dejaron ni un minuto de descanso, generando violencia y headbanging interminable, que junto con su sonido crudo, sucio y potente hicieron que las palabras que suelen usarse en crónicas queden diminutas. Canciones como “Reaping Death”, “Devil’s Blood” y “Serimosa” , baño de sangre incluido, serían las siguientes.
El bombardeo fue inminente con “Nuclear Alchemy” y la infaltable “Malfeitor”, para así finalizar una jornada estupenda en la cual los nórdicos incendiaron y redujeron la Sala Apolo a cenizas.
- Tribulation
- Tribulation
- Tribulation
- Abbath
- Abbath
- Abbath
- Watain
- Watain
- Watain
- Watain
- Watain
- Watain


Hace mucho tiempo que no iba tan temprano a un evento de metal extremo, con las puertas de la Sala Apolo de Barcelona abriendo sobre las 17:15 horas y una gran cantidad de publico para asistir al concierto de Watain, Abbath, Tribulation y Bølzer en el marco del Chariots Of Fire Tour.
Si bien sobre las 17:45hs comenzó el show de Bølzer, el que aquí escribe no pudo entrar al recinto por un mal entendido de la producción del evento, que no viene al caso pero espero que no vuelva a ocurrir. Para el horario de Tribulation pude ingresar mientras terminaba “In Remembrance”, la cual dio paso a la perfecta “Leviathans” y al hitazo “Nightbound”, una excelente muestra de calidad de los suecos, los cuales como siempre generan un atmósfera balanceada entre oscuridad, emoción y exquisitez a la hora de seleccionar sus siete canciones de la noche.
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El repertorio siguió con “Melancholia”, de su disco de 2015 The Children of the Night, para dar paso a una de sus nuevas canciones: “Hamartia”, estrenada recientemente, y cerrar la presentación con “Funeral Pyre” y “Strange Gateways Beckon”, dejando ganas de verlos como cabezas de cartel en un futuro no tan lejano.
Llegaría el momento de ver a los liderados por Olve Eikemo o, como es mas conocido, Abbath, quien salió a escena con “Winter Bane” de su álbum debut homónimo, con pocos focos de luz encendidos y una cantidad de humo exagerada, una tortura para los fotógrafos asistentes. Aunque el humo no fue lo único excesivo de la noche, ya que la formación noruega de black metal tuvo un sonido demasiado alto que continuó con “The Artifex”, de su anterior placa Outstrider (2019), seguido de “Dread Reaver” y “Hecate”: la primera también le da nombre a nuevo álbum de este año.
La gente se amontonó y comenzó un buen moshpit cuando interpretaron “Beyond the North Waves” de Immortal, para volver a su nuevo álbum con “Acid Haze” y “Dream Cull”, que bajó las revoluciones, para retomar con fuerzas con “Bridge of Spasms” de Outstrider.
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Para cerrar el show de esta nueva era, donde se lo ve recuperado o bastante mejor que hace varios años atrás, Abbath y compañía entonaron tres canciones mas de su anterior banda Immortal, que fueron “In My Kingdom Cold”, “Tyrants” y “Withstand the Fall of Time”.
Tras una espera mientras agregaban detalles de fuego en los candelabros, huesos de animales, calaveras, sangre en el escenario y hacían un chequeo rápido de sonido, llegó el momento del plato fuerte de la noche. Con humo y en penumbras saldría el líder Erik Danielsson con antorcha en mano para comenzar el ritual de magia oscura: luego de prender varias velas, entregó esa antorcha a un hombre del público, el cual sostuvo la antorcha ante la mirada de todos los asistentes a su alrededor.
Abrirían con “Ecstasies in Night Infinite”, de su última placa The Agony & Ecstasy of Watain (2022), seguida de “Black Salvation” de Casus Luciferi (2003) y “The Howling”, también de lo nuevo de los suecos.
Sonara muy trillado decir que el show ha sido demoledor, pero es que los oriundos de Uppsala, no dejaron ni un minuto de descanso, generando violencia y headbanging interminable, que junto con su sonido crudo, sucio y potente hicieron que las palabras que suelen usarse en crónicas queden diminutas. Canciones como “Reaping Death”, “Devil’s Blood” y “Serimosa” , baño de sangre incluido, serían las siguientes.
El bombardeo fue inminente con “Nuclear Alchemy” y la infaltable “Malfeitor”, para así finalizar una jornada estupenda en la cual los nórdicos incendiaron y redujeron la Sala Apolo a cenizas.
- Tribulation
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- Tribulation
- Abbath
- Abbath
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- Watain
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