Siendo que muchos artistas se pasan años tocando y puliendo su primer rejunte de canciones, la cantidad de bandas que no parecen poder superar su álbum debut es casi un cliché, sobre todo si hablamos del mundo del rock. Pero de vez en cuando se da al revés, y las cosas no funcionan a la primera: la inexperiencia, experimentos fallidos o cambios importantes de formación, todo puede llevar a un primer trabajo que queda sepultado y olvidado. En esta ocasión, nos vamos a enfocar en una serie de discos que parecen descolgados y extraños dentro de la discografía de sus respectivos artistas, especialmente porque el estilo que muestran en él es bastante diferente de lo que los haría conocidos.
Judas Priest – Rocka Rolla (1974)
Ya que hablamos de bandas que se pasan años puliendo canciones con presentaciones en vivo, esa era la situación en la que estaba Judas Priest en 1974. Apenas el año anterior, el grupo había perdido a su cantante original Al Atkins, quien no había podido encontrar el balance entre la banda y el tener un trabajo con el que mantener a su familia. Con la llegada de Rob Halford y del guitarrista Glenn Tipton, Judas Priest grabaron su debut Rocka Rolla en 1974, acompañados del productor Rodger Bain. Editado el 6 de septiembre a través del pequeño sello Gull Records, Rocka Rolla muestra a un Judas Priest bastante diferente, con un sonido cercano al rock más bluesero y psicodélico y por momentos a la movida progresiva, y con una imagen mucho más hippie que a la del cuero, cadenas y jean que la banda volvería icónica.
Parte de esto tuvo que ver con que las decisiones de Bain, que dejó de lado varias de las canciones que la banda venía tocando desde hacía años en sus recitales por no verles potencial comercial. El resultado fue un álbum con un sonido bastante pobre y que no vendió casi nada, dejando a Judas Priest en graves problemas económicos. La salida del baterista John Finch, que sólo grabó en este álbum, motivaría la llegada del baterista Alan Moore y la grabación de Sad Wings of Destiny, ya casi definiendo el estilo icónico de Judas Priest y poniéndolos en camino a convertirse en una de las leyendas del heavy metal.
Ministry – With Sympathy (1983)
El ejemplo anterior de Judas Priest será uno de los ejemplos más obvios de un debut “raro”, pero en términos generales no es algo tan radical: el paso de Rocka Rolla a Sad Wings of Destiny es más un ajuste de varias tuercas que un cambio completo de la máquina. Pero si quieren un ejemplo de una banda cambiando mucho entre lanzamientos, el caso de Ministry es uno de los más obvios.
Muchos años de convertirse en uno de los pilares del metal industrial, el cantante Al Jourgensen era un joven de 24 años que, luego de formar parte de algunos grupos en la escena new wave estadounidense, decidió grabar algunas canciones propias usando sintetizadores y baterías programadas. Luego de sumar más músicos a la formación y de editar su primer single “I’m Falling” a través del sello Wax Trax! Records, Jourgensen firmó contrato con Arista Records, con quienes en 1983 editó su LP debut With Sympathy.
Como se habrán dado cuenta con esa lista de etiquetas, With Sympathy es un disco que muestra a una banda completamente diferente de la que una década después conquistaría MTV y la escena pesada alternativa de los noventas. Teclados, maquillaje, falsos acentos británicos y una ausencia casi total de guitarras, este debut de Ministry veía a la banda totalmente metida en el sonido del synth pop y el new romantic, con canciones bailables de cierta oscuridad gótica. Luego de cambiar completamente el sonido e imagen de la banda, Jourgensen aprovecharía cada oportunidad para atacar lo hecho en aquel álbum debut, ofreciendo justificaciones contradictorias acerca de por qué el disco sonaba de esa manera, o que incluso ya tenía pensado el sonido icónico de Ministry pero que Arista lo había cambiado. Todo apunta a que lo mostrado en este primer álbum era la idea original de Jourgensen, pero es de esas decisiones que uno toma de joven y de las que termina arrepintiéndose años después.
Hamlet – Peligroso (1992)
Como muchas bandas que comienzan varios años antes de “su época”, era casi seguro que los madrileños Hamlet iban a pasar por algunos experimentos raros antes de encontrar su sonido. Durante la segunda mitad de los ochentas, la banda del guitarrista Luis Tárraga y el cantante J. Molly no sólo había comenzado cantando en inglés, sino también explotando un sonido completamente metido en el hard rock y el glam de la época. En 1991 editaron su EP homónimo y al año siguiente su debut Peligroso, que los mostraba cantando letras sobre alcohol y experiencias callejeras.
Aunque no hubiera sido tan descabellado que Hamlet pudieran hacerse un nombre con este sonido, siendo que el glam sobrevivió en Europa por unos años más que en EEUU. Sin embargo, hubiera sido muy complicado considerando el pésimo sonido de Peligroso, alejándolos de casi cualquier exposición en la radio.
Dos años después y con el éxito de Pantera y Rage Against The Machine, Hamlet le dieron un giro bastante drástico a su carrera, adoptando riffs mucho más grooveros, voces más agresivas, letras sobre problemáticas sociales y política y hasta elementos de rap, ya con Revolución 12.111 (1996) convirtiéndolos en uno de los pioneros del nu metal en España.
Staind – Tormented (1996)
Staind es una banda que tiene sus fans, como se puede deducir por lo que el compañero Lucas Capeluto escribió sobre su álbum Break The Cycle, que recientemente cumplió 20 años. Yo no soy uno de esos: diría que es una banda que me aburre profundamente, y cuanto menos hable sobre el cantante Aaron Lewis mejor. Pero fue muy interesante encontrarme con este primer intento por parte de la banda estadounidense.
Aunque ya desde el comienzo Staind tomaban gran influencia de la primera ola del nu metal (hasta que en Break The Cycle entraran de lleno en el post grunge), Tormented es un disco mucho más oscuro. Siendo que fue editado por la misma banda sin el apoyo de alguna discográfica, el sonido es muy crudo, sin la claridad de trabajos posteriores. Sumado a que Lewis utiliza un sonido mucho más gritado y que el álbum, de más de 70 minutos, es un trabajo conceptual acerca de un hombre y sus tendencias suicidas, dan lugar al que podría considerarse el trabajo más complicado de toda su discografía. Considerando que mucha gente conoció a Staind cuando habían adoptado sus canciones más melódicas y con Lewis cantando con un estilo mucho más limpio, habrá sido un shock encontrarse con este álbum debut años después.
Aunque no vendió muchas copias, debido sobre todo a la falta de una gran distribución, la gira de la banda los llevó a ser descubiertos por Fred Durst (Limp Bizkit). Como curiosidad, la canción “Mudshuvel” sería regrabada y renombrada “Mudshovel” en su segundo álbum Dysfunction. Este sería uno de los primeros grandes éxitos de Staind, con un video que tuvo gran rotación en MTV.
Underoath – Act of Depression (1999)
Formados en 1997 cuando los músicos eran apenas adolescentes (el baterista y cantante Aaron Gillespie tenía 14 años), en 1999 Underoath editaron su debut Act of Depression a través del sello independiente Takehold Records. Aunque había algo del sonido metalcore que después se haría característico, tanto Act of Depression como el siguiente Cries of the Past tenían a la banda oriunda de Florida tocando un estilo muy influenciado por el black y el death metal, con una producción muy cruda y distorsionada. A diferencia de muchos otros grupos en esta lista, estos dos primeros álbumes de Underoath no suenan tan derivativos de modas de la época, porque al día de hoy es muy complicado encontrar una banda de “black / death / hardcore cristiano”, e imagínense por esa época.
Ya con The Changing of Times y culminando con They’re Only Chasing Safety, Underoath incorporarían influencias del post hardcore y el emo, con Gillespie encargándose de las voces melódicas que se volverían clave en su sonido. Además, el grupo sería una de las razones por la que las bandas cristianas terminarían dominando la escena metalcore en el mainstream durante la década del 2000, ayudando al éxito del sello Tooth & Nail Records.
Etiquetas: Hamlet, judas priest, Ministry, Staind, UnderoathSiendo que muchos artistas se pasan años tocando y puliendo su primer rejunte de canciones, la cantidad de bandas que no parecen poder superar su álbum debut es casi un cliché, sobre todo si hablamos del mundo del rock. Pero de vez en cuando se da al revés, y las cosas no funcionan a la primera: la inexperiencia, experimentos fallidos o cambios importantes de formación, todo puede llevar a un primer trabajo que queda sepultado y olvidado. En esta ocasión, nos vamos a enfocar en una serie de discos que parecen descolgados y extraños dentro de la discografía de sus respectivos artistas, especialmente porque el estilo que muestran en él es bastante diferente de lo que los haría conocidos.
Judas Priest – Rocka Rolla (1974)
Ya que hablamos de bandas que se pasan años puliendo canciones con presentaciones en vivo, esa era la situación en la que estaba Judas Priest en 1974. Apenas el año anterior, el grupo había perdido a su cantante original Al Atkins, quien no había podido encontrar el balance entre la banda y el tener un trabajo con el que mantener a su familia. Con la llegada de Rob Halford y del guitarrista Glenn Tipton, Judas Priest grabaron su debut Rocka Rolla en 1974, acompañados del productor Rodger Bain. Editado el 6 de septiembre a través del pequeño sello Gull Records, Rocka Rolla muestra a un Judas Priest bastante diferente, con un sonido cercano al rock más bluesero y psicodélico y por momentos a la movida progresiva, y con una imagen mucho más hippie que a la del cuero, cadenas y jean que la banda volvería icónica.
Parte de esto tuvo que ver con que las decisiones de Bain, que dejó de lado varias de las canciones que la banda venía tocando desde hacía años en sus recitales por no verles potencial comercial. El resultado fue un álbum con un sonido bastante pobre y que no vendió casi nada, dejando a Judas Priest en graves problemas económicos. La salida del baterista John Finch, que sólo grabó en este álbum, motivaría la llegada del baterista Alan Moore y la grabación de Sad Wings of Destiny, ya casi definiendo el estilo icónico de Judas Priest y poniéndolos en camino a convertirse en una de las leyendas del heavy metal.
Ministry – With Sympathy (1983)
El ejemplo anterior de Judas Priest será uno de los ejemplos más obvios de un debut “raro”, pero en términos generales no es algo tan radical: el paso de Rocka Rolla a Sad Wings of Destiny es más un ajuste de varias tuercas que un cambio completo de la máquina. Pero si quieren un ejemplo de una banda cambiando mucho entre lanzamientos, el caso de Ministry es uno de los más obvios.
Muchos años de convertirse en uno de los pilares del metal industrial, el cantante Al Jourgensen era un joven de 24 años que, luego de formar parte de algunos grupos en la escena new wave estadounidense, decidió grabar algunas canciones propias usando sintetizadores y baterías programadas. Luego de sumar más músicos a la formación y de editar su primer single “I’m Falling” a través del sello Wax Trax! Records, Jourgensen firmó contrato con Arista Records, con quienes en 1983 editó su LP debut With Sympathy.
Como se habrán dado cuenta con esa lista de etiquetas, With Sympathy es un disco que muestra a una banda completamente diferente de la que una década después conquistaría MTV y la escena pesada alternativa de los noventas. Teclados, maquillaje, falsos acentos británicos y una ausencia casi total de guitarras, este debut de Ministry veía a la banda totalmente metida en el sonido del synth pop y el new romantic, con canciones bailables de cierta oscuridad gótica. Luego de cambiar completamente el sonido e imagen de la banda, Jourgensen aprovecharía cada oportunidad para atacar lo hecho en aquel álbum debut, ofreciendo justificaciones contradictorias acerca de por qué el disco sonaba de esa manera, o que incluso ya tenía pensado el sonido icónico de Ministry pero que Arista lo había cambiado. Todo apunta a que lo mostrado en este primer álbum era la idea original de Jourgensen, pero es de esas decisiones que uno toma de joven y de las que termina arrepintiéndose años después.
Hamlet – Peligroso (1992)
Como muchas bandas que comienzan varios años antes de “su época”, era casi seguro que los madrileños Hamlet iban a pasar por algunos experimentos raros antes de encontrar su sonido. Durante la segunda mitad de los ochentas, la banda del guitarrista Luis Tárraga y el cantante J. Molly no sólo había comenzado cantando en inglés, sino también explotando un sonido completamente metido en el hard rock y el glam de la época. En 1991 editaron su EP homónimo y al año siguiente su debut Peligroso, que los mostraba cantando letras sobre alcohol y experiencias callejeras.
Aunque no hubiera sido tan descabellado que Hamlet pudieran hacerse un nombre con este sonido, siendo que el glam sobrevivió en Europa por unos años más que en EEUU. Sin embargo, hubiera sido muy complicado considerando el pésimo sonido de Peligroso, alejándolos de casi cualquier exposición en la radio.
Dos años después y con el éxito de Pantera y Rage Against The Machine, Hamlet le dieron un giro bastante drástico a su carrera, adoptando riffs mucho más grooveros, voces más agresivas, letras sobre problemáticas sociales y política y hasta elementos de rap, ya con Revolución 12.111 (1996) convirtiéndolos en uno de los pioneros del nu metal en España.
Staind – Tormented (1996)
Staind es una banda que tiene sus fans, como se puede deducir por lo que el compañero Lucas Capeluto escribió sobre su álbum Break The Cycle, que recientemente cumplió 20 años. Yo no soy uno de esos: diría que es una banda que me aburre profundamente, y cuanto menos hable sobre el cantante Aaron Lewis mejor. Pero fue muy interesante encontrarme con este primer intento por parte de la banda estadounidense.
Aunque ya desde el comienzo Staind tomaban gran influencia de la primera ola del nu metal (hasta que en Break The Cycle entraran de lleno en el post grunge), Tormented es un disco mucho más oscuro. Siendo que fue editado por la misma banda sin el apoyo de alguna discográfica, el sonido es muy crudo, sin la claridad de trabajos posteriores. Sumado a que Lewis utiliza un sonido mucho más gritado y que el álbum, de más de 70 minutos, es un trabajo conceptual acerca de un hombre y sus tendencias suicidas, dan lugar al que podría considerarse el trabajo más complicado de toda su discografía. Considerando que mucha gente conoció a Staind cuando habían adoptado sus canciones más melódicas y con Lewis cantando con un estilo mucho más limpio, habrá sido un shock encontrarse con este álbum debut años después.
Aunque no vendió muchas copias, debido sobre todo a la falta de una gran distribución, la gira de la banda los llevó a ser descubiertos por Fred Durst (Limp Bizkit). Como curiosidad, la canción “Mudshuvel” sería regrabada y renombrada “Mudshovel” en su segundo álbum Dysfunction. Este sería uno de los primeros grandes éxitos de Staind, con un video que tuvo gran rotación en MTV.
Underoath – Act of Depression (1999)
Formados en 1997 cuando los músicos eran apenas adolescentes (el baterista y cantante Aaron Gillespie tenía 14 años), en 1999 Underoath editaron su debut Act of Depression a través del sello independiente Takehold Records. Aunque había algo del sonido metalcore que después se haría característico, tanto Act of Depression como el siguiente Cries of the Past tenían a la banda oriunda de Florida tocando un estilo muy influenciado por el black y el death metal, con una producción muy cruda y distorsionada. A diferencia de muchos otros grupos en esta lista, estos dos primeros álbumes de Underoath no suenan tan derivativos de modas de la época, porque al día de hoy es muy complicado encontrar una banda de “black / death / hardcore cristiano”, e imagínense por esa época.
Ya con The Changing of Times y culminando con They’re Only Chasing Safety, Underoath incorporarían influencias del post hardcore y el emo, con Gillespie encargándose de las voces melódicas que se volverían clave en su sonido. Además, el grupo sería una de las razones por la que las bandas cristianas terminarían dominando la escena metalcore en el mainstream durante la década del 2000, ayudando al éxito del sello Tooth & Nail Records.
Etiquetas: Hamlet, judas priest, Ministry, Staind, Underoath