


Es increíble pensar en el paso del tiempo, y ver como nuestra percepción de este, a veces suele ser totalmente opuesta. Muchas veces cuando uno está en el trabajo, siente que las horas no pasan, y que las agujas del reloj no avanzan más. Lo mismo sucede en otros ámbitos como el colegio, un hospital o hasta en una fiesta. Pero también sucede que con el correr de los días, las semanas, e incluso los meses, ciertos acontecimientos que parece que sucedieron recientemente, van acumulando sus años. Y van quedando lejanos en el tiempo. Eso mismo sucede con la muerte de nuestro querido Edward Lodewijk Van Halen, mejor conocido como Eddie Van Halen.
Para algunos seguirá siendo un golpe al alma, pero lo cierto es que ya pasaron 5 años desde la trágica noticia de su fallecimiento, aquel fatídico 6 de octubre del 2020.
De este modo, con motivo de conmemoración y homenaje al enorme guitarrista es que se celebró el 5150 Festival 2025 el pasado viernes 10 de octubre en Galpón B, en lo que fue noche llena rock y fiesta.
Y es que la velada empezó minutos antes de las 21:30, con la presentación de Balles, quienes tuvieron un arranque muy potente y contundente a puro hard rock. Tanto, que se escuchaba excesivamente fuerte incluso estando en el fondo. Afortunadamente, pese a la potencia del sonido se apreciaba la nitidez de las guitarras y se distinguían las notas y acordes. Fue así que el grupo comandado y liderado por su vocalista, Jorge Balles, no perdió el tiempo y con una propuesta muy similar a los Rata Blanca más modernos, puso primera en una sala que lamentablemente, no se hallaba tan llena a esas horas de la noche.
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Luego llegó el turno de La Paez System grupo que ya tuve la oportunidad de ver en enero en aquel mismo escenario, cuando actuaron como teloneros para el show que dio el reconocido bajista Marco Mendoza. Con esto en la cabeza, no pude evitar sentir una especie de deja vu tras verlos, ya que la presentación que dio el grupo en esta oportunidad fue igual de solida que la que habían brindado a comienzos de año. Con unas guitarras enchufadas y explosivas a cargo de Clo Páez, la banda formada por el mismísimo guitarrista y su vocalista, Marco González, no bajó las revoluciones que había dejado Balles y se encargó de sacudir a la audiencia (que ya había aumentado) con un espectáculo de hard rock bien vibrante.
Arrancaron con ni más ni menos que uno de los mayores clásicos de Van Halen, como lo es “You Really Got Me”, pero el tema no fue interpretado por su habitual vocalista, sino que frente al micrófono la que dio voz a los versos de la canción fue la invitada, Mel Giménez. Oriunda de Colombia, la cantante se subió completamente lookeada para la ocasión, con botas, campera de cuero y una actitud que prendió y compró a los presentes en la sala. Tras dos canciones, la cantante se despidió del escenario para darle lugar a Marco, e interpretar algunos temas del grupo como “Enemigo Virtual” o “Eléctrico”. Con mucha energía y potencia, La Paez System completó una actuación muy “electrizante” y con un sonido mucho menos invasivo que el que tuvo Balles.
Tras unos veinte minutos de espera en los que la gente aprovechó para charlar, tomar unas cervecitas y comer algo (yo me incluyo en este último grupo), Neon Rider dijeron presente, en lo que a nivel muy personal, fue la banda que más disfruté en toda la noche. En primer lugar, tengo que reconocer que su propuesta musical me tomó por sorpresa. Luego de dos presentaciones de puro hard rock desenfrenado, yo imaginé que el tono de la noche iba a seguir por esos lados más eléctricos y acelerados. Pero bastante alejado de la realidad, lo que me terminé encontrando al final es con un AOR moderno lleno de melodía y elegancia. Bruno Sangari estuvo a cargo de las voces y desde un primer momento se sintió una presencia muy distinta a las de los anteriores vocalistas. Con un registro más limpio, y una actitud más calmada sobre el escenario, lentamente se fue ganando los aplausos de la gente del lugar. Pero quién sin duda, fue la gran figura del grupo es su guitarrista, Hernan Cattaneo, que soltó un montón de bellas notas y melodías a lo largo de la noche. Con mucha sensibilidad y soltura, tiño la sala con luces de neón. Con un setlist variado con temas de su propia autoría y dos covers (“Burning Hearts” de Survivor y “The Best” de Tina Turner), Neon Riders nos transportó directo a los 80’ e hizo rememorar lo que hacían grupos como “Journey” o “Foreinger”.
Ya para terminar la velada, el flamante violero, Charles Lattuada apareció en escena para despedir la noche y en clara respuesta al nombre del evento, se encargó de rendir un homenaje completo a Van Halen. Desde el vestuario, hasta las guitarras. Y es que si algo no escondió el bueno de Charles, es su extrema fanatismo por la figura de Eddie. Y acompañado por tres cantantes, su repertorio incluyo clásicos de clásicos como “Jump”, “Panama”, o “Hot For Teacher”, entre los tantos que interpretó el guitarrista con su banda.
De esta forma, la fiesta musical culminó definitivamente pasada la 1am, en una noche de feriado la cual se desarrolló sin ningún tipo de demora ni inconveniente para los presentes. A puro rock, cerveza, y evidentemente a puro Van Halen, se vivió el homenaje de uno de los guitarristas más grandes que dio el mundo de la música. Agradecemos a los amigos de Anubis por la invitación y acreditación del evento.
Etiquetas: Balles, Charles Lattuada, eddie van halen, Festival, Hard Rock, la paez system, Neon Rider, rock, Van Halen


Es increíble pensar en el paso del tiempo, y ver como nuestra percepción de este, a veces suele ser totalmente opuesta. Muchas veces cuando uno está en el trabajo, siente que las horas no pasan, y que las agujas del reloj no avanzan más. Lo mismo sucede en otros ámbitos como el colegio, un hospital o hasta en una fiesta. Pero también sucede que con el correr de los días, las semanas, e incluso los meses, ciertos acontecimientos que parece que sucedieron recientemente, van acumulando sus años. Y van quedando lejanos en el tiempo. Eso mismo sucede con la muerte de nuestro querido Edward Lodewijk Van Halen, mejor conocido como Eddie Van Halen.
Para algunos seguirá siendo un golpe al alma, pero lo cierto es que ya pasaron 5 años desde la trágica noticia de su fallecimiento, aquel fatídico 6 de octubre del 2020.
De este modo, con motivo de conmemoración y homenaje al enorme guitarrista es que se celebró el 5150 Festival 2025 el pasado viernes 10 de octubre en Galpón B, en lo que fue noche llena rock y fiesta.
Y es que la velada empezó minutos antes de las 21:30, con la presentación de Balles, quienes tuvieron un arranque muy potente y contundente a puro hard rock. Tanto, que se escuchaba excesivamente fuerte incluso estando en el fondo. Afortunadamente, pese a la potencia del sonido se apreciaba la nitidez de las guitarras y se distinguían las notas y acordes. Fue así que el grupo comandado y liderado por su vocalista, Jorge Balles, no perdió el tiempo y con una propuesta muy similar a los Rata Blanca más modernos, puso primera en una sala que lamentablemente, no se hallaba tan llena a esas horas de la noche.
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Luego llegó el turno de La Paez System grupo que ya tuve la oportunidad de ver en enero en aquel mismo escenario, cuando actuaron como teloneros para el show que dio el reconocido bajista Marco Mendoza. Con esto en la cabeza, no pude evitar sentir una especie de deja vu tras verlos, ya que la presentación que dio el grupo en esta oportunidad fue igual de solida que la que habían brindado a comienzos de año. Con unas guitarras enchufadas y explosivas a cargo de Clo Páez, la banda formada por el mismísimo guitarrista y su vocalista, Marco González, no bajó las revoluciones que había dejado Balles y se encargó de sacudir a la audiencia (que ya había aumentado) con un espectáculo de hard rock bien vibrante.
Arrancaron con ni más ni menos que uno de los mayores clásicos de Van Halen, como lo es “You Really Got Me”, pero el tema no fue interpretado por su habitual vocalista, sino que frente al micrófono la que dio voz a los versos de la canción fue la invitada, Mel Giménez. Oriunda de Colombia, la cantante se subió completamente lookeada para la ocasión, con botas, campera de cuero y una actitud que prendió y compró a los presentes en la sala. Tras dos canciones, la cantante se despidió del escenario para darle lugar a Marco, e interpretar algunos temas del grupo como “Enemigo Virtual” o “Eléctrico”. Con mucha energía y potencia, La Paez System completó una actuación muy “electrizante” y con un sonido mucho menos invasivo que el que tuvo Balles.
Tras unos veinte minutos de espera en los que la gente aprovechó para charlar, tomar unas cervecitas y comer algo (yo me incluyo en este último grupo), Neon Rider dijeron presente, en lo que a nivel muy personal, fue la banda que más disfruté en toda la noche. En primer lugar, tengo que reconocer que su propuesta musical me tomó por sorpresa. Luego de dos presentaciones de puro hard rock desenfrenado, yo imaginé que el tono de la noche iba a seguir por esos lados más eléctricos y acelerados. Pero bastante alejado de la realidad, lo que me terminé encontrando al final es con un AOR moderno lleno de melodía y elegancia. Bruno Sangari estuvo a cargo de las voces y desde un primer momento se sintió una presencia muy distinta a las de los anteriores vocalistas. Con un registro más limpio, y una actitud más calmada sobre el escenario, lentamente se fue ganando los aplausos de la gente del lugar. Pero quién sin duda, fue la gran figura del grupo es su guitarrista, Hernan Cattaneo, que soltó un montón de bellas notas y melodías a lo largo de la noche. Con mucha sensibilidad y soltura, tiño la sala con luces de neón. Con un setlist variado con temas de su propia autoría y dos covers (“Burning Hearts” de Survivor y “The Best” de Tina Turner), Neon Riders nos transportó directo a los 80’ e hizo rememorar lo que hacían grupos como “Journey” o “Foreinger”.
Ya para terminar la velada, el flamante violero, Charles Lattuada apareció en escena para despedir la noche y en clara respuesta al nombre del evento, se encargó de rendir un homenaje completo a Van Halen. Desde el vestuario, hasta las guitarras. Y es que si algo no escondió el bueno de Charles, es su extrema fanatismo por la figura de Eddie. Y acompañado por tres cantantes, su repertorio incluyo clásicos de clásicos como “Jump”, “Panama”, o “Hot For Teacher”, entre los tantos que interpretó el guitarrista con su banda.
De esta forma, la fiesta musical culminó definitivamente pasada la 1am, en una noche de feriado la cual se desarrolló sin ningún tipo de demora ni inconveniente para los presentes. A puro rock, cerveza, y evidentemente a puro Van Halen, se vivió el homenaje de uno de los guitarristas más grandes que dio el mundo de la música. Agradecemos a los amigos de Anubis por la invitación y acreditación del evento.
Etiquetas: Balles, Charles Lattuada, eddie van halen, Festival, Hard Rock, la paez system, Neon Rider, rock, Van Halen




