Crónica: Pablo Pisnoy
Una vez más, el Parque de la Cuesta del Batel de Cartagena era el lugar donde se desarrollaba esa reunión del metal y el hard rock internacional conocida como el Rock Imperium, con un cartel de lujo para todos los gustos en materia de música pesada.
El miércoles 19 de junio arrancó nublado, y hacia las 14:30 un cúmulo bastante grande de gente para ser tan temprano pudo disfrutar de la presentación de los sinfónicos neerlandeses Blackbriar. Con la cantante Zora Cock de riguroso vestido y un sonido que iba perfectamente de la mano, el sexteto se encargó de repasar sus dos álbumes de estudio The Cause of Shipwreck (2021) y el último A Dark Euphony (2023), con canciones como “Crimson Faces”, “Far Distant Land” y “Deadly Diminuendo”, dando lugar a un gran inicio para el festival, elegante pero poderoso.
Seguimos con las presentaciones del día de la mano de los finlandeses Turmion Kätilöt y su espectáculo de exceso industrial, para el que ya se había sumado mucha más gente que en Blackbriar. Con broma con los fotógrafos sobre no llevar nada debajo de las faldas incluida, el combo se dedicó a escupir sus tracks bailables. La mayor parte del setlist estuvo dedicado a su último disco Omen X, pero también hubo espacio para Dance Panique, Pirun Nyrkki y USCH!, aunque fue una única canción de cada uno, claramente la contra de tener una discografía tan nutrida. Pero no parece que a la gente le importara esos detalles, y Turmion Kätilöt pudieron llevar a cabo su presentación sin problemas y entreteniendo a todo el mundo.
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Otra estrellita más se sumó a la fecha con la aparición del chileno Ronnie Romero, quien aparte de presentarse en el escenario del Rock Imperium también estaba grabando un DVD en vivo. Lo de Romero y compañía estuvo centrado en su último álbum solista Too Many Lies, Too Many Masters, acompañado por un par de canciones de The Ferrymen, el supergrupo que integra junto a Magnus Karlsson y Mike Terrana, a lo que se le sumó un cierre con el clásico “Rainbow In The Dark” del eterno Dio. Muy buen set con buenas canciones y buen sonido, y con Romero recordando cuando estuvo con Rainbow en Fuengirola, para todos los que querían algo de heavy clásico en el Rock Imperium.
Los siguientes en la lista fueron Eclipse, para los que ya se había acumulado una cantidad importante de público e incluso se hacía difícil cruzar. Lo de los suecos estuvo dentro de todo lo que se espera de ellos y su AOR elegante y con gancho, aunque un problema con la batería a mitad de la presentación hiciera que presentaran su canción “Battlegrounds” en formato acústico. Más allá de eso tuvimos melodías para todos los gustos y una buena selección de canciones por parte del combo de Estocolmo.
Uriah Heep siguieron, con los ingleses demostrando todo el poder de su hard rock añejado por el paso del tiempo pero con la misma fuerza de siempre. Mick Box tendrá 77 años recién cumplidos pero su trabajo detrás de la guitarra es sobresaliente, y lo mismo puede decirse del vocalista Bernie Shaw, que a sus 68 le mete más onda al cantar que muchos cantantes mucho más jóvenes. Con una lista que repasó los puntos más importantes de su extensa discografía y Bernie mostrando sus “muchas gracias” para con la gente, la banda inglesa cerró el set con el clásico “Easy Livin’” acompañados por Ronnie Romero y nada menos que Richie Faulkner de Judas Priest, en el que habría sido un cierre de lujo si no hubieran tenido que hacerlo 10 minutos antes de lo programado. Bueno, gajes del oficio.
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Extreme tomaron por asalto el escenario con su fiesta glam funk, con “It (‘s a Monster)” y “Decadence Dance” arrancando la noche. Con una sección acústica en el medio y más tarde volviendo a la electricidad tradicional de la banda, e imágenes de casinos y zonas rojas en las pantallas arriba del escenario, lo de Extreme fue muy entretenido, aunque muchos de los presentes se estuvieran guardando para los que venían más tarde.
Judas Priest eran sin lugar la gran atracción del día, con una concentración de gente muy grande aunque menor a la del año pasado. El hecho de que no hubieran podido arrancar la presentación con la caída del telón debido a los problemas con el viento hacía pensar que las cosas no iban a salir bien, pero las leyendas del metal británico demostraron que lo suyo le hace frente a cualquier circunstancia. “Panic Attack” fue la primera bala disparada por Judas, con casi todo el resto del set dedicado a los clásicos acumulados por la banda durante más de 50 años de carrera.
Rob Halford sigue dando cátedra detrás del micrófono, y la dupla de Glenn Tipton y Richie Faulkner escupen riffs a diestra y siniestra, con Ian Hill y Scott Travis mostrando cómo se hace una base instrumental. “You’ve Got Another Thing Comin’”, “Riding on the Wind”, “Turbo Lover”, “Painkiller” y “Living After Midnight” fueron sólo un par de las que pasaron por el escenario del Rock Imperium, dejando a todos con ganas de más metal clásico.
Tras la retirada de la mayoría de la gente igual quedaron bastantes todavía en el lugar, y fue así que pudieron ver a los alemanes In Extremo. Los folkrockeros dieron un concierto muy animado y dejaron a la gente bastante contenta con su desparpajo marca registrada y sus canciones coreables incluso para los que no sepan una sola palabra de alemán. Se nota que es todavía el primer día del festival, pero con estas primeras bandas queda clara la calidad del evento.
Fotos: Manuel Ruiz de Quintanilla
Etiquetas: Blackbriar, Eclipse, Extreme, In Extremo, judas priest, Rock Imperium, Ronnie Romero, Turmion Kätilöt, Uriah Heep
Crónica: Pablo Pisnoy
Una vez más, el Parque de la Cuesta del Batel de Cartagena era el lugar donde se desarrollaba esa reunión del metal y el hard rock internacional conocida como el Rock Imperium, con un cartel de lujo para todos los gustos en materia de música pesada.
El miércoles 19 de junio arrancó nublado, y hacia las 14:30 un cúmulo bastante grande de gente para ser tan temprano pudo disfrutar de la presentación de los sinfónicos neerlandeses Blackbriar. Con la cantante Zora Cock de riguroso vestido y un sonido que iba perfectamente de la mano, el sexteto se encargó de repasar sus dos álbumes de estudio The Cause of Shipwreck (2021) y el último A Dark Euphony (2023), con canciones como “Crimson Faces”, “Far Distant Land” y “Deadly Diminuendo”, dando lugar a un gran inicio para el festival, elegante pero poderoso.
Seguimos con las presentaciones del día de la mano de los finlandeses Turmion Kätilöt y su espectáculo de exceso industrial, para el que ya se había sumado mucha más gente que en Blackbriar. Con broma con los fotógrafos sobre no llevar nada debajo de las faldas incluida, el combo se dedicó a escupir sus tracks bailables. La mayor parte del setlist estuvo dedicado a su último disco Omen X, pero también hubo espacio para Dance Panique, Pirun Nyrkki y USCH!, aunque fue una única canción de cada uno, claramente la contra de tener una discografía tan nutrida. Pero no parece que a la gente le importara esos detalles, y Turmion Kätilöt pudieron llevar a cabo su presentación sin problemas y entreteniendo a todo el mundo.
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Otra estrellita más se sumó a la fecha con la aparición del chileno Ronnie Romero, quien aparte de presentarse en el escenario del Rock Imperium también estaba grabando un DVD en vivo. Lo de Romero y compañía estuvo centrado en su último álbum solista Too Many Lies, Too Many Masters, acompañado por un par de canciones de The Ferrymen, el supergrupo que integra junto a Magnus Karlsson y Mike Terrana, a lo que se le sumó un cierre con el clásico “Rainbow In The Dark” del eterno Dio. Muy buen set con buenas canciones y buen sonido, y con Romero recordando cuando estuvo con Rainbow en Fuengirola, para todos los que querían algo de heavy clásico en el Rock Imperium.
Los siguientes en la lista fueron Eclipse, para los que ya se había acumulado una cantidad importante de público e incluso se hacía difícil cruzar. Lo de los suecos estuvo dentro de todo lo que se espera de ellos y su AOR elegante y con gancho, aunque un problema con la batería a mitad de la presentación hiciera que presentaran su canción “Battlegrounds” en formato acústico. Más allá de eso tuvimos melodías para todos los gustos y una buena selección de canciones por parte del combo de Estocolmo.
Uriah Heep siguieron, con los ingleses demostrando todo el poder de su hard rock añejado por el paso del tiempo pero con la misma fuerza de siempre. Mick Box tendrá 77 años recién cumplidos pero su trabajo detrás de la guitarra es sobresaliente, y lo mismo puede decirse del vocalista Bernie Shaw, que a sus 68 le mete más onda al cantar que muchos cantantes mucho más jóvenes. Con una lista que repasó los puntos más importantes de su extensa discografía y Bernie mostrando sus “muchas gracias” para con la gente, la banda inglesa cerró el set con el clásico “Easy Livin’” acompañados por Ronnie Romero y nada menos que Richie Faulkner de Judas Priest, en el que habría sido un cierre de lujo si no hubieran tenido que hacerlo 10 minutos antes de lo programado. Bueno, gajes del oficio.
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Extreme tomaron por asalto el escenario con su fiesta glam funk, con “It (‘s a Monster)” y “Decadence Dance” arrancando la noche. Con una sección acústica en el medio y más tarde volviendo a la electricidad tradicional de la banda, e imágenes de casinos y zonas rojas en las pantallas arriba del escenario, lo de Extreme fue muy entretenido, aunque muchos de los presentes se estuvieran guardando para los que venían más tarde.
Judas Priest eran sin lugar la gran atracción del día, con una concentración de gente muy grande aunque menor a la del año pasado. El hecho de que no hubieran podido arrancar la presentación con la caída del telón debido a los problemas con el viento hacía pensar que las cosas no iban a salir bien, pero las leyendas del metal británico demostraron que lo suyo le hace frente a cualquier circunstancia. “Panic Attack” fue la primera bala disparada por Judas, con casi todo el resto del set dedicado a los clásicos acumulados por la banda durante más de 50 años de carrera.
Rob Halford sigue dando cátedra detrás del micrófono, y la dupla de Glenn Tipton y Richie Faulkner escupen riffs a diestra y siniestra, con Ian Hill y Scott Travis mostrando cómo se hace una base instrumental. “You’ve Got Another Thing Comin’”, “Riding on the Wind”, “Turbo Lover”, “Painkiller” y “Living After Midnight” fueron sólo un par de las que pasaron por el escenario del Rock Imperium, dejando a todos con ganas de más metal clásico.
Tras la retirada de la mayoría de la gente igual quedaron bastantes todavía en el lugar, y fue así que pudieron ver a los alemanes In Extremo. Los folkrockeros dieron un concierto muy animado y dejaron a la gente bastante contenta con su desparpajo marca registrada y sus canciones coreables incluso para los que no sepan una sola palabra de alemán. Se nota que es todavía el primer día del festival, pero con estas primeras bandas queda clara la calidad del evento.
Fotos: Manuel Ruiz de Quintanilla
Etiquetas: Blackbriar, Eclipse, Extreme, In Extremo, judas priest, Rock Imperium, Ronnie Romero, Turmion Kätilöt, Uriah Heep