


La banda escocesa, formada en 2013 en Edimburgo, debe su nombre a las crónicas fantásticas de Frank Herbert. Estos fanáticos de la ciencia ficción decidieron volcar su arte y creatividad en la música, más específicamente en el género del metal, orientado principalmente al sludge, progressive y post-metal, como ellos mismos definen su sonido e influencias. El grupo cuenta con tres álbumes de estudio y una considerable cantidad de conciertos en vivo, incluyendo participaciones en festivales como Copenhell, Hellfest, Resurrection y Damnation Fest.
Este domingo 11 de mayo nos acercamos a la puerta de Stairway, un centro cultural conocido como “Vanløse Cultural Station” debido a su cercanía con la estación de metro del barrio. Anteriormente funcionaba como librería, pero debido a refacciones en la sala original donde se iba a llevar a cabo el concierto, todo fue trasladado allí, adaptando el espacio para shows en vivo y así fue como llegamos al concierto de DVNE.
Las puertas abrieron a las 19hs y el merchandicing dijo presente en donde se vendían dos tipos de camisetas con el logo de la banda a 387dkk o 52 euros, en mi opinión el precio era un poco elevado, teniendo en cuenta que las mismas bajan a la mitad en la página del merchandicing oficial.
Los que no dijeron presentes a horario fueron los músicos que comenzaron a tocar a las 21.15hs, es decir mas de dos horas después, ya que tampoco había banda soporte. Luego de la larga espera, hicieron su aparición en el escenario con “Summa Blasphemia”, con un sonido potente y demoledor alcanzando niveles altos de saturación pero bien coordinado y estructurado en cada canción.
La siguiente canción fue “Eleonora” donde las voces limpias del cantante apenas se escuchaban tapadas por el rugir demoledor de las potentes guitarras, sin embargo en los ambientes guturales si se escuchaba más claro.
TAMBIEN TE PUEDE INTERESAR: Dvne – Voidkind (2024)
En su set list de 10 canciones hubo espacio para todo tipo de ambiente con canciones largas y profundas bien del estilo característico del metal progresivo y armonias y estados de trance que nos llevaba a las dunas y arenas del desierto de las tribus Fremen.
La sala, con capacidad para 350 personas de pie, no se llenó completamente, tal vez por falta de difusión en estas tierras. Aun así, debo admitir que DVNE brindó un show sólido, solo opacado por algunos detalles técnicos que podrían corregirse. Ya hemos visto casos similares en bandas como Mastodon, donde cuatro músicos en vivo no logran reproducir la complejidad de sus discos de estudio. En el caso de DVNE, aunque hubo saturación, la destreza, coordinación y química entre los integrantes lograron llevar adelante un concierto agradable y envolvente.
La hora y cuarto que duró el show se nos pasó volando y estuvo dividida en dos partes: una enfocada mayoritariamente en Voidkind, donde presentaron su nuevo material, y otra con canciones de su disco anterior, Etemen Ænka.
El público quedó extasiado con el ritmo feroz de las guitarras, las voces guturales, el movimiento frenético del bajista, la precisión y energía del baterista, y las atmósferas creadas por el tecladista, que alternaba entre melodías envolventes y pasajes vocales intensos. El broche de oro final fue con “Towers” donde los fanáticos quedaron impresionados por todo el despliegue de poder sobre el escenario.
La banda estará realizando varios conciertos por Europa finalizando su gira el 8 de septiembre en Brighton, UK y esperemos que en algún momento puedan expandirse a otras latitudes de Sudamérica donde se pueda apreciar su arte ya que cuentan con un gran talento y mucho potencial pero necesitan mayor difusión para poder expandirse y llevar las arenas del desierto de Arrakis a otras longitudes.
Etiquetas: Copenaghue, Dinamarca, Duna, Dvne, Metal, Progresivo


La banda escocesa, formada en 2013 en Edimburgo, debe su nombre a las crónicas fantásticas de Frank Herbert. Estos fanáticos de la ciencia ficción decidieron volcar su arte y creatividad en la música, más específicamente en el género del metal, orientado principalmente al sludge, progressive y post-metal, como ellos mismos definen su sonido e influencias. El grupo cuenta con tres álbumes de estudio y una considerable cantidad de conciertos en vivo, incluyendo participaciones en festivales como Copenhell, Hellfest, Resurrection y Damnation Fest.
Este domingo 11 de mayo nos acercamos a la puerta de Stairway, un centro cultural conocido como “Vanløse Cultural Station” debido a su cercanía con la estación de metro del barrio. Anteriormente funcionaba como librería, pero debido a refacciones en la sala original donde se iba a llevar a cabo el concierto, todo fue trasladado allí, adaptando el espacio para shows en vivo y así fue como llegamos al concierto de DVNE.
Las puertas abrieron a las 19hs y el merchandicing dijo presente en donde se vendían dos tipos de camisetas con el logo de la banda a 387dkk o 52 euros, en mi opinión el precio era un poco elevado, teniendo en cuenta que las mismas bajan a la mitad en la página del merchandicing oficial.
Los que no dijeron presentes a horario fueron los músicos que comenzaron a tocar a las 21.15hs, es decir mas de dos horas después, ya que tampoco había banda soporte. Luego de la larga espera, hicieron su aparición en el escenario con “Summa Blasphemia”, con un sonido potente y demoledor alcanzando niveles altos de saturación pero bien coordinado y estructurado en cada canción.
La siguiente canción fue “Eleonora” donde las voces limpias del cantante apenas se escuchaban tapadas por el rugir demoledor de las potentes guitarras, sin embargo en los ambientes guturales si se escuchaba más claro.
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En su set list de 10 canciones hubo espacio para todo tipo de ambiente con canciones largas y profundas bien del estilo característico del metal progresivo y armonias y estados de trance que nos llevaba a las dunas y arenas del desierto de las tribus Fremen.
La sala, con capacidad para 350 personas de pie, no se llenó completamente, tal vez por falta de difusión en estas tierras. Aun así, debo admitir que DVNE brindó un show sólido, solo opacado por algunos detalles técnicos que podrían corregirse. Ya hemos visto casos similares en bandas como Mastodon, donde cuatro músicos en vivo no logran reproducir la complejidad de sus discos de estudio. En el caso de DVNE, aunque hubo saturación, la destreza, coordinación y química entre los integrantes lograron llevar adelante un concierto agradable y envolvente.
La hora y cuarto que duró el show se nos pasó volando y estuvo dividida en dos partes: una enfocada mayoritariamente en Voidkind, donde presentaron su nuevo material, y otra con canciones de su disco anterior, Etemen Ænka.
El público quedó extasiado con el ritmo feroz de las guitarras, las voces guturales, el movimiento frenético del bajista, la precisión y energía del baterista, y las atmósferas creadas por el tecladista, que alternaba entre melodías envolventes y pasajes vocales intensos. El broche de oro final fue con “Towers” donde los fanáticos quedaron impresionados por todo el despliegue de poder sobre el escenario.
La banda estará realizando varios conciertos por Europa finalizando su gira el 8 de septiembre en Brighton, UK y esperemos que en algún momento puedan expandirse a otras latitudes de Sudamérica donde se pueda apreciar su arte ya que cuentan con un gran talento y mucho potencial pero necesitan mayor difusión para poder expandirse y llevar las arenas del desierto de Arrakis a otras longitudes.
Etiquetas: Copenaghue, Dinamarca, Duna, Dvne, Metal, Progresivo