Tras dos años de su ultimo trabajo Curse of the Crystal Coconut (2020), los piratas liderados por Christopher Bowes nos traen un nuevo material de estudio, lanzado el 24 de junio de 2022 a través de Napalm Records y titulado Seventh Rum of a Seventh Rum, como un homenaje o una burla (bien sabemos que es una banda con mucho humor) a Seventh Son of a Seventh Son, de los legendarios Iron Maiden, con una portada muy buena y detallada donde vemos al Capitan Morgan terminándose su séptima botella de ron (rum).

Debo admitir que no escuchaba un álbum completo de los escoceses desde Captain Morgan’s Revenge (2008), su álbum debut, y si bien conozco muchas de sus canciones (y hasta me las sé), es porque es una banda que suelo disfrutar mucho más en vivo y si la escucho en plataformas digitales pongo el reproductor en aleatorio.

El disco de 11 canciones comienza fuerte con “Magellan’s Expedition”, una canción que habla sobre la expedición de Fernando Magallanes para descubrir nuevas rutas para llegar a la India, musicalmente me recuerda a los primeros discos del grupo, bien folk instrumental épico, y con un estribillo motivador. Con “The Battle of Cape Fear River” volvemos un poco más a sus temas más nuevos, con estribillos simples y que habla de la ultima batalla de Barba Negra, una canción que a mi opinión no destaca del resto (Salvo por el solo de Máté Bodor, que me ha gustado mucho). “Cannonball” es el tercero de la lista y el tecladillo de la intro se parece al de “México” y otros temas, clásica intro tranquila que se descontrola, otra canción bien ejecutada, estribillo simplón, cumplidora pero no destacable.

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR: Drakum en Barcelona: “Atraco Vikingo en Terrassa”

“P.A.R.T.Y”, otro de los singles adelanto del álbum, acompañado con un video musical de dibujos animados que encaja a la perfección, es una canción ideal para tocar en un festival y que quien conozca a la banda como no, se ponga a saltar y bailar. otra vez un muy buen solo de Bodor y tanto Peter Alcorn en batería como Gareth Murdock en bajo, acompañan perfectamente. Le sigue “Under blackened banners” que arranca instrumentalmente con sonidos electrónicos y acompañados de Bolwes, para una pequeña pausa y que nuevamente Bodor se luzca con un riff melódico, un tema bastante moderno con Elliot Vernon acompañando con voces guturales, un violin? que suena muy bien y limpio y un estribillo súper coreable.

Bien sabemos que estos piratas han realizado muchos desembarcos, y han escrito canciones para algunos países específicos como el ya mencionado “México”, ahora el turno es de “Magyarorszag” (Hungría), una canción bien marinera, para no parar de bailar y como dice la canción: “Beberemos y saquearemos toda la noche”. Llegamos a “Seventh rum of a seventh rum”, pieza que le da el nombre al álbum, una canción lírica e instrumentalmente más seria, con trompetas, coros y un final intenso. Continuamos con “Bite the hook hand that feeds”, otra clasica letra alestormera, barcos malditos, largos años en el océano y terminar bebiendo sin parar en un bar.

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR: Wind Rose – Warfront (2022)

Nos acercamos al final del disco con “Return To Tortuga”, un tema más del grupo que repite mucho los recursos del grupo, asi como hablamos de Hungría en el párrafo anterior ahora le toca al penúltimo track “Come to Brazil”, un tema bastante diferente en el disco, mucho más rápido y pesado, donde los fans brasileños no dejaran de hacer mosh y beber (como manda la ley de Alestorm). Finalizamos el disco con “Wooden Leg”, la tercera parte de esta trilogía que comenzó en Sunset on the Golden Age (2014) y siguió en su anterior trabajo Curse of the Crystal Coconut(2020), ahora tiene su tercera parte en donde suman algunos versos en castellano y japonés siguiendo la temática de las canciones anteriores. Una canción que no esta mal, pero queda por detrás de las versiones anteriores.

Para cerrar, vale destacar que este séptimo trabajo de los escoses, sorprende poco, tiene temazos, buenas canciones y hasta algunas de relleno, pero al ser una banda bastante única o particular, creo que pueden repetir recursos una y otra vez, porque aunque la lírica sea muy parecida, siguen sacando hits, buenas melodías y estribillos fenomenales, y no esta en tela de juicio la interpretación de estos músicos. Es un disco para escuchar, y si lo buscas en Spotify verás que el álbum tiene 33 canciones, ya que cada canción tiene 3 versiones, la normal, la acústica (muy interesante) y una versión para perros donde la voz es modificada por ladridos… una bizarreada pero que te sacará alguna sonrisa.