

Una jornada de recuerdos es lo que vivimos en la Apolo 2 el sábado 2 de diciembre, donde aterrizarían Atreyu y Creeper para revivir sus grandes éxitos y sus nuevos trabajos. La arrancada puntual de Creeper en escena, con una gran mayoría de público totalmente a su favor, se jugó la vida con un setlist acotado pero bastante potente. La ola de nostalgia del goth punk emo (por llamarlo de alguna forma) cada día nos come más el corazón y nos teletransporta a los momentos donde nuestra adolescencia, ojos negros pintados a lo mapache y las preocupaciones mínimas.
Will Gould es una gran prueba de que los años no pasan en vano, y bajo la marca de Creeper ha cautivado generaciones que siguen coreando sus hits. Pero al mismo tiempo, cautivando con lo nuevo de la mano de Sanguivore, lanzado este 2023. La dupla de voces femeninas y masculina de “Cry to Heaven” emociona y hace saltar a la sala en una maravillosa previa de Atreyu.
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Por otro lado, desde que tuvimos a Atreyu como teloneros por Barcelona, quedó ese gusto a poco de disfrutar un tour de ellos en solitario. Las promesas algunas veces se hacen realidad antes de tiempo y siendo un acierto rotundo. “Drowning” y “Becoming the Bull” fueron el punto pie inicial de los americanos, sacando las primeras sonrisas en la Apolo. Pero no fue hasta que la gran “Right Side of the Bed” nos hipnotizó a todos desde el primer segundo. El primer encuentro con la banda directamente al 2004 con “The Curse”, años donde el Punk Pop sonaba fuerte por todos lados. Por otro lado, Atreyu apostaba con su propuesta mucho más pesada y disruptiva. Mucha de esa esencia vive aún en Marc McKnight, Dan Jacobs, Travis Miguel y Brandon Saller, a pesar del vuelco en el sonido y la experimentación, todo dentro de una línea segura y manteniendo a sus fanáticos ya por décadas.
Los puntos altos de la noche se los llevaría “Bleeding Mascara” como la seguidilla de la nostalgia emo que rondaba la sala; una niña en primera fila de 9 años fue la que acaparó las miradas de la banda y, sobre todo, de Brandon Saller que se le acercó con una bolsa con papeles para que eligiera el siguiente tema. Siendo el elegido “Come Down”, por primera vez tocada en vivo, llevándonos el privilegio total.
El cierre viene de una forma alocada con “I Wanna Dance With Somebody (Who Loves Me)”, con saxofón incluido, desatando una fiesta a otro nivel. Hemos saldado la deuda completamente que nos quedó hace algunos meses.


Una jornada de recuerdos es lo que vivimos en la Apolo 2 el sábado 2 de diciembre, donde aterrizarían Atreyu y Creeper para revivir sus grandes éxitos y sus nuevos trabajos. La arrancada puntual de Creeper en escena, con una gran mayoría de público totalmente a su favor, se jugó la vida con un setlist acotado pero bastante potente. La ola de nostalgia del goth punk emo (por llamarlo de alguna forma) cada día nos come más el corazón y nos teletransporta a los momentos donde nuestra adolescencia, ojos negros pintados a lo mapache y las preocupaciones mínimas.
Will Gould es una gran prueba de que los años no pasan en vano, y bajo la marca de Creeper ha cautivado generaciones que siguen coreando sus hits. Pero al mismo tiempo, cautivando con lo nuevo de la mano de Sanguivore, lanzado este 2023. La dupla de voces femeninas y masculina de “Cry to Heaven” emociona y hace saltar a la sala en una maravillosa previa de Atreyu.
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Los puntos altos de la noche se los llevaría “Bleeding Mascara” como la seguidilla de la nostalgia emo que rondaba la sala; una niña en primera fila de 9 años fue la que acaparó las miradas de la banda y, sobre todo, de Brandon Saller que se le acercó con una bolsa con papeles para que eligiera el siguiente tema. Siendo el elegido “Come Down”, por primera vez tocada en vivo, llevándonos el privilegio total.
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