El show principal, programado para las 21:15, se retrasó unos minutos, pero la espera valió la pena cuando Bambie Thug hizo su entrada triunfal a las 21:30. En el fondo del escenario se alzaba una gran silla con un decorado con luces de neón alrededor, que daba una sensación de trono. Acompañada por dos bailarines enmascarados y sin camiseta, la artista irlandesa abrió el concierto con “hex so heavy”, una canción oscura y cargada de atmósfera, que marcó el tono visceral de la noche. La energía era palpable, y Bambie se adueñó del escenario con una presencia arrolladora.
El setlist fue una montaña rusa de emociones, con momentos de pura agresividad y otros más introspectivos. Temas como “Necromancy” y “Hierophant” explotaron con beats electrónicos y un estilo vocal entre lo melódico y lo desgarrado, manteniendo al público en un estado de euforia constante. Los bailarines sumaron una capa visual impactante, mientras Bambie, en su trono o interactuando con el público, parecía una reina rebelde que no pedía permiso para reinar.
Uno de los momentos más memorables de la noche llegó con “Last Summer (I Know What You Did)”, donde el ambiente se tornó más íntimo y melódico. La multitud acompañó con sus voces, creando una sensación de conexión colectiva. Sin embargo, la introspección no duró mucho, ya que con “Psilocybin”, Bambie se quedó sola en el escenario, moviéndose de manera hipnótica, creando un espacio surrealista que capturó la atención de todos. Fue un momento en el que la música y la interpretación se fusionaron en una especie de trance visual.
El clímax del concierto llegó con “Tsunami (11:11)”, donde Bambie rompió con toda la formalidad, empapando a los fans de las primeras filas con pistolas de agua. Fue un estallido de energía y diversión, una liberación para la audiencia que había seguido el set con intensidad. Pero la verdadera joya de la noche fue “Doomsday Blue”, la canción con la que representó a Irlanda en Eurovisión 2024.
El cierre fue apoteósico, con el público coreando el nombre de Bambie Thug mientras ella se despedía desde su trono iluminado, consolidando su estatus como una de las artistas más originales y provocadoras de la escena actual.