Aún con su espléndido debut sonando por los altavoces de casa, ya tenemos en nuestras manos el segundo disco de la rockera británica Chez Kane, quien apenas un año después de su primer disco nos entrega una colección de diez nuevas canciones en donde sigue demostrando que el hard rock melódico y el A.O.R. sigue vivo y que ella se postula como una de las principales candidatas a mantener esa llama en lo más alto por muchos años más.

Lo suyo sigue siendo un poquito lo que veíamos en el disco anterior y eso se traduce engrandes himnos de hard rock melódico, dignos de gente como Lita Ford, Lee Aron o incluso las Vixen, vamos, lo que nos entrega es una obra cargada de grandes melodías y temas super frescos y accesibles que nos traen la llama y el espíritu de los 80′ al 2022.

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El álbum ya arranca con un temazo muy melódico y unos teclados a lo Bon Jovi en el medio tiempo “I Just Want You” que hará las delicias de los que amamos el sonido de aquella época y a los que Chez le inyecta un chute de dulzura y energía gracias a su gran voz, es curioso que el disco se abra con un corte algo más pausado, pero cuando es tan bueno como este poco importa.

Pero las cosas cambian ya con “(The Things We Do) When We’re Young in Love” en donde podemos percibir un guiño al himno “Don’t Stop Believin’ ” de Journey, lo que nos reafirma pensar que esta chica es candidata a “Princesa del rock melódico” en el siglo XXI, el corte es una delicia digna de una fiesta cualquier viernes por la noche y que suene por los altavoces a todo volumen mientras disfrutas del tiempo sin importar nada más.

Algo más rockera y descarada es “Rock You Up”, un corte impresionante en donde la cantante saca su lado más sensual y no es difícil imaginar esta canción de fondo en cualquier bar rockero, mientras el Jim Beam y la cerveza circulan por la barra, mientras ciertas señoritas nos demuestran su destreza en la barra americana.

Es muy pegadizo el estribillo a lo “Def Leppard” y esa vibra que le da Kane a la canción, además de un certero solo de guitarra que acaba por redondear la canción.

“Love Gone Wild”, es uno de los himnos del disco (aunque himnos son todos siendo sinceros) y de nuevo nos recuerda un poquito a ese mega clásico que es “Maniac” y es imposible que no sonrías mientras te dejas envolver por la voz melódica y la sensualidad que desprende Chez por cada poro de su piel, si me preguntan cómo sonaría una auténtica “Riot Girrrl” de los 80’s en 2022, no dudaría ni un segundo en decir: escuchen los dos discos de Chez Lane, porque ella representa este sonido mejor que ninguna otra compañera de profesión actualmente, si Taylor Momsen, nos muestra un rock alternativo con tintes del grunge noventero y Lzzy Hale, es la reina del hard rock más cañero, Chez se alza definitivamente con la corona del lado más melódico y radiabale dentro del estilo.

El corte que da título al disco es de lo más cañero que nos vamos a encontrar en el mismo, tampoco es que toque el palo del metal, pero sí que es una poderosa y trepidante canción que hará que tu cabeza no deje de moverse ni un instante en los cinco minutos que dura la misma.

Por el contrario, la azucarada “Children Of Tomorrow Gone”, nos deja ese lado “Poppie” en el disco ya que podría haber encajado en el último (y brillante) disco de Miley Cyrus, aunque Chez le pone ese toque vocal que la hace destacar respecto a otras compañeras.

“I’m Ready (For Your Love”, un veloz corte ideal para poner a todo volumen mientras conduces por la carretera y también para cualquier fiesta y es que ! ¡Menudo ritmo frenético! que levanta a cualquiera y te da un subidón de adrenalina brutal, sin duda una de mis piezas favoritas del disco.

“Nationwide”, es otra bomba digna de corear con el puño en alto y que presenta un estribillo escrito en oro que hará las delicias de sus seguidores y de los amantes del estilo en general.

Bajamos las revoluciones con la bella “Streets of God”, que sin tener la grandiosidad de “More Than Words” o “Always”, sí que puede ser una balada que mejore aún más en directo y nos regale el momento más “tierno” en sus conciertos del próximo año.

Lamentablemente el disco llega a su fin con “Guilty of Love”, el último cañonazo del disco que cuenta con !saxos¡ que le añaden un toque particular a la canción y que cierra el disco con broche de oro y entendemos porque Chez ha querido sacarla como single del disco ya que reúne muchas de las características de este y su ejecución es brillante.

Entre tanto sonido oscuro, bandas que nos venden una supuesta “evolución” musical que no los lleva más que a resultados cuestionables y tendencias que no terminan de despegar o que empiezan a estancarse, Chez nos regala un soplo (otro más) de aire fresco gracias a estas 10 nuevas y luminosas canciones, que la harán brillar con luz propia en 2023 sin duda alguna.

La británica ha vuelto a dar en el clavo gracias a una fórmula que todos conocemos, pero que pocos son capaces de ejecutar con tanta soltura y tanta clase como ella, que no pare la fiesta que Chez Lane ha vuelto para llevársela y robarnos el corazón una vez más con sus canciones, simpatía, belleza y gancho musical.