Se cumplen ya 40 años del segundo disco de Mötley Crüe, Shout At The Devil. 4 décadas ya pasaron desde que los californianos grabaron este disco y sacudieron la escena del hard rock con mucho poder, controversia, y muchos temas que marcaron la historia de la banda.
Con una perfecta producción a cargo de Tom Werman, el disco alcanzó niveles de popularidad que ni la misma banda lo esperaba; desde su portada hasta los títulos de las canciones, Motley ya mostraba un cambio significativo en este disco.
El 23 de septiembre de 1983, un pentagrama brillaba sobre un fondo negro por primera vez, era la carátula del segundo disco de Mötley Crüe, la banda quería todo menos pasar desapersivoda, por eso el diseño del disco que era lo primero que ibas a tener en las manos al momento de comprar el disco, tendría que ser impactante como su contenido y si lo lograron, ya que las fotografías que en el disco venían impresas, daban la idea de que esto era el fin del mundo y los Crüe estaban listos para ello, la idea del pentagrama la llevó Nikki Sixx de su anterior banda Sister, misma que encajó a la perfección.
El intro del disco “In the Beginning” tema que da paso a la canción principal del disco “Shout At The Devil” es algo que no te esperabas; de entrada el disco ya te atrapaba con un sólo tema, esto en verdad te hacía gritarle al diablo, ese riff decadente con esa base de batería lenta para gritar “Shout, Shout, Shout, Shout At The Devil”, te ponían los pelos de punta.
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Luego sin dar una pizca de respiro, llega la poderosa “Looks That Kill” que al día de hoy sigue siendo parte de su setlist, este tema no sólo tenía una mirada que mata, sino un riff que hipnotizaba, Mick Mars sobresale en el disco con esa cantidad de guitarrazos llenos de energía y suciedad, toca de muchas maneras, pero cuando decide meterle mugre a las guitarras, nadie como él. Aún recuerdo ese video saliendo en televisión, la mirada matadora de Wendy Barry quien interpretaba a la reina guerrera, era miedosa y erótica a la vez.
Para hacer una buen reseña de este disco, tendría que hacer un párrafo de cada uno de los temas que vienen en él, pero esto sería eterno, así que prefiero generalizar un poco: “Danger” o “Bastard” son temas que no llegaron a ser tan populares pero que patean traseros al día de hoy, la versión de los Beatles del tema “Helter Skelter” es más que brutal, si, brutal, esa es la palabra, estos señores le dieron un giro a esa canción que ya ha sido versionada por muchos sin llegarle a los tobillos a la de los Crüe.
“God Bless the Children of the Beast” es una pieza instrumental que suena muy raro la primera vez que la escuchas, pero luego te acostumbras a ella; “Red Hot” es el primer tema del lado B, y aquí la base entre Tommy y Nikki es más que perfecta, dando paso a los agudos de Vince, lo que lo convierte en uno de los temas más pesados del álbum, “Ten seconds to Love” y “Too Young to Fall In Love” son canciones que jamás te cansas de escuchar y ni qué decir de “Knock ´Em Dead, Kid”, esto es pura agresión auditiva, algo no muy común para principios de los 80´s.
Cuando se analiza el contexto de este disco, entendemos porque tantas bandas querían que Mötley Crüe fueran los teloneros de su gira, pero las locuras y los excesos, los pusieron en la mira de muchos, era la banda que se tenía que poner entre ojos, musicalmente eran bestiales, pero personalmente estaban locos en todo el sentido de la palabra.
Shout At The Devil pasa la prueba del tiempo, son muchísimos años los que tiene este disco, pero su sonido y su carácter se mantienen, después de este disco la banda ya nunca fue igual, no mala, pero no pudieron captar ese sonido que los hizo tan agresivos y los llevó al borde de la locura.
Etiquetas: 40 años, Especial, glam metal, Hard Rock, Mötley CrüeSe cumplen ya 40 años del segundo disco de Mötley Crüe, Shout At The Devil. 4 décadas ya pasaron desde que los californianos grabaron este disco y sacudieron la escena del hard rock con mucho poder, controversia, y muchos temas que marcaron la historia de la banda.
Con una perfecta producción a cargo de Tom Werman, el disco alcanzó niveles de popularidad que ni la misma banda lo esperaba; desde su portada hasta los títulos de las canciones, Motley ya mostraba un cambio significativo en este disco.
El 23 de septiembre de 1983, un pentagrama brillaba sobre un fondo negro por primera vez, era la carátula del segundo disco de Mötley Crüe, la banda quería todo menos pasar desapersivoda, por eso el diseño del disco que era lo primero que ibas a tener en las manos al momento de comprar el disco, tendría que ser impactante como su contenido y si lo lograron, ya que las fotografías que en el disco venían impresas, daban la idea de que esto era el fin del mundo y los Crüe estaban listos para ello, la idea del pentagrama la llevó Nikki Sixx de su anterior banda Sister, misma que encajó a la perfección.
El intro del disco “In the Beginning” tema que da paso a la canción principal del disco “Shout At The Devil” es algo que no te esperabas; de entrada el disco ya te atrapaba con un sólo tema, esto en verdad te hacía gritarle al diablo, ese riff decadente con esa base de batería lenta para gritar “Shout, Shout, Shout, Shout At The Devil”, te ponían los pelos de punta.
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Luego sin dar una pizca de respiro, llega la poderosa “Looks That Kill” que al día de hoy sigue siendo parte de su setlist, este tema no sólo tenía una mirada que mata, sino un riff que hipnotizaba, Mick Mars sobresale en el disco con esa cantidad de guitarrazos llenos de energía y suciedad, toca de muchas maneras, pero cuando decide meterle mugre a las guitarras, nadie como él. Aún recuerdo ese video saliendo en televisión, la mirada matadora de Wendy Barry quien interpretaba a la reina guerrera, era miedosa y erótica a la vez.
Para hacer una buen reseña de este disco, tendría que hacer un párrafo de cada uno de los temas que vienen en él, pero esto sería eterno, así que prefiero generalizar un poco: “Danger” o “Bastard” son temas que no llegaron a ser tan populares pero que patean traseros al día de hoy, la versión de los Beatles del tema “Helter Skelter” es más que brutal, si, brutal, esa es la palabra, estos señores le dieron un giro a esa canción que ya ha sido versionada por muchos sin llegarle a los tobillos a la de los Crüe.
“God Bless the Children of the Beast” es una pieza instrumental que suena muy raro la primera vez que la escuchas, pero luego te acostumbras a ella; “Red Hot” es el primer tema del lado B, y aquí la base entre Tommy y Nikki es más que perfecta, dando paso a los agudos de Vince, lo que lo convierte en uno de los temas más pesados del álbum, “Ten seconds to Love” y “Too Young to Fall In Love” son canciones que jamás te cansas de escuchar y ni qué decir de “Knock ´Em Dead, Kid”, esto es pura agresión auditiva, algo no muy común para principios de los 80´s.
Cuando se analiza el contexto de este disco, entendemos porque tantas bandas querían que Mötley Crüe fueran los teloneros de su gira, pero las locuras y los excesos, los pusieron en la mira de muchos, era la banda que se tenía que poner entre ojos, musicalmente eran bestiales, pero personalmente estaban locos en todo el sentido de la palabra.
Shout At The Devil pasa la prueba del tiempo, son muchísimos años los que tiene este disco, pero su sonido y su carácter se mantienen, después de este disco la banda ya nunca fue igual, no mala, pero no pudieron captar ese sonido que los hizo tan agresivos y los llevó al borde de la locura.
Etiquetas: 40 años, Especial, glam metal, Hard Rock, Mötley Crüe