

La noche del pasado sábado 12 de junio en So Fresh fue un tanto especial para los metaleros de Bahía Blanca. Y es que no solo allí se presentó Lörihen sino que fue el primer show de metal que pudo realizarse luego de aquel fatídico día de marzo. Una noche de emociones fuertes, pero vayamos por partes.
Como dije, la cita se desarrollo en el espacio de So Fresh, una especie de antro multicultural, sostenido con el esfuerzo y pulmón de sus gestores y que poco a poco se va abriendo camino para desarrollar diferentes fechas con las bandas que llegan desde la ciudad capital. El encuentro estaba pactado para las 21hs como prometía el flyer promocional, pero por cuestiones típicas se retraso para las 21.30hs. El ambiente era totalmente de amistad, tranquilidad y relajo, por lo que esta imprevista demora no puso en desesperación a ninguno de los asistentes. En su lugar, la mayoría se disponía a esperar mientras se hacían de alguna que otra cerveza a la vez que otros tantos aprovechaban a cenar.
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La apertura estuvo a cargo de Los Gurises Grises, que tuvo que reemplazar en el cartel a Perpetual que no podía estar para la ocasión. Con poco más de 30 minutos en escena, la banda dio un show fugaz pero enérgico. Una propuesta que es un poco de todo, pero al mismo tiempo contundentemente metal y rock pesado. Una grata sorpresa (para bien) la que me pude llevar con estos muchachos.
Luego y, después de algunos arreglos sobre el improvisado escenario, llegó el turno Penumbra, banda abanderada de la ciudad. Un proyecto que convida con lo mejor del heavy y power clásico, que chapa le sobra y que ya cuenta con material propio editado (El EP, Un Nuevo Comienzo, su último trabajo). Impecables 40 minutos en las tablas para repasar todas sus canciones (¿40 fueron?). Voces virtuosas, solos vertiginosos, un despliegue que fue construido hilando fino, sin sobresaltos musicales. Mencionar también que estuvieron acompañando a la banda principal, la noche anterior en Olavarria.

Foto cortesia Lörihen
Llegando a la medianoche y, luego de nuevamente acomodar un poco más los instrumentos y sonido, llegaba finalmente el turno del plato principal de la noche: Lorihen. Esta banda ya consagrada, con nombre pensado de un bosque ficticio de El señor de los anillos, nunca le falla a la ciudad y en, cada oportunidad, vienen a visitarnos y deleitarnos con su música. El recinto se llenó rápidamente al escuchar el primer riff de Bajo la cruz que salía de Emiliano Obregón. Rápida y tácitamente el público acordó dar el espacio delantero para el libertinaje del pogo, mientras que la otra mitad atendía con atención en la parte trasera. Si bien al principio hubo algunos pequeños deslices con el sonido (de a ratos se perdía el de la guitarra) la noche transcurrió con total naturalidad, sin tanto planificar, pero al mismo tiempo desarrollándose a la perfección.
TAMBIEN TE PUEDE INTERESAR: Track To Hell #25 | Invitado: Emiliano Obregon (Lorihen)
Entre temas de lo más reciente y lo mas viejo, sonaron joyas como Vida eterna, El último eclipse, Extraños Signos, Muro del silencio y hasta un fragmento del clásico de 2 Minutos, Ya no sos igual, en su infaltable medley. También sonaron piezas más recientes de su última producción como Gritos de libertad. Como fuere, nuevas o viejas canciones, todas tuvieron un punto en común: el incansable coreo de los allí presentes. Entre temas y temas se dejaban escuchar las palabras de Emiliano y Lucas quienes recordaban lo que pasó y la necesidad de estar siempre juntos como comunidad ante estas adversidades …”ayudarnos entre nosotros”…en alusión a la falta de respuesta y ayuda por parte de las autoridades responsables. El sonido, en términos generales, fue por demás bueno considerando que el lugar no tiene una arquitectura pensada para lo acústico. Nada que envidiarles a los otros 2 recintos de la ciudad.

Foto cortesía Lörihen
Como ya les adelanté, la noche fue especial no solo por el mero recital, sino por ser el primero luego de la (nuevamente) inclemencia climática que nos azotó. La cercanía e intimidad de un espacio como el de So Fresh, facilitaron la conexión que hubo entre público y banda, con momentos emotivos y lágrimas de espectadores en ciertos momentos, sin vallas de por medio que pudieran impedir los apretones de mano que los 4 miembros se encargaron de dar a cada uno de los asistentes.
Un show que más que otra cosa, anhelábamos para volver a sentirnos vivos, que acá estamos aún y que pase lo que pase, el metal siempre nos va a amparar. Algunas bandas eligen venir igual, cualesquiera sean las condiciones y claro que Lörihen es una de ellas. La banda prometió volver para conmemorar su 30 aniversario que se estará cumpliendo el año próximo y los esperaremos con los brazos abiertos una vez más.
Etiquetas: Bahia Blanca, Hard Rock, Heavy, Lörihen, Los Gurises Grises, Metal, Penumbra, Power, So Fresh

La noche del pasado sábado 12 de junio en So Fresh fue un tanto especial para los metaleros de Bahía Blanca. Y es que no solo allí se presentó Lörihen sino que fue el primer show de metal que pudo realizarse luego de aquel fatídico día de marzo. Una noche de emociones fuertes, pero vayamos por partes.
Como dije, la cita se desarrollo en el espacio de So Fresh, una especie de antro multicultural, sostenido con el esfuerzo y pulmón de sus gestores y que poco a poco se va abriendo camino para desarrollar diferentes fechas con las bandas que llegan desde la ciudad capital. El encuentro estaba pactado para las 21hs como prometía el flyer promocional, pero por cuestiones típicas se retraso para las 21.30hs. El ambiente era totalmente de amistad, tranquilidad y relajo, por lo que esta imprevista demora no puso en desesperación a ninguno de los asistentes. En su lugar, la mayoría se disponía a esperar mientras se hacían de alguna que otra cerveza a la vez que otros tantos aprovechaban a cenar.
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La apertura estuvo a cargo de Los Gurises Grises, que tuvo que reemplazar en el cartel a Perpetual que no podía estar para la ocasión. Con poco más de 30 minutos en escena, la banda dio un show fugaz pero enérgico. Una propuesta que es un poco de todo, pero al mismo tiempo contundentemente metal y rock pesado. Una grata sorpresa (para bien) la que me pude llevar con estos muchachos.
Luego y, después de algunos arreglos sobre el improvisado escenario, llegó el turno Penumbra, banda abanderada de la ciudad. Un proyecto que convida con lo mejor del heavy y power clásico, que chapa le sobra y que ya cuenta con material propio editado (El EP, Un Nuevo Comienzo, su último trabajo). Impecables 40 minutos en las tablas para repasar todas sus canciones (¿40 fueron?). Voces virtuosas, solos vertiginosos, un despliegue que fue construido hilando fino, sin sobresaltos musicales. Mencionar también que estuvieron acompañando a la banda principal, la noche anterior en Olavarria.

Foto cortesia Lörihen
Llegando a la medianoche y, luego de nuevamente acomodar un poco más los instrumentos y sonido, llegaba finalmente el turno del plato principal de la noche: Lorihen. Esta banda ya consagrada, con nombre pensado de un bosque ficticio de El señor de los anillos, nunca le falla a la ciudad y en, cada oportunidad, vienen a visitarnos y deleitarnos con su música. El recinto se llenó rápidamente al escuchar el primer riff de Bajo la cruz que salía de Emiliano Obregón. Rápida y tácitamente el público acordó dar el espacio delantero para el libertinaje del pogo, mientras que la otra mitad atendía con atención en la parte trasera. Si bien al principio hubo algunos pequeños deslices con el sonido (de a ratos se perdía el de la guitarra) la noche transcurrió con total naturalidad, sin tanto planificar, pero al mismo tiempo desarrollándose a la perfección.
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Entre temas de lo más reciente y lo mas viejo, sonaron joyas como Vida eterna, El último eclipse, Extraños Signos, Muro del silencio y hasta un fragmento del clásico de 2 Minutos, Ya no sos igual, en su infaltable medley. También sonaron piezas más recientes de su última producción como Gritos de libertad. Como fuere, nuevas o viejas canciones, todas tuvieron un punto en común: el incansable coreo de los allí presentes. Entre temas y temas se dejaban escuchar las palabras de Emiliano y Lucas quienes recordaban lo que pasó y la necesidad de estar siempre juntos como comunidad ante estas adversidades …”ayudarnos entre nosotros”…en alusión a la falta de respuesta y ayuda por parte de las autoridades responsables. El sonido, en términos generales, fue por demás bueno considerando que el lugar no tiene una arquitectura pensada para lo acústico. Nada que envidiarles a los otros 2 recintos de la ciudad.

Foto cortesía Lörihen
Como ya les adelanté, la noche fue especial no solo por el mero recital, sino por ser el primero luego de la (nuevamente) inclemencia climática que nos azotó. La cercanía e intimidad de un espacio como el de So Fresh, facilitaron la conexión que hubo entre público y banda, con momentos emotivos y lágrimas de espectadores en ciertos momentos, sin vallas de por medio que pudieran impedir los apretones de mano que los 4 miembros se encargaron de dar a cada uno de los asistentes.
Un show que más que otra cosa, anhelábamos para volver a sentirnos vivos, que acá estamos aún y que pase lo que pase, el metal siempre nos va a amparar. Algunas bandas eligen venir igual, cualesquiera sean las condiciones y claro que Lörihen es una de ellas. La banda prometió volver para conmemorar su 30 aniversario que se estará cumpliendo el año próximo y los esperaremos con los brazos abiertos una vez más.
Etiquetas: Bahia Blanca, Hard Rock, Heavy, Lörihen, Los Gurises Grises, Metal, Penumbra, Power, So Fresh