En enero de 2021, Michael Schenker marcaba la vuelta definitiva de su legendario Michael Schenker Group con la salida de Immortal, un álbum que confirmaba que el guitarrista alemán no había perdido las mañas, y que habiendo cumplido más de seis décadas y media todavía tenía la habilidad de rockear como si los ochentas nunca hubieran terminado. Y dieciséis meses después continúa con esta saga con Universal, el disco de material original de estudio número 12 en la carrera de la MSG, y editado el 27 de mayo a través de Atomic Fire Records.

Un detalle que mencioné acerca de Immortal en la reseña que saqué en su momento, y que aplica también a Universal, es que esta nueva etapa en la carrera solista del ex UFO y Scorpions sigue el legado de proyectos cercanos anteriores como Michael Schenker’s Temple of Rock y Michael Schenker Fest. En vez de tener una banda fija acompañándolo, el nacido en la ciudad de Sarstedt se va nutriendo de una larga lista de estrellas del rock pesado según la canción lo amerite, tomando un carácter mucho más “solista” que cualquier de los trabajos anteriores de la MSG.

Como dije en su momento, lo más seguro es que ese detalle sea una decepción para quien esperara un álbum más tradicional en el catálogo del MSG. Por suerte, la continuidad con Immortal se extiende también al buen gusto al momento de elegir colaboradores, con varios nombres repetidos: Ronnie Romero (Rainbow), Barry Sparks (UFO, Dokken, B’z) y Simon Phillips (Judas Priest, Derek Sherinian, Toto) entre los músicos, y tener como invitado a Ralf Scheepers (Primal Fear).

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Ya metiéndonos al álbum en sí, no creo que este sea un trabajo que requiera un análisis sesudo de cada detalle. Esto para nada significa que no merezca nuestra atención, sólo que es un disco extremadamente directo y honesto en sus intenciones: una celebración del rock en todas sus facetas, con un par de homenajes explícitos.

Ya la inicial “Emergency” marca esta tendencia con su mezcla de batería marchosa, doble bombo, un riff sencillo pero poderoso y la presencia de esos teclados que recuerdan inmediatamente a Deep Purple, con Romero demostrando sus dotes como frontman rockero. Por otro lado, la más tranquila “Under Attack” marca la diferencia con su velocidad más tirando a medio tiempo y sus líneas melódicas vocales más marcadas, dejando un track más que recomendable.

El doblete “Calling Baal” / “A King Has Gone” es un homenaje explícito a Ronnie James Dio, no sólo alistando a Michael Kiske (Helloween) en el micrófono sino también a Bob Daisley y Bobby Rondinelli, quienes fueran la base rítmica de Rainbow. Con una introducción de Moog a cargo de otro ex Rainbow en la figura de Tony Carey, quien tocara en Rising, y con una letra con referencias a su carrera, estamos hablando de una canción que será muy emotiva para los fans de una de las más grandes voces que haya dado el metal.

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Otro homenaje se encuentra en la canción “London Calling”. Lejos de ser un cover de The Clash, es una dedicatoria a la capital británica y a todas las bandas que salieron de allí, algo de lo que Schenker sabrá bastante desde que decidió sumarse a UFO sin saber una palabra de inglés. 

Hablando en líneas generales, Universal es un trabajo ligeramente más sosegado comparado con Immortal. Hay canciones como “Wrecking Ball” (con Ralf Scheepers) y “Au Revoir” con esas dosis de doble bombo y riffs afilados, pero la mayor parte del material no aprieta tanto el acelerador como el de aquel trabajo de 2021. Incluso “Sad Is The Song” arranca dando la idea de ser bien rápida, antes de pasar a algunos de los momentos más lentos y atmosféricos del álbum.

A pesar de ese detalle, Universal se sigue sintiendo como una segunda parte de Immortal, tanto en sonido como en producción, sonido (a cargo de Schenker y Michael Voss), estructura, invitados y demás. También se ve en la calidad del material: este nuevo álbum de la MSG, al igual que el anterior, es uno que está hecho para satisfacer el hambre de rock pesado hecho con buen gusto. Aquellos que les haya gustado el anterior de seguro encontrarán las mismas virtudes en este nuevo trabajo, que evidencia que Michael Schenker no quiere ni por asomo quedarse en los laureles.