La noche del concierto de Nile en la sala Salamandra de Barcelona, organizado por Madness Live, comenzó con un ambiente aún tibio, mientras los asistentes se acomodaban para lo que sería una velada cargada de death metal. La banda estadounidense, liderada por el cantante, guitarrista y obsesivo de la cultura antigua egipcia Karl Sanders, hacía un nuevo arribo a España presentando su álbum The Underworld Awaits Us All, otra exploración sonora de las arenas y las pirámides en clave de death metal técnico y brutal, por lo que se esperaba una fecha que nos fuera a meter de lleno en las catacumbas milenarias.
La primera banda en subirse al escenario fue Monastery, provenientes de Hungría, quienes se enfrentaron a un público reducido pero dispuesto. A pesar de la baja asistencia, el vocalista Roland Kovács dejó claro que la intensidad no se mide en cantidad, ofreciendo guturales brutales que resonaron en la sala. El setlist de Monastery estuvo dominado por temas de su más reciente trabajo, From Blood (2023), dejando espacio para la presentación de su nuevo single “Fall Apart”. Cerraron su actuación con “Divine Damnation”, una despedida poderosa que fue presenciada por muy pocos (debido al horario en el que tocaron).
A continuación, los estonios de Intrepid tomaron el relevo con su death metal de la vieja escuela. Formados en 2016, sorprendieron por su juventud y la solidez de su sonido, a pesar de contar con solo un álbum (Unused Imaginative Capacity, 2020) y un reciente EP (Slaying of Sanity / Murder of Mind, 2023). Su actuación, a medio camino entre lo técnico y lo agresivo, fue recibida con entusiasmo por los asistentes que seguían llegando. Sin duda, Intrepid son una de esas bandas que, con el tiempo, veremos ascender en la escena underground del metal.
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La tercera banda en escena fue Hideous Divinity, directamente desde Roma, Italia, quienes trajeron un sonido más oscuro y técnico. A pesar de algunos problemas en el sonido que hicieron que el bajo de Stefano Franceschini (ex-Aborted) se escuchara poco, la banda logró mantener la energía a través de la imponente labor vocal de Enrico Di Lorenzo. Presentaron temas de su más reciente trabajo, Unextinct (2024), dejando claro que, aunque los problemas técnicos puedan jugar en contra, hay que dar siempre el máximo.
Finalmente, la banda más esperada de la noche, Nile, hizo su aparición triunfal en un ambiente mucho más cargado, con la sala Salamandra prácticamente llena. Aunque la ausencia del guitarrista Brian Kingsland en esta gira europea fue noticia, Nile dio un concierto impecable. Tras una larga intro, la banda arrancó con fuerza con “Sacrifice Unto Sebek” y “Defiling The Gates Of Ishtar”, temas que prepararon el terreno para la intensidad que se avecinaba.
Un momento destacable del concierto llegó con “Kafir!”, donde se desató el primer gran pogo de la noche. Los asistentes respondieron con energía, e incluso un joven se animó al crowdsurfing, demostrando que la conexión entre la banda y el público estaba fuerte (por más que no fuera un show “Sold Out”). Karl Sanders, aunque no tan protagonista como en giras anteriores, sigue siendo el alma musical de la banda, mientras que George Kollias ofreció una actuación impecable en la batería, con una precisión que dejaba sin aliento.
“Stelae of Vultures“ y “To Strike With Secret” Fang fueron los únicos temas que tocaron de su reciente lanzamiento, pero el verdadero cierre épico llegó con “Annihilation of the Wicked” y “Black Seeds of Vengeance”. Fueron quince minutos finales de pura brutalidad, que culminaron una hora y cuarto de death metal técnico y demoledor. Sin lugar a dudas, Nile demostró por qué siguen siendo uno de los grandes maestros del género.
La noche del concierto de Nile en la sala Salamandra de Barcelona, organizado por Madness Live, comenzó con un ambiente aún tibio, mientras los asistentes se acomodaban para lo que sería una velada cargada de death metal. La banda estadounidense, liderada por el cantante, guitarrista y obsesivo de la cultura antigua egipcia Karl Sanders, hacía un nuevo arribo a España presentando su álbum The Underworld Awaits Us All, otra exploración sonora de las arenas y las pirámides en clave de death metal técnico y brutal, por lo que se esperaba una fecha que nos fuera a meter de lleno en las catacumbas milenarias.
La primera banda en subirse al escenario fue Monastery, provenientes de Hungría, quienes se enfrentaron a un público reducido pero dispuesto. A pesar de la baja asistencia, el vocalista Roland Kovács dejó claro que la intensidad no se mide en cantidad, ofreciendo guturales brutales que resonaron en la sala. El setlist de Monastery estuvo dominado por temas de su más reciente trabajo, From Blood (2023), dejando espacio para la presentación de su nuevo single “Fall Apart”. Cerraron su actuación con “Divine Damnation”, una despedida poderosa que fue presenciada por muy pocos (debido al horario en el que tocaron).
A continuación, los estonios de Intrepid tomaron el relevo con su death metal de la vieja escuela. Formados en 2016, sorprendieron por su juventud y la solidez de su sonido, a pesar de contar con solo un álbum (Unused Imaginative Capacity, 2020) y un reciente EP (Slaying of Sanity / Murder of Mind, 2023). Su actuación, a medio camino entre lo técnico y lo agresivo, fue recibida con entusiasmo por los asistentes que seguían llegando. Sin duda, Intrepid son una de esas bandas que, con el tiempo, veremos ascender en la escena underground del metal.
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Finalmente, la banda más esperada de la noche, Nile, hizo su aparición triunfal en un ambiente mucho más cargado, con la sala Salamandra prácticamente llena. Aunque la ausencia del guitarrista Brian Kingsland en esta gira europea fue noticia, Nile dio un concierto impecable. Tras una larga intro, la banda arrancó con fuerza con “Sacrifice Unto Sebek” y “Defiling The Gates Of Ishtar”, temas que prepararon el terreno para la intensidad que se avecinaba.
Un momento destacable del concierto llegó con “Kafir!”, donde se desató el primer gran pogo de la noche. Los asistentes respondieron con energía, e incluso un joven se animó al crowdsurfing, demostrando que la conexión entre la banda y el público estaba fuerte (por más que no fuera un show “Sold Out”). Karl Sanders, aunque no tan protagonista como en giras anteriores, sigue siendo el alma musical de la banda, mientras que George Kollias ofreció una actuación impecable en la batería, con una precisión que dejaba sin aliento.
“Stelae of Vultures“ y “To Strike With Secret” Fang fueron los únicos temas que tocaron de su reciente lanzamiento, pero el verdadero cierre épico llegó con “Annihilation of the Wicked” y “Black Seeds of Vengeance”. Fueron quince minutos finales de pura brutalidad, que culminaron una hora y cuarto de death metal técnico y demoledor. Sin lugar a dudas, Nile demostró por qué siguen siendo uno de los grandes maestros del género.