La historia de Retrosatán se remonta hasta 1983, estableciéndose como uno de los grupos más particulares de la escena argentina con sus recitales con toques de teatralidad y letras con referencias demoníacas, poniéndolos como los pioneros en Argentina de la explosión del “metal satánico” de los ochentas. Se separaron en 1991, ya sin ninguno de sus miembros originales, pero la enorme cantidad de cambios de formación hizo que el metal argentino de la época bien pudiera ser un juego de “grados de separación” con Retrosatán, manteniendo viva una leyenda que más tarde se hizo más accesible con un par de compilados de sus demos y la vuelta de la banda en 2015, con el cantante Rubén Cuenca, el guitarrista Gustavo N. Fernández y el baterista Jorge A. Sánchez viniendo de aquellas formaciones de los ochentas y sumándose Claudio Duliba en la guitarra y Leandro Galeano en el bajo.
Habiendo podido editar su debut Juegos Diabólicos en 2023, Retrosatán ha estado recuperando el tiempo perdido, lo que incluyó la presentación de la banda en la noche del 30 de agosto en el escenario subterráneo de Casa Colombo (Gallo 557), en Buenos Aires. Aquel viernes fue un día horrible como pocos que haya visto para ir a un recital, con la tormenta de Santa Rosa convirtiendo a la ciudad en un cúmulo de vientos que volaban todo, lluvias heladas y un frío intenso que lograba meterse entre la ropa. Con todo ello, era de agradecer a la gente que hubiera querido acercarse a este recinto para ver a estas leyendas vivas del metal argentino en vivo.
Antes, quisiera agradecer a las bandas Same Old Songs, Falsa Creencia, Ruster y Mutualismo por sus presentaciones antes de la fecha de Retrosatán, no como teloneros sino como parte de un evento completamente diferente al que caí por no haber leído bien el flyer del recital metalero. Una seguidilla interesante de pop punk, rock alternativo y demás cosas como para andar en patineta.
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Antes de que las primeras bandas de la fecha principal saliera al escenario, pudimos recorrer la instalación de merchandising, pudiendo conseguir Juegos Diabólicos en varios formatos (CD, vinilo e incluso cassette) y remeras de Retrosatán, además de una gran selección de artesanías de cuero a cargo de Juan Carlos Tejera, que aparecía con traje completo de herrero medieval.
Pasada ya la 1 de la mañana, la fecha tuvo tres bandas que dieron inicio a la fecha.
1970 tomaron el control del pequeño escenario de Casa Colombo, armados con las canciones de sus EPs Letras de Sangre y La Oscuridad Interior. El grupo de stoner mostró la potencia de sus guitarras graves y bajos llenos de distorsión dentro de este recinto subterráneo y ante una audiencia pequeña pero dedicada, de vuelta teniendo en cuenta cómo estaba el clima subiendo las escaleras.
Anderrock hicieron lo suyo con su estilo hardrockero, de ese con riffs para mover la pata y con un par de lentos como para servirse una cerveza y pensar. Este grupo de La Plata es de esos que no serán realmente metaleros pero no quedan fuera de lugar en una fecha de esa onda, siendo que por ejemplo estuvieron junto a Tren Loco, con sus guitarras poderosas y estribillos para cantar a todo pulmón.
Desterrado completaban esta trilogía: un grupo heavy de La Plata con voces rasposas y mucha onda en su propuesta, no necesariamente muy original pero sí efectiva en su idea de poner a la gente a disfrutar de unos buenos riffs. De esas bandas que dan ganas de subirse a un auto o a una moto para recorrer las rutas escuchando a todo volumen sus canciones y sin tener un destino fijo.
Retrosatán salieron al escenario ya con la noche muy avanzada, a la vieja usanza de las fechas under del metal argentino. El quinteto habrá tenido sus problemas moviéndose dentro del limitado espacio del escenario, pero eso no impidió que Retrosatán diera una presentación acorde a la leyenda que rodea a la banda y a su nombre.
La lista de canciones estuvo dividida 50% y 50% entre clásicos salidos de su demo Grito Mortal (1987), como la misma “Grito Mortal”, “Planificando la muerte” y “Exorcizando La Cruz”, y canciones salidas de Juegos Diabólicos como “Enceguecido por el odio”, “Quemante Agonía” y “Suplicio”. Dividir de esa manera el setlist es una gran decisión, mostrando que el material del álbum está a la par de las composiciones de su etapa “clásica”.
Las guitarras de Fernández y Duliba sonaron bien tanto en los solos como en los riffs de toque épico, con ese estilo de heavy clásico deudor de la Nueva Ola del Metal Británico que son tan propios de la propuesta de Retrosatán. Y la voz de Cuenca mostrará el paso del tiempo, como pasa con cualquier cantante, pero ese tono particular y aguerrido en su interpretación le da un toque muy distintivo: no todo cantante debe sonar como Bruce Dickinson.
Cerrando con el doblete de “Grito Mortal” y “Sin Parar”, Retrosatán dieron punto final a una presentación con energía y volumen, demostrando que el paso del tiempo no ha hecho mella y que todavía les queda mucha nafta en el tanque para seguir su camino. Con la noche ya avanzada y el frío todavía persistiendo en la ciudad, sabíamos que todo había valido la pena para ver a este grupo tan de culto del metal argentino.
Etiquetas: 1970, Anderrock, argentina, Desterrado, Hard Rock, Heavy Metal, Retrosatan, stoner metal, stoner rockLa historia de Retrosatán se remonta hasta 1983, estableciéndose como uno de los grupos más particulares de la escena argentina con sus recitales con toques de teatralidad y letras con referencias demoníacas, poniéndolos como los pioneros en Argentina de la explosión del “metal satánico” de los ochentas. Se separaron en 1991, ya sin ninguno de sus miembros originales, pero la enorme cantidad de cambios de formación hizo que el metal argentino de la época bien pudiera ser un juego de “grados de separación” con Retrosatán, manteniendo viva una leyenda que más tarde se hizo más accesible con un par de compilados de sus demos y la vuelta de la banda en 2015, con el cantante Rubén Cuenca, el guitarrista Gustavo N. Fernández y el baterista Jorge A. Sánchez viniendo de aquellas formaciones de los ochentas y sumándose Claudio Duliba en la guitarra y Leandro Galeano en el bajo.
Habiendo podido editar su debut Juegos Diabólicos en 2023, Retrosatán ha estado recuperando el tiempo perdido, lo que incluyó la presentación de la banda en la noche del 30 de agosto en el escenario subterráneo de Casa Colombo (Gallo 557), en Buenos Aires. Aquel viernes fue un día horrible como pocos que haya visto para ir a un recital, con la tormenta de Santa Rosa convirtiendo a la ciudad en un cúmulo de vientos que volaban todo, lluvias heladas y un frío intenso que lograba meterse entre la ropa. Con todo ello, era de agradecer a la gente que hubiera querido acercarse a este recinto para ver a estas leyendas vivas del metal argentino en vivo.
Antes, quisiera agradecer a las bandas Same Old Songs, Falsa Creencia, Ruster y Mutualismo por sus presentaciones antes de la fecha de Retrosatán, no como teloneros sino como parte de un evento completamente diferente al que caí por no haber leído bien el flyer del recital metalero. Una seguidilla interesante de pop punk, rock alternativo y demás cosas como para andar en patineta.
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Pasada ya la 1 de la mañana, la fecha tuvo tres bandas que dieron inicio a la fecha.
1970 tomaron el control del pequeño escenario de Casa Colombo, armados con las canciones de sus EPs Letras de Sangre y La Oscuridad Interior. El grupo de stoner mostró la potencia de sus guitarras graves y bajos llenos de distorsión dentro de este recinto subterráneo y ante una audiencia pequeña pero dedicada, de vuelta teniendo en cuenta cómo estaba el clima subiendo las escaleras.
Anderrock hicieron lo suyo con su estilo hardrockero, de ese con riffs para mover la pata y con un par de lentos como para servirse una cerveza y pensar. Este grupo de La Plata es de esos que no serán realmente metaleros pero no quedan fuera de lugar en una fecha de esa onda, siendo que por ejemplo estuvieron junto a Tren Loco, con sus guitarras poderosas y estribillos para cantar a todo pulmón.
Desterrado completaban esta trilogía: un grupo heavy de La Plata con voces rasposas y mucha onda en su propuesta, no necesariamente muy original pero sí efectiva en su idea de poner a la gente a disfrutar de unos buenos riffs. De esas bandas que dan ganas de subirse a un auto o a una moto para recorrer las rutas escuchando a todo volumen sus canciones y sin tener un destino fijo.
Retrosatán salieron al escenario ya con la noche muy avanzada, a la vieja usanza de las fechas under del metal argentino. El quinteto habrá tenido sus problemas moviéndose dentro del limitado espacio del escenario, pero eso no impidió que Retrosatán diera una presentación acorde a la leyenda que rodea a la banda y a su nombre.
La lista de canciones estuvo dividida 50% y 50% entre clásicos salidos de su demo Grito Mortal (1987), como la misma “Grito Mortal”, “Planificando la muerte” y “Exorcizando La Cruz”, y canciones salidas de Juegos Diabólicos como “Enceguecido por el odio”, “Quemante Agonía” y “Suplicio”. Dividir de esa manera el setlist es una gran decisión, mostrando que el material del álbum está a la par de las composiciones de su etapa “clásica”.
Las guitarras de Fernández y Duliba sonaron bien tanto en los solos como en los riffs de toque épico, con ese estilo de heavy clásico deudor de la Nueva Ola del Metal Británico que son tan propios de la propuesta de Retrosatán. Y la voz de Cuenca mostrará el paso del tiempo, como pasa con cualquier cantante, pero ese tono particular y aguerrido en su interpretación le da un toque muy distintivo: no todo cantante debe sonar como Bruce Dickinson.
Cerrando con el doblete de “Grito Mortal” y “Sin Parar”, Retrosatán dieron punto final a una presentación con energía y volumen, demostrando que el paso del tiempo no ha hecho mella y que todavía les queda mucha nafta en el tanque para seguir su camino. Con la noche ya avanzada y el frío todavía persistiendo en la ciudad, sabíamos que todo había valido la pena para ver a este grupo tan de culto del metal argentino.
Etiquetas: 1970, Anderrock, argentina, Desterrado, Hard Rock, Heavy Metal, Retrosatan, stoner metal, stoner rock