Tras más de treinta años de existencia, con varios cambios de integrantes, quizás el más recordado, el de Leo Jiménez en voces para que haga su ingreso el fortachón Tete Novoa, los madrileños Saratoga hacían su desembarco en la República Argentina en la noche del 19 de noviembre del 2024 y no podía perdérmelo, así que aprovecho para agradecer a Jorge de Anubis Music y a Marcela de Icarus por la acreditación para cubrir dicho evento.
Al momento del ingreso al recinto, siendo las 18:55 horas aproximadamente, pude notar gran cantidad de público apostado sobre las vallas de contención y prestas a escuchar a cada una de las bandas soportes mientras se esperaba por los españoles.
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Los primeros en presentarse sobre las tablas de El Teatrito fueron los muchachos de Lordowar, banda de power metal épico oriunda la provincia de Catamarca estilo Angra, uno de los puntos más altos del evento que tomaron por sorpresa a más de uno de los presentes con cada una de sus interpretaciones.
Sergio presenta un registro vocal muy ameno para el estilo y se complementa de gran manera con lo hecho por José en la batería y los coros de Néstor en la guitarra, Facundo en el bajo, Jorge y Diego, guitarrista y tecladista respectivamente.
El setlist incluyó canciones como “Steel Core”, “Land of the Giants” y “Legendary Heroes”, entre otras. Ya acercándose al final, la pieza que más destacó fue “Spartans Warriors”, donde el cantante apareció equipado con un casco de guerrero griego, evocando la antigua Edad Media. La canción incluye un coro épico, digno de formar parte de alguna película bélica de la época.
La última del setlist estuvo a cargo de los norteños junto a Pablo, voz principal de Proyecto Grial que subió al pequeño escenario para interpretar “I’m alive” de Halloween y que fue acompañada por todo el público presente con puños elevados y gritos ensordecedores. Aplausos finales para los catamarqueños quienes nuevamente pisaron la gran ciudad dando otro excelente show.
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Abeydon saltó al escenario a las 19:45. Enrolados en un heavy metal actual con influencias de power metal, demostraron, canción tras canción, todo lo que han cosechado en más de 15 años de trayectoria. Con un larga duración titulado No me detendré, editado en 2018, extrajeron la canción “El día después” para ir ganando adeptos con el pasar de los minutos.
Las interpretaciones se sucedieron, incluyendo temas como “No estás sola”, entre otras. Fue una excelente propuesta, liderada por un cantante que sabe lo que hace y cómo manejar al público, quienes se hicieron escuchar con cánticos y aplausos para músicos que dejaron el escenario encendido después de 30 minutos de set.
Los hard rockeros LID fueron la antesala al plato principal, quizás estratégicamente ubicados en tercer lugar para bajar un poco las revoluciones y evitar que nuestros oídos quedaran saturados de tanto power metal antes de la salida de Tete y compañía. En todo caso, fue una excelente manera de calmar a las fieras, un acierto destacable por parte de los productores del evento.
Con un sonido aceptable, aunque con pequeñas imperfecciones en la mezcla final, el bajo rebotó demasiado fuerte, llegando a acoplar en algunos momentos, algo que fue subsanado con el correr de los minutos. Con un muy buen hard rock que rozaba el heavy metal, los muchachos se dieron el lujo de mostrarle a un Teatrito, que para ese entonces lucía casi lleno, varias canciones de su álbum debut, editado este mismo año 2024.
“Asesinos”, “Disparo a la razón”, “Simulando”, integraron el setlist que poco a poco iba llegando a su final. Las canciones elegidas para dar cierre a su último show del año serían, “Quieren Sangre”, una pieza cargada de buena velocidad y “Al hombre” que dejó la pista cargada de adrenalina y al público prendido fuego.
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Con esa sensación de ansiedad que genera presenciar un show de tu banda favorita, la gente estaba impaciente. Las clásicas canciones de aliento futbolero no podían faltar. “Saratoga, Saratoga” y la infaltable “ooh Saratoga, es un sentimiento, no puedo paraaaar” retumbaban en todo el local céntrico.
A medida que los telones que cubrían el escenario comenzaban a abrirse, sonaba la intro de “El Clan de la Lucha” y la gente explotaba en éxtasis. Mientras los integrantes ocupaban sus lugares, el aplausómetro superaba el máximo establecido, sin embargo, con el ingreso de Tete Novoa, la cosa se puso más caliente. La banda arrancó con todo, y, al interpretar “San Telmo 1940”, empezaron “ganando desde el vestuario”.
Con más de 13 discos editados, es difícil complacer a todos los oyentes, pero puedo dar fe de que cada una de las canciones que sonó aquella noche son clásicos, especialmente para los presentes, quienes esperamos a la banda durante tantos años y por fin pudimos sacarnos esa espina.
Tete Novoa, con su gran despliegue vocal y su físico, se mostró concentrado mientras sonaban los gritos de las mujeres que coparon en gran masa el lugar. Entre las canciones que sonaron, nos encontramos con “A Morir” y “Mi Ciudad”, dos muy festejadas por todos. La sonrisa de Niko se acoplaba con el resto de los músicos, quienes no paraban de agradecer y sorprenderse por todo el cariño recibido por los argentinos.
“Saratoga, Saratoga”, volví a retumbar en el lugar, hasta que se dio inicio a “Ángel de Barro”, a la que siguió un hitazo: “Maldito Corazón”, que resonó con fuerza, dejando las gargantas rojas. El vocalista realizó varias señas al encargado de la consola de sonido, ya que los monitores del bajo y de la guitarra se encontraban desbalanceados, por lo que, luego de ciertos ajustes, el show continuó su curso de manera normal.
Un juego entre el musculoso cantante y la gente dio paso a “Lejos de Ti”, una balada que se cantó con sentimiento y el corazón en la mano. Luego de un breve (NDR: e innecesario) solo de batería de Arnau, se encargó de presentar a la banda, para así darle paso a “Heavy Metal”, “Resurrección” y… otro solo, esta vez a cargo del comandante en jefe, Niko del Hierro, único integrante original de la banda.
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Llegó el turno de otra de las baladas más sentidas: “Si Amaneciera” tuvo al público como actor principal, mientras Tete se encargaría de demostrar que es uno de los vocalistas más versátiles del metal en español. El show estaba llegando a su fin, pero no podíamos perdernos tres de los mejores temas de la discografía: “No Sufriré Jamás por Ti”, “Ave Fénix” y “Como el Viento”.
La euforia entre el vocalista y la audiencia fue tal que se lanzó a cantar con ellos varias veces, recibiendo abrazos y aplausos hasta que, una vez vuelto al escenario, no paró de agradecer por “sentir la música en el pecho” y dejó en claro que ese 19 de noviembre quedará marcado para la historia y volverá a repetirse.
Al repertorio le quedarían algunas canciones más, pero luego de la presentación del chileno Charlie Parra del Riego, le sucedió un excelente solo de guitarra, dejando claro por qué es uno de los mejores guitarristas de la región.
El cierre llegó de la mano del trío conformado por “Mi Venganza”, con toda la dualidad de Tete en las voces, y, sin respiro, le siguió (para mi gusto) una de las mejores canciones de la agrupación: “Vientos de Guerra”.
“Perro Traidor”, la emblemática canción, sería la seleccionada para despedir una noche que, tras casi 2 horas de show, finalizó en lo más alto, un espectáculo que perdurará en nuestra memoria y en el corazón de sus fans.
Fotos de Martin DarkSoul
Tras más de treinta años de existencia, con varios cambios de integrantes, quizás el más recordado, el de Leo Jiménez en voces para que haga su ingreso el fortachón Tete Novoa, los madrileños Saratoga hacían su desembarco en la República Argentina en la noche del 19 de noviembre del 2024 y no podía perdérmelo, así que aprovecho para agradecer a Jorge de Anubis Music y a Marcela de Icarus por la acreditación para cubrir dicho evento.
Al momento del ingreso al recinto, siendo las 18:55 horas aproximadamente, pude notar gran cantidad de público apostado sobre las vallas de contención y prestas a escuchar a cada una de las bandas soportes mientras se esperaba por los españoles.
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Los primeros en presentarse sobre las tablas de El Teatrito fueron los muchachos de Lordowar, banda de power metal épico oriunda la provincia de Catamarca estilo Angra, uno de los puntos más altos del evento que tomaron por sorpresa a más de uno de los presentes con cada una de sus interpretaciones.
Sergio presenta un registro vocal muy ameno para el estilo y se complementa de gran manera con lo hecho por José en la batería y los coros de Néstor en la guitarra, Facundo en el bajo, Jorge y Diego, guitarrista y tecladista respectivamente.
El setlist incluyó canciones como “Steel Core”, “Land of the Giants” y “Legendary Heroes”, entre otras. Ya acercándose al final, la pieza que más destacó fue “Spartans Warriors”, donde el cantante apareció equipado con un casco de guerrero griego, evocando la antigua Edad Media. La canción incluye un coro épico, digno de formar parte de alguna película bélica de la época.
La última del setlist estuvo a cargo de los norteños junto a Pablo, voz principal de Proyecto Grial que subió al pequeño escenario para interpretar “I’m alive” de Halloween y que fue acompañada por todo el público presente con puños elevados y gritos ensordecedores. Aplausos finales para los catamarqueños quienes nuevamente pisaron la gran ciudad dando otro excelente show.
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Abeydon saltó al escenario a las 19:45. Enrolados en un heavy metal actual con influencias de power metal, demostraron, canción tras canción, todo lo que han cosechado en más de 15 años de trayectoria. Con un larga duración titulado No me detendré, editado en 2018, extrajeron la canción “El día después” para ir ganando adeptos con el pasar de los minutos.
Las interpretaciones se sucedieron, incluyendo temas como “No estás sola”, entre otras. Fue una excelente propuesta, liderada por un cantante que sabe lo que hace y cómo manejar al público, quienes se hicieron escuchar con cánticos y aplausos para músicos que dejaron el escenario encendido después de 30 minutos de set.
Los hard rockeros LID fueron la antesala al plato principal, quizás estratégicamente ubicados en tercer lugar para bajar un poco las revoluciones y evitar que nuestros oídos quedaran saturados de tanto power metal antes de la salida de Tete y compañía. En todo caso, fue una excelente manera de calmar a las fieras, un acierto destacable por parte de los productores del evento.
Con un sonido aceptable, aunque con pequeñas imperfecciones en la mezcla final, el bajo rebotó demasiado fuerte, llegando a acoplar en algunos momentos, algo que fue subsanado con el correr de los minutos. Con un muy buen hard rock que rozaba el heavy metal, los muchachos se dieron el lujo de mostrarle a un Teatrito, que para ese entonces lucía casi lleno, varias canciones de su álbum debut, editado este mismo año 2024.
“Asesinos”, “Disparo a la razón”, “Simulando”, integraron el setlist que poco a poco iba llegando a su final. Las canciones elegidas para dar cierre a su último show del año serían, “Quieren Sangre”, una pieza cargada de buena velocidad y “Al hombre” que dejó la pista cargada de adrenalina y al público prendido fuego.
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Con esa sensación de ansiedad que genera presenciar un show de tu banda favorita, la gente estaba impaciente. Las clásicas canciones de aliento futbolero no podían faltar. “Saratoga, Saratoga” y la infaltable “ooh Saratoga, es un sentimiento, no puedo paraaaar” retumbaban en todo el local céntrico.
A medida que los telones que cubrían el escenario comenzaban a abrirse, sonaba la intro de “El Clan de la Lucha” y la gente explotaba en éxtasis. Mientras los integrantes ocupaban sus lugares, el aplausómetro superaba el máximo establecido, sin embargo, con el ingreso de Tete Novoa, la cosa se puso más caliente. La banda arrancó con todo, y, al interpretar “San Telmo 1940”, empezaron “ganando desde el vestuario”.
Con más de 13 discos editados, es difícil complacer a todos los oyentes, pero puedo dar fe de que cada una de las canciones que sonó aquella noche son clásicos, especialmente para los presentes, quienes esperamos a la banda durante tantos años y por fin pudimos sacarnos esa espina.
Tete Novoa, con su gran despliegue vocal y su físico, se mostró concentrado mientras sonaban los gritos de las mujeres que coparon en gran masa el lugar. Entre las canciones que sonaron, nos encontramos con “A Morir” y “Mi Ciudad”, dos muy festejadas por todos. La sonrisa de Niko se acoplaba con el resto de los músicos, quienes no paraban de agradecer y sorprenderse por todo el cariño recibido por los argentinos.
“Saratoga, Saratoga”, volví a retumbar en el lugar, hasta que se dio inicio a “Ángel de Barro”, a la que siguió un hitazo: “Maldito Corazón”, que resonó con fuerza, dejando las gargantas rojas. El vocalista realizó varias señas al encargado de la consola de sonido, ya que los monitores del bajo y de la guitarra se encontraban desbalanceados, por lo que, luego de ciertos ajustes, el show continuó su curso de manera normal.
Un juego entre el musculoso cantante y la gente dio paso a “Lejos de Ti”, una balada que se cantó con sentimiento y el corazón en la mano. Luego de un breve (NDR: e innecesario) solo de batería de Arnau, se encargó de presentar a la banda, para así darle paso a “Heavy Metal”, “Resurrección” y… otro solo, esta vez a cargo del comandante en jefe, Niko del Hierro, único integrante original de la banda.
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Llegó el turno de otra de las baladas más sentidas: “Si Amaneciera” tuvo al público como actor principal, mientras Tete se encargaría de demostrar que es uno de los vocalistas más versátiles del metal en español. El show estaba llegando a su fin, pero no podíamos perdernos tres de los mejores temas de la discografía: “No Sufriré Jamás por Ti”, “Ave Fénix” y “Como el Viento”.
La euforia entre el vocalista y la audiencia fue tal que se lanzó a cantar con ellos varias veces, recibiendo abrazos y aplausos hasta que, una vez vuelto al escenario, no paró de agradecer por “sentir la música en el pecho” y dejó en claro que ese 19 de noviembre quedará marcado para la historia y volverá a repetirse.
Al repertorio le quedarían algunas canciones más, pero luego de la presentación del chileno Charlie Parra del Riego, le sucedió un excelente solo de guitarra, dejando claro por qué es uno de los mejores guitarristas de la región.
El cierre llegó de la mano del trío conformado por “Mi Venganza”, con toda la dualidad de Tete en las voces, y, sin respiro, le siguió (para mi gusto) una de las mejores canciones de la agrupación: “Vientos de Guerra”.
“Perro Traidor”, la emblemática canción, sería la seleccionada para despedir una noche que, tras casi 2 horas de show, finalizó en lo más alto, un espectáculo que perdurará en nuestra memoria y en el corazón de sus fans.