Una nueva visita de Skull Fist, los defensores del metal puro y verdadero, esta vez de la mano de la Associació Cultural Metal Cova, diría que en su tercera, o quizás cuarta visita, aunque la única vez que había visto a los de Toronto fue en la Salamandra de L’Hospitalet de Llobregat embutidos en un mega cartel liderado por los thrashers catalanes Crisix, junto a los griegos Suicidal Angels, e Evil Invaders en 2016.
Al llegar a la sala Wolf el quinteto Screamer ya llevaban unos quince minutos descargando material de su recién editado Kingmaker, con su tema homónimo y “Burn it Down”, aunque a mi llegada ya andaban pegándole duro al “Ride On” de su Highway of Heroes (2019). Los suecos lucían un vestuario muy similar, con chalecos de cuero blancos sobre camisetas negras, a excepción del gigantón Henrik Petersson (ex Night). Tras preguntar si lo estábamos pasando bien, los vikingos volvían a atacar con más novedades, como “Rise Above”, aunque tuvieron que reiniciarla en un par de ocasiones por problemas en la guitarra del bosnio Dejan Rosić, seguida por el medio tiempo titulado “The Traveler”. Recuperan velocidad al grito de Barcelona, para entrar acto seguido con “On My Way”, en la que Andreas Wikström tuvo un pequeño desfallecimiento vocal al finalizar el corte.
Tras “Highway of Heroes”, el propio Andreas recuerda que el próximo tema le da título a un disco que este año cumple su décimo aniversario, y que no es otra que “Phoenix”. Con “Rider of Death” el ambiente se caldea, y los coros van acompañando a esta composición con elementos Maiden hasta un apoteósico final. Pero no se vayan todavía, aún hay más, Wikström juega un poco con el título del siguiente tema preguntándonos “Can You Hear Me”, única composición que recuperan de su álbum debut Adrenaline Distractions (2011). Dos nuevos cortes de su Kingmaker con “Hellfire” y “Chasing the Rainbow”, antes de finalizar una hora de notable actuación con “Shadow Hunter”, y “Out of the Dark”.
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Con un mínimo retraso sobre el horario establecido saltaban como a la cancha los chicos de Skull Fist, con su nuevo guitarra rítmica Brett Hexx, cedido por los heavy metaleros canadienses Ammo, sustituyendo al desertor Johnny Nesta, en principio para las actuaciones en directo, ya veremos en un futuro si pasa a ser miembro fijo de la banda liderada por Zach Slaughter.
Viendo su repertorio ejecutado durante su gira sudamericana, que incluyó una fecha en Texas, y los realizados en esta gira europea era calcado, y con tan solo doce temas todo hacía prever que su directo rondaría los sesenta minutos, y así fue. Iniciaron su embravecido directo con “Hour to Live” agitando las melenas arriba y abajo, y con Zach luciendo ese tatuaje en su brazo izquierdo que ilustra la portada de su último disco Paid in Full (2022). Tras preguntarnos si hemos venido a escuchar buena mierda, chillido al canto para “Get Fisted” desde su Head öf the Pack (2011), durante la cual Zach y el bajista Casey Slade intercambiaron micrófonos donde pegar alguno de sus agudos alaridos, marca de la casa. Más coros con el personal presente en la sala, diría que no llegaría a los doscientos, con “You’re Gonna Pay” de su Chasing the Dream (2014), y tres cuartos de lo mismo con “Long Live the Fist”, a pesar de ser una de las nuevas. De la novedad a los orígenes con “Blackout” desde el primigenio EP Heavier Than Metal en la que Zach saltó sobre el público que lo teletransportó por unos segundos hasta devolverlo de una pieza a sus compañeros.
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Momento ahora para recuperar uno de esos infaltables solos de batería de los ochenta a cargo de JJ Tartaglia, antes de atacar con la clásica “Sign of the Warrior”. Puños arriba para entonar “Bad for Good”, donde, por fin, si aprecio esa similitud con la voz de Scorpions, Klaus Meine tan apreciable en sus discos en estudio. Ya completamente empapados llegan al primer descanso tras “Head of the Pack”.
Para el primer bis, los dos guitarras bajan a la pista con Brett sobre las espaldas de Slaughter mientras interpretan “No False Metal”, y abandonan de nuevo el escenario. El cuarteto vuelve al ataque tras unos animosos gritos futboleros del personal para hacer “You Belong to Me”, de Way of the Road (2018). Cuando algunos ya dábamos el show por finalizado salta la esperanza, dado el insistente clamor del personal, pero solo fue un espejismo, tan solo volvieron Brett y Casey para informar que no tienen más composiciones preparadas para tocar en directo, y que sintiéndolo mucho no van a hacer ninguna más. Así que, con cierta cara de decepción fuimos abandonando el local que no llegó a la media entrada para un excelente descarga de estos insignes representantes de la New Wave Of Traditional Heavy Metal, pero que como decía se nos hizo bastante corta, algo que viene siendo habitual en muchas bandas últimamente, que siendo cabezas de cartel no superan la hora, hora y cuarto de actuación.
Una nueva visita de Skull Fist, los defensores del metal puro y verdadero, esta vez de la mano de la Associació Cultural Metal Cova, diría que en su tercera, o quizás cuarta visita, aunque la única vez que había visto a los de Toronto fue en la Salamandra de L’Hospitalet de Llobregat embutidos en un mega cartel liderado por los thrashers catalanes Crisix, junto a los griegos Suicidal Angels, e Evil Invaders en 2016.
Al llegar a la sala Wolf el quinteto Screamer ya llevaban unos quince minutos descargando material de su recién editado Kingmaker, con su tema homónimo y “Burn it Down”, aunque a mi llegada ya andaban pegándole duro al “Ride On” de su Highway of Heroes (2019). Los suecos lucían un vestuario muy similar, con chalecos de cuero blancos sobre camisetas negras, a excepción del gigantón Henrik Petersson (ex Night). Tras preguntar si lo estábamos pasando bien, los vikingos volvían a atacar con más novedades, como “Rise Above”, aunque tuvieron que reiniciarla en un par de ocasiones por problemas en la guitarra del bosnio Dejan Rosić, seguida por el medio tiempo titulado “The Traveler”. Recuperan velocidad al grito de Barcelona, para entrar acto seguido con “On My Way”, en la que Andreas Wikström tuvo un pequeño desfallecimiento vocal al finalizar el corte.
Tras “Highway of Heroes”, el propio Andreas recuerda que el próximo tema le da título a un disco que este año cumple su décimo aniversario, y que no es otra que “Phoenix”. Con “Rider of Death” el ambiente se caldea, y los coros van acompañando a esta composición con elementos Maiden hasta un apoteósico final. Pero no se vayan todavía, aún hay más, Wikström juega un poco con el título del siguiente tema preguntándonos “Can You Hear Me”, única composición que recuperan de su álbum debut Adrenaline Distractions (2011). Dos nuevos cortes de su Kingmaker con “Hellfire” y “Chasing the Rainbow”, antes de finalizar una hora de notable actuación con “Shadow Hunter”, y “Out of the Dark”.
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Con un mínimo retraso sobre el horario establecido saltaban como a la cancha los chicos de Skull Fist, con su nuevo guitarra rítmica Brett Hexx, cedido por los heavy metaleros canadienses Ammo, sustituyendo al desertor Johnny Nesta, en principio para las actuaciones en directo, ya veremos en un futuro si pasa a ser miembro fijo de la banda liderada por Zach Slaughter.
Viendo su repertorio ejecutado durante su gira sudamericana, que incluyó una fecha en Texas, y los realizados en esta gira europea era calcado, y con tan solo doce temas todo hacía prever que su directo rondaría los sesenta minutos, y así fue. Iniciaron su embravecido directo con “Hour to Live” agitando las melenas arriba y abajo, y con Zach luciendo ese tatuaje en su brazo izquierdo que ilustra la portada de su último disco Paid in Full (2022). Tras preguntarnos si hemos venido a escuchar buena mierda, chillido al canto para “Get Fisted” desde su Head öf the Pack (2011), durante la cual Zach y el bajista Casey Slade intercambiaron micrófonos donde pegar alguno de sus agudos alaridos, marca de la casa. Más coros con el personal presente en la sala, diría que no llegaría a los doscientos, con “You’re Gonna Pay” de su Chasing the Dream (2014), y tres cuartos de lo mismo con “Long Live the Fist”, a pesar de ser una de las nuevas. De la novedad a los orígenes con “Blackout” desde el primigenio EP Heavier Than Metal en la que Zach saltó sobre el público que lo teletransportó por unos segundos hasta devolverlo de una pieza a sus compañeros.
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Para el primer bis, los dos guitarras bajan a la pista con Brett sobre las espaldas de Slaughter mientras interpretan “No False Metal”, y abandonan de nuevo el escenario. El cuarteto vuelve al ataque tras unos animosos gritos futboleros del personal para hacer “You Belong to Me”, de Way of the Road (2018). Cuando algunos ya dábamos el show por finalizado salta la esperanza, dado el insistente clamor del personal, pero solo fue un espejismo, tan solo volvieron Brett y Casey para informar que no tienen más composiciones preparadas para tocar en directo, y que sintiéndolo mucho no van a hacer ninguna más. Así que, con cierta cara de decepción fuimos abandonando el local que no llegó a la media entrada para un excelente descarga de estos insignes representantes de la New Wave Of Traditional Heavy Metal, pero que como decía se nos hizo bastante corta, algo que viene siendo habitual en muchas bandas últimamente, que siendo cabezas de cartel no superan la hora, hora y cuarto de actuación.