Crónica: Martín Tula
El tan esperado regreso de Sodom a la Argentina tuvo lugar el pasado domingo 10 de septiembre en el pintoresco Teatro Flores. Esta vez la banda no estaría sola, junto a ellos serían de la partida Defleshed (Suecia), Purgatory (Alemania) y Dekapited (Chile), mientras que del ámbito local dirían presente Hermostra, Tungsteno y Reinará la Tempestad. Sin lugar a dudas un evento que prometía estar entre lo mejor del año, con mucha expectativa que se vio reflejada en la numerosa cantidad de asistentes que se apostaron desde temprano en el teatro. Una noche especial se nos avecinaba.
Hermostra fue la banda en romper el silencio en la tarde y darle la bienvenida a aquellos que lentamente tomaban lugar. Rápidamente llegaría el turno de Dekapited, la banda chilena ya es una institución de thrash metal no solo en su país sino también en Sudamérica. Con un set corto y sin descanso, los liderados por Camilo Pierattini (luciendo una remera de Hermética) fueron una total fuerza imparable en el escenario, thrash hecho y derecho, con dientes afilados, esperamos una pronta visita de Dekapited al país.
Siguiendo en la vena del thrash metal, Tungsteno tomaría el escenario por asalto para continuar el derrotero de riffs y machaques. Nuevamente, con un set corto pero preciso y ajustado, los muchachos se despacharon con temas de su primer disco Inminente Aniquilación, un clásico a esta altura. Mucho aguante por parte del publico, que no tuvo pruritos en desatar los primeros pogos de la noche.
Reinará la Tempestad es la banda conformada por ex miembros de Horcas (y Jorge Moreno de Serpentor) quienes celebran aquellos dos primeros discos de la banda: Reinará la Tempestad y Oid Mortales el Grito Sangrado, piedras fundamentales en la historia y el desarrollo del heavy metal en Argentina. Con esta premisa, no hay lugar para las sorpresas, temas como “Muerto en la Calle”, “Violados y Devorados”, “Ardiendo en Llamas” o “Solución Suicida” supieron subirle la temperatura a la noche que ya comenzaba a tomar color.
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El primer plato fuerte de la noche llegaría desde Alemania, Purgatory pisaba suelo argentino nuevamente luego de aquella visita en 2018. Con el sonido aún acomodándose y un ensordecedor acople que se prolongó por casi un minuto, la banda se encargó de esparcir la plaga (tal cual rezaba la imagen en la pantalla) ganándose el aplauso del ya numeroso público.
Defleshed seguiría con la carnicería, con un sonido mejor, pero aún lejos de lo que requiere la propuesta del trío. Cerrando con “Under The Blade”, los suecos masacraron oídos y hasta se ganaron el famoso “olé olé olé”. Esperemos una vuelta al país pronto.
Tras una larga prueba de sonido (la más larga que tendría la noche) el telón se abría para que Immolation continúe la masacre sonora. Con un sonido exponencialmente mejor a las bandas anteriores (aunque un poco mas de volumen en las guitarras no hubiese estado mal), los oriundos de Nueva York dieron cátedra de cómo hacer death metal y estar a la altura de la leyenda que son. Es a partir de ahora que arrancan los puntos flojos de la noche: Immolation habrá tocado no mas de 7 temas en aproximadamente 40 minutos. Los horarios anunciados se fueron corriendo con el correr de la noche haciendo que quien quizás se lleve la peor parte fueran ellos. Si bien la inmensa mayoría estaba ahí por Sodom, nadie se hubiese quejado por un poco mas la banda neoyorkina.
La noche ya entraba en su punto cúlmine, prueba de sonido mediante, Sodom sale apuntando sus misiles directamente a nuestra frente con “Among The Weirdcong” para continuar con “Jabba the Hutt”, el sonido lentamente se iría acomodando pero poco le importó al fan que se entrego al desmadre desde el primer minuto. Temprano llegaría “Outbreak of Evil”, que casi pegada a “Agent Orange” serían de lo mas festejado de la noche. El delirio era total.
“Hubo una banda a principios de los 80s que cambio todo” decía Angelripper para presentar “Leave Me in Hell” de Venom: Sodom jamás escondió sus influencias y las celebró cuantas veces pudo. “Surfin Bird” le daba paso a “M16” y a “Tired and Red” un favorito personal.
Para el tramo final la banda nos tenía preparadas 3 bombas atómicas: primero “Blasphemer”, luego “Remember The Fallen” para dar el cierre con “Bombenhagel”.
Mucho se habló del set de Sodom, lo cierto es que días antes en Chile la banda había tocado 23 canciones, esa noche en Argentina sonaron 15. El retraso en los horarios (Sodom salió aproximadamente 40 minutos más tarde lo anunciado) no solo le había costado tiempo a Immolation, sino también a la banda alemana. Aún así, el público dejó la vida en cada canción, cada gota de sudor en pogo, durante una hora y media Sodom nos declaró la guerra, una guerra que en vez de armas tiene guitarras y en vez de balas tiene rifles.
El regreso de Sodom fue una conquista total, el regreso es inminente.
Fotografías: Fernando Serani (MetalEyeWitness.com)
Crónica: Martín Tula
El tan esperado regreso de Sodom a la Argentina tuvo lugar el pasado domingo 10 de septiembre en el pintoresco Teatro Flores. Esta vez la banda no estaría sola, junto a ellos serían de la partida Defleshed (Suecia), Purgatory (Alemania) y Dekapited (Chile), mientras que del ámbito local dirían presente Hermostra, Tungsteno y Reinará la Tempestad. Sin lugar a dudas un evento que prometía estar entre lo mejor del año, con mucha expectativa que se vio reflejada en la numerosa cantidad de asistentes que se apostaron desde temprano en el teatro. Una noche especial se nos avecinaba.
Hermostra fue la banda en romper el silencio en la tarde y darle la bienvenida a aquellos que lentamente tomaban lugar. Rápidamente llegaría el turno de Dekapited, la banda chilena ya es una institución de thrash metal no solo en su país sino también en Sudamérica. Con un set corto y sin descanso, los liderados por Camilo Pierattini (luciendo una remera de Hermética) fueron una total fuerza imparable en el escenario, thrash hecho y derecho, con dientes afilados, esperamos una pronta visita de Dekapited al país.
Siguiendo en la vena del thrash metal, Tungsteno tomaría el escenario por asalto para continuar el derrotero de riffs y machaques. Nuevamente, con un set corto pero preciso y ajustado, los muchachos se despacharon con temas de su primer disco Inminente Aniquilación, un clásico a esta altura. Mucho aguante por parte del publico, que no tuvo pruritos en desatar los primeros pogos de la noche.
Reinará la Tempestad es la banda conformada por ex miembros de Horcas (y Jorge Moreno de Serpentor) quienes celebran aquellos dos primeros discos de la banda: Reinará la Tempestad y Oid Mortales el Grito Sangrado, piedras fundamentales en la historia y el desarrollo del heavy metal en Argentina. Con esta premisa, no hay lugar para las sorpresas, temas como “Muerto en la Calle”, “Violados y Devorados”, “Ardiendo en Llamas” o “Solución Suicida” supieron subirle la temperatura a la noche que ya comenzaba a tomar color.
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El primer plato fuerte de la noche llegaría desde Alemania, Purgatory pisaba suelo argentino nuevamente luego de aquella visita en 2018. Con el sonido aún acomodándose y un ensordecedor acople que se prolongó por casi un minuto, la banda se encargó de esparcir la plaga (tal cual rezaba la imagen en la pantalla) ganándose el aplauso del ya numeroso público.
Defleshed seguiría con la carnicería, con un sonido mejor, pero aún lejos de lo que requiere la propuesta del trío. Cerrando con “Under The Blade”, los suecos masacraron oídos y hasta se ganaron el famoso “olé olé olé”. Esperemos una vuelta al país pronto.
Tras una larga prueba de sonido (la más larga que tendría la noche) el telón se abría para que Immolation continúe la masacre sonora. Con un sonido exponencialmente mejor a las bandas anteriores (aunque un poco mas de volumen en las guitarras no hubiese estado mal), los oriundos de Nueva York dieron cátedra de cómo hacer death metal y estar a la altura de la leyenda que son. Es a partir de ahora que arrancan los puntos flojos de la noche: Immolation habrá tocado no mas de 7 temas en aproximadamente 40 minutos. Los horarios anunciados se fueron corriendo con el correr de la noche haciendo que quien quizás se lleve la peor parte fueran ellos. Si bien la inmensa mayoría estaba ahí por Sodom, nadie se hubiese quejado por un poco mas la banda neoyorkina.
La noche ya entraba en su punto cúlmine, prueba de sonido mediante, Sodom sale apuntando sus misiles directamente a nuestra frente con “Among The Weirdcong” para continuar con “Jabba the Hutt”, el sonido lentamente se iría acomodando pero poco le importó al fan que se entrego al desmadre desde el primer minuto. Temprano llegaría “Outbreak of Evil”, que casi pegada a “Agent Orange” serían de lo mas festejado de la noche. El delirio era total.
“Hubo una banda a principios de los 80s que cambio todo” decía Angelripper para presentar “Leave Me in Hell” de Venom: Sodom jamás escondió sus influencias y las celebró cuantas veces pudo. “Surfin Bird” le daba paso a “M16” y a “Tired and Red” un favorito personal.
Para el tramo final la banda nos tenía preparadas 3 bombas atómicas: primero “Blasphemer”, luego “Remember The Fallen” para dar el cierre con “Bombenhagel”.
Mucho se habló del set de Sodom, lo cierto es que días antes en Chile la banda había tocado 23 canciones, esa noche en Argentina sonaron 15. El retraso en los horarios (Sodom salió aproximadamente 40 minutos más tarde lo anunciado) no solo le había costado tiempo a Immolation, sino también a la banda alemana. Aún así, el público dejó la vida en cada canción, cada gota de sudor en pogo, durante una hora y media Sodom nos declaró la guerra, una guerra que en vez de armas tiene guitarras y en vez de balas tiene rifles.
El regreso de Sodom fue una conquista total, el regreso es inminente.
Fotografías: Fernando Serani (MetalEyeWitness.com)