Foto de portada: Leticia Villalba (Gentileza Metal-Argento)
De ninguna manera puedo decir que sea el tipo que más sepa sobre el “djent”, esta extraña escena dentro del metal progresivo llena de bandas formadas por nerds de las guitarras con cuerdas supernumerarias y los compases por fuera del 4/4. Obviamente todos acá conocemos a Meshuggah, la banda que básicamente dio origen al género, pero acá hablo más de los otros grupos de esta movida, que han incorporado elementos de metalcore y post hardcore, como estribillos prominentes y una combinación de voces limpias y rugidos, para crear un sonido más accesible que la maquinaria sónica de los suecos. Y es como parte de ese rejunte de bandas donde los ingleses Tesseract se encuentran como uno de los grupos más prominentes.
El guitarrista Acle Kahney lleva poco más de dos décadas al frente de este proyecto pero no fue hasta el 2010 que tuvieron su primer lanzamiento, aunque el quinteto ha estado recuperando el tiempo perdido con una escalada importante de popularidad durante esta última década, atrayendo bastantes personas que no están súper metida en el metal progresivo o siquiera en el metal en general. Yo no soy una de esas personas, vale aclarar, pero está bueno ponerse desafíos al momento de hablar de música: no siempre hay que ir a lo seguro y cubrir bandas que uno está seguro de que le van a gustar. Y cuando mi compañero de redacción Gastón Coco tuvo problemas de salud justo el día en que debía cubrir la presentación de Tesseract en Buenos Aires y me ofrecí como reemplazo fue un buen momento para plantearme ese desafío.
Fue recién en marzo de 2023 que Tesseract tuvieron su primera gira por Sudamérica y por lo tanto su primer concierto en Argentina, pero parece que todo resultó bastante bien porque apenas pasó un año y medio para que los oriundos de Milton Keynes se pasaran de vuelta por estas tierras, en esta ocasión presentando su nuevo álbum War of Being, editado en septiembre del año pasado. Y mientras aquella primera presentación en Buenos Aires se diera en El Teatrito, la vuelta de los ingleses este 12/9 se trasladó al mucho más grande Teatro Flores, mostrando la confianza que se le tenía ahora al grupo con respecto a la convocatoria de fans.
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Con un campo con una cantidad respetable de público acumulado, pudimos ver la presentación de los teloneros locales Efimeria, cuarteto porteño que tiene menos de un lustro de sacar su primer single pero ya cuenta con su disco Noctulicente (2022), ha tenido la oportunidad de telonear a Arde La Sangre y ahora tenía su debut junto a una banda internacional. El grupo parecía tener un par de fans propios entre el público y, en su primera presentación con esta nueva formación, demostró un dominio total de este estilo tan particular y complicado. El sonido del Teatro puede no haber sido el mejor para su propuesta, pero la combinación de voces podridas y melódicas, doble bombo que pega en el pecho y riffs ultra mecánicos seguía siendo una fórmula ganadora. Con un set corto pero cumplidor, Efimeria se muestra como una banda muy prometedora en el metal moderno nacional.
La espera antes de la salida de Tesseract estuvo acompañada por la llegada de cada vez más público, que no habrá llenado del todo el lugar pero se notaba bastante numeroso, y el aprovechar la cerveza de litro del lugar, como para ir tomando algo y quedar a punto para la fecha. Y fue así que hacia las 20:55 la música de fondo se cortó y empezó a sonar una intro electrónica, marcando al poco tiempo la salida de los instrumentistas de Tesseract: los guitarristas Acle y James Monteith, el bajista Amos Williams y el baterista Jay Postones, quienes a las 21:00 en punto dieron comienzo a “Natural Disaster”, canción que da inicio tanto a su último álbum como a su setlist.
La descripción que hice antes de la propuesta de Efimeria también podría aplicarse perfectamente a Tesseract, aunque en el caso de los ingleses se le sume el uso de una segunda guitarra en la formación. Los riffs son esta ola de distorsión mecánica, como si los efectos de las máquinas en alguna película o videojuego de ciencia ficción fueran disparados por las guitarras de Kahney y Monteith, mientras Williams y Postones dan una base de golpes constantes, con sus compases extraños haciendo inesperado cuando las notas y el bombo van a golpearte. El elemento humano descansa en la aparición de Daniel Hopkins, cantante que acompaña las canciones con sus voces limpias y ascendentes.
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Esta segunda presentación de Tesseract estuvo centrada tanto en War of Being como en Sonder, los dos últimos trabajos de la banda, que ocuparon casi 75% del setlist. Fue así que “Echoes”, “King”, “Sacrifice” y “The Arrow”, entre otras, fueron pasando por las manos de estos nerds de la música y que, a pesar de tener todas las características de una fórmula impenetrable para todo aquel que no esté súper metido entre los recovecos del estilo, fueron recibidas por el público como clásicos de toda la vida e incluso con la gente coreando los estribillos. Esto se incrementó cuando Tesseract revisitaban álbumes más viejos como Polaris (con “Tourniquet”) y Altered State (con “Of Mind – Nocturne”), dejando extrañamente al debut One como el único disco del que no tocaron ninguna canción.
El público dirigió los clásicos cantos de recitales, incluso el “Yo soy de (inserte nombre de la banda)”, que fueron bien recibidos por los miembros de Tesseract. Más allá de eso la comunicación de la banda con el público fue bastante mínima, aunque no completamente inexistente: Hopkins tuvo su momento de bajar al espacio separado por las vallas para estar con la gente en medio de una de las canciones, y obviamente estuvo el momento de agradecer a la gente por haber asistido.
Tras “Juno”, Tesseract dio paso a los bises de la noche. Estos vendrían de la mano de su EP debut Concealing Fate de 2010, con “Part 2: Deception” y “Part 1: Acceptance” (sí, en ese orden) sirviendo como un último regalo a los fans. Tras unos últimos agradecimientos la banda se retiró por fin, con la gente reclamando una última canción al grito de “¡Una más y no jodemos más!”, pero con la producción cerrando el telón del Teatro marcando ya que la noche se había terminado.
¿Me convirtieron en un fan más? No, pero con un sonido acorde con su propuesta compleja pero al mismo tiempo accesible para los que estén buscando una mezcla de melodías y virtuosismo, queda claro incluso para alguien como yo por qué tantos se sienten atraídos al sonido de este tipo de bandas “djent” más modernas y melódicas. Esperamos tenerlos de vuelta lo antes posible, porque es una propuesta interesante incluso para alguien ajeno a la escena.
Etiquetas: argentina, Djent, Efimeria, Inglaterra, metal progresivo, Metalcore, TesseractFoto de portada: Leticia Villalba (Gentileza Metal-Argento)
De ninguna manera puedo decir que sea el tipo que más sepa sobre el “djent”, esta extraña escena dentro del metal progresivo llena de bandas formadas por nerds de las guitarras con cuerdas supernumerarias y los compases por fuera del 4/4. Obviamente todos acá conocemos a Meshuggah, la banda que básicamente dio origen al género, pero acá hablo más de los otros grupos de esta movida, que han incorporado elementos de metalcore y post hardcore, como estribillos prominentes y una combinación de voces limpias y rugidos, para crear un sonido más accesible que la maquinaria sónica de los suecos. Y es como parte de ese rejunte de bandas donde los ingleses Tesseract se encuentran como uno de los grupos más prominentes.
El guitarrista Acle Kahney lleva poco más de dos décadas al frente de este proyecto pero no fue hasta el 2010 que tuvieron su primer lanzamiento, aunque el quinteto ha estado recuperando el tiempo perdido con una escalada importante de popularidad durante esta última década, atrayendo bastantes personas que no están súper metida en el metal progresivo o siquiera en el metal en general. Yo no soy una de esas personas, vale aclarar, pero está bueno ponerse desafíos al momento de hablar de música: no siempre hay que ir a lo seguro y cubrir bandas que uno está seguro de que le van a gustar. Y cuando mi compañero de redacción Gastón Coco tuvo problemas de salud justo el día en que debía cubrir la presentación de Tesseract en Buenos Aires y me ofrecí como reemplazo fue un buen momento para plantearme ese desafío.
Fue recién en marzo de 2023 que Tesseract tuvieron su primera gira por Sudamérica y por lo tanto su primer concierto en Argentina, pero parece que todo resultó bastante bien porque apenas pasó un año y medio para que los oriundos de Milton Keynes se pasaran de vuelta por estas tierras, en esta ocasión presentando su nuevo álbum War of Being, editado en septiembre del año pasado. Y mientras aquella primera presentación en Buenos Aires se diera en El Teatrito, la vuelta de los ingleses este 12/9 se trasladó al mucho más grande Teatro Flores, mostrando la confianza que se le tenía ahora al grupo con respecto a la convocatoria de fans.
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Con un campo con una cantidad respetable de público acumulado, pudimos ver la presentación de los teloneros locales Efimeria, cuarteto porteño que tiene menos de un lustro de sacar su primer single pero ya cuenta con su disco Noctulicente (2022), ha tenido la oportunidad de telonear a Arde La Sangre y ahora tenía su debut junto a una banda internacional. El grupo parecía tener un par de fans propios entre el público y, en su primera presentación con esta nueva formación, demostró un dominio total de este estilo tan particular y complicado. El sonido del Teatro puede no haber sido el mejor para su propuesta, pero la combinación de voces podridas y melódicas, doble bombo que pega en el pecho y riffs ultra mecánicos seguía siendo una fórmula ganadora. Con un set corto pero cumplidor, Efimeria se muestra como una banda muy prometedora en el metal moderno nacional.
La espera antes de la salida de Tesseract estuvo acompañada por la llegada de cada vez más público, que no habrá llenado del todo el lugar pero se notaba bastante numeroso, y el aprovechar la cerveza de litro del lugar, como para ir tomando algo y quedar a punto para la fecha. Y fue así que hacia las 20:55 la música de fondo se cortó y empezó a sonar una intro electrónica, marcando al poco tiempo la salida de los instrumentistas de Tesseract: los guitarristas Acle y James Monteith, el bajista Amos Williams y el baterista Jay Postones, quienes a las 21:00 en punto dieron comienzo a “Natural Disaster”, canción que da inicio tanto a su último álbum como a su setlist.
La descripción que hice antes de la propuesta de Efimeria también podría aplicarse perfectamente a Tesseract, aunque en el caso de los ingleses se le sume el uso de una segunda guitarra en la formación. Los riffs son esta ola de distorsión mecánica, como si los efectos de las máquinas en alguna película o videojuego de ciencia ficción fueran disparados por las guitarras de Kahney y Monteith, mientras Williams y Postones dan una base de golpes constantes, con sus compases extraños haciendo inesperado cuando las notas y el bombo van a golpearte. El elemento humano descansa en la aparición de Daniel Hopkins, cantante que acompaña las canciones con sus voces limpias y ascendentes.
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Esta segunda presentación de Tesseract estuvo centrada tanto en War of Being como en Sonder, los dos últimos trabajos de la banda, que ocuparon casi 75% del setlist. Fue así que “Echoes”, “King”, “Sacrifice” y “The Arrow”, entre otras, fueron pasando por las manos de estos nerds de la música y que, a pesar de tener todas las características de una fórmula impenetrable para todo aquel que no esté súper metido entre los recovecos del estilo, fueron recibidas por el público como clásicos de toda la vida e incluso con la gente coreando los estribillos. Esto se incrementó cuando Tesseract revisitaban álbumes más viejos como Polaris (con “Tourniquet”) y Altered State (con “Of Mind – Nocturne”), dejando extrañamente al debut One como el único disco del que no tocaron ninguna canción.
El público dirigió los clásicos cantos de recitales, incluso el “Yo soy de (inserte nombre de la banda)”, que fueron bien recibidos por los miembros de Tesseract. Más allá de eso la comunicación de la banda con el público fue bastante mínima, aunque no completamente inexistente: Hopkins tuvo su momento de bajar al espacio separado por las vallas para estar con la gente en medio de una de las canciones, y obviamente estuvo el momento de agradecer a la gente por haber asistido.
Tras “Juno”, Tesseract dio paso a los bises de la noche. Estos vendrían de la mano de su EP debut Concealing Fate de 2010, con “Part 2: Deception” y “Part 1: Acceptance” (sí, en ese orden) sirviendo como un último regalo a los fans. Tras unos últimos agradecimientos la banda se retiró por fin, con la gente reclamando una última canción al grito de “¡Una más y no jodemos más!”, pero con la producción cerrando el telón del Teatro marcando ya que la noche se había terminado.
¿Me convirtieron en un fan más? No, pero con un sonido acorde con su propuesta compleja pero al mismo tiempo accesible para los que estén buscando una mezcla de melodías y virtuosismo, queda claro incluso para alguien como yo por qué tantos se sienten atraídos al sonido de este tipo de bandas “djent” más modernas y melódicas. Esperamos tenerlos de vuelta lo antes posible, porque es una propuesta interesante incluso para alguien ajeno a la escena.
Etiquetas: argentina, Djent, Efimeria, Inglaterra, metal progresivo, Metalcore, Tesseract