El 16 de octubre, la Sala La Nau de Barcelona vibró con una noche de metal extremo gracias a la producción de Madness Live!, que trajo a la banda francesa Celeste como plato fuerte y a los locales Ikarie como teloneros. Fue una velada cargada de oscuridad y emociones intensas, donde el público se sumergió en un viaje sonoro marcado por la pesadez y la visceralidad.
Ikarie abrió la noche envolviendo a los presentes en una atmósfera fúnebre desde el primer momento. La banda arrancó su set con “Arde” y “Tomie”, sumergiendo a la sala en una espiral de doom metal crudo y lento. Su vocalista (Pablo Egido), con sus guturales estremecedores, lideró la carga mientras las guitarras de Paco Porcel y Luis Albadalejo acompañaban con una distorsión densa que hipnotizaba. El público fue llevado en un vaivén meditativo, que alcanzó un respiro con “Despertar” antes de que temas como “Santa Sangre” y “Cenizas” cerraran su actuación con una intensidad aplastante. Ikarie dejó una marca profunda, dejando al público preparado y expectante para lo que venía.
Cuando llegó el turno de Celeste, la sala se sumió en la penumbra y el característico rojo de las linternas de la banda llenó el escenario. Abrieron con “(A)”, construyendo una atmósfera lenta que pronto estalló en la brutalidad característica de su sonido. Canciones como “De tes yeux bleus perlés” y “Des torrents de coups” fueron un asalto implacable de blast beats y atmósferas melódicas que parecían hundir al público en arenas movedizas. Johan Guirardieu, con sus guturales desgarradores, expresaba un dolor tan primitivo que no importaba el idioma; la crudeza se sentía en lo más profundo.
Durante el set, el cuarteto interpretó varios temas de su último álbum Assassine(s), como “Nonchalantes de beauté”, “Le cœur noir charbon” y “Elle se répète froidment”. El orden del setlist ofreció una experiencia diferente, casi como contar una historia en otro formato. La banda, sin apenas interacción verbal con el público, comunicó poderosamente a través de su música y su puesta en escena, entre luces rojas y humo que difuminaban sus siluetas, creando una neblina surrealista.
El final del show no decepcionó. Tras salir del escenario, la banda regresó para un bis inolvidable con “Comme des amants en reflet” y “Ces belles de rêve aux verres embués”, temas que cerraron con fuerza una noche de auténtica catarsis. Entre los intensos cabeceos y los gritos del público, quedó claro que tanto Celeste como Ikarie dejaron su huella en Barcelona, ofreciendo una experiencia musical oscura y poderosa que difícilmente será olvidada.
El 16 de octubre, la Sala La Nau de Barcelona vibró con una noche de metal extremo gracias a la producción de Madness Live!, que trajo a la banda francesa Celeste como plato fuerte y a los locales Ikarie como teloneros. Fue una velada cargada de oscuridad y emociones intensas, donde el público se sumergió en un viaje sonoro marcado por la pesadez y la visceralidad.
Ikarie abrió la noche envolviendo a los presentes en una atmósfera fúnebre desde el primer momento. La banda arrancó su set con “Arde” y “Tomie”, sumergiendo a la sala en una espiral de doom metal crudo y lento. Su vocalista (Pablo Egido), con sus guturales estremecedores, lideró la carga mientras las guitarras de Paco Porcel y Luis Albadalejo acompañaban con una distorsión densa que hipnotizaba. El público fue llevado en un vaivén meditativo, que alcanzó un respiro con “Despertar” antes de que temas como “Santa Sangre” y “Cenizas” cerraran su actuación con una intensidad aplastante. Ikarie dejó una marca profunda, dejando al público preparado y expectante para lo que venía.
Cuando llegó el turno de Celeste, la sala se sumió en la penumbra y el característico rojo de las linternas de la banda llenó el escenario. Abrieron con “(A)”, construyendo una atmósfera lenta que pronto estalló en la brutalidad característica de su sonido. Canciones como “De tes yeux bleus perlés” y “Des torrents de coups” fueron un asalto implacable de blast beats y atmósferas melódicas que parecían hundir al público en arenas movedizas. Johan Guirardieu, con sus guturales desgarradores, expresaba un dolor tan primitivo que no importaba el idioma; la crudeza se sentía en lo más profundo.
Durante el set, el cuarteto interpretó varios temas de su último álbum Assassine(s), como “Nonchalantes de beauté”, “Le cœur noir charbon” y “Elle se répète froidment”. El orden del setlist ofreció una experiencia diferente, casi como contar una historia en otro formato. La banda, sin apenas interacción verbal con el público, comunicó poderosamente a través de su música y su puesta en escena, entre luces rojas y humo que difuminaban sus siluetas, creando una neblina surrealista.
El final del show no decepcionó. Tras salir del escenario, la banda regresó para un bis inolvidable con “Comme des amants en reflet” y “Ces belles de rêve aux verres embués”, temas que cerraron con fuerza una noche de auténtica catarsis. Entre los intensos cabeceos y los gritos del público, quedó claro que tanto Celeste como Ikarie dejaron su huella en Barcelona, ofreciendo una experiencia musical oscura y poderosa que difícilmente será olvidada.