Última noche invernal se matriculó con una noche de hardcore punk en el barrio de Sants específicamente en la cooperativa La Deskomunal. El menú incluía a los locales Crucial y desde Boston, Massachusetts Death Before Dishonor.
Los barceloneses entraron al cuadrilátero a matar con temas de su propia cosecha “Unidad” fue la encargada de abrir la descarga de estos baluartes del hardcore patrio. Siguiendo con su más reciente lanzamiento “Respeto” y la gran mayoría de canciones de su EP entre las cuales sonaron “Sangre y Fe” con un sonido cercano a Biohazard y un vozarrón de Hernán sin dar respiro, escupen “Hambre” a una velocidad del batería, Carlos comparable a flash sobre los parches. La numérica “109” un poco más pausada, pero no falta de guitarras rapeadas de Gabi y Javi en las cuerdas. Los primeros pogos y mosh de la noche ya inauguraron la pista. Ya el listado se iba agotando llegó el final “Mala Hierba”, “Rencor” y la hermandad de “Crucial” con su lema “Mi Familia Aquí Está”, una arenga antisistema en clave musical.
Excelente precalentamiento para el grupo estelar de la noche y fueron el gran reclamo de esta jornada Death Before Dishonor, Barcelona es el punto de partida de la gira europea comandado por Bryan Harris en las labores del micrófono dirigiendo en esta oportunidad en formato cuarteto, en la oscuridad se escucha una intro de western para romper toda la formalidad con la veloz “Coffin Nail” automáticamente puso patas arriba la sala de dos plantas y la primera fila al sabido ritual de empujones y patadas conocidos como mosh o los arengados circle pit inducidos a lo largo de todo el concierto por el líder de la banda. Una auténtica master class de la vieja escuela del hardcore norteamericano.
Las pausas son casi inexistentes “Nowhere To Turn” es el siguiente disparo musical Ben “B-Roll” Kelly facturando afilados riffs desde los costados y el otro Ben Hilton ametrallando los parches y azotando los platillos sin tregua. Para miserias justas “Born From Misery” una legión de fanáticos abarrotan la sala y se disponen a crear el caos, convirtiendo las primeras filas en un campo de batalla de moshing con moretones y golpes como trofeos de la velada.
Uno a uno transitan las cápsulas envenenadas de cuatro acordes “Fuck This Year”, “Count Me In”, “Peace and Quiet” Bryan es un continuo agitador de la palabra rapeada llena de rebeldía. Las revoluciones bajan un poco “Remember” pero solo en la intro porque la cabalgata de puños y saltos réplica que no se detiene en el headbanging del bajista. El hilo conductor son las canciones, ya llevamos la mitad de concierto y la adrenalina no hace más que subir “True Defeat” nos lleva unos años atrás en la extensa discografía de la veterana agrupación hardcoriana.
Para seguir sacando chispas “Bad Blood”. “Master of None”, “Infected” cada una era una bala lanzada directo al corazón que reaccionaba con espasmódicos movimientos arrítmicos. Dos dardos más para tranquilizar la yugular, “Break Through It All”, “Our Glory Days” dan cuenta del gran estado físico del atlético cantante con bastante décadas aporreando su cuerpo. Ante tal caos decido retirarme a la parte alta del recinto para seguir inmortalizando vía imágenes para apreciar desde las alturas “6.6.6. (Friends Family Forever) lleno de energía a la señal de “Barcelona hardcore let´s Go” generar el torbellino una vez más fundiéndose en un aplauso sincero de su vocalista, agradeciendo la asistencia, cosa que fue correspondido eufóricamente por los asistentes.
El final fue apoteósico “Boston Belongs To Me” con Bryan Harris entregando el micrófono a sus más acérrimos seguidores que se peleaban el protagonismo por cantar la última canción de la jornada, uniendo a toda la fraternidad de la contracultura en un solo cántico con crowdsurfing incluidos finde fiesta del hardcore con un gran sentimiento de comunidad que está lejos de desaparecer del panorama musical actual tan infectado de música desechable “Mostremos al mundo que los chicos han vuelto para quedarse” Larga vida los sonidos del hardcore del siglo XXI antes de que empiece la tercera guerra mundial.
Última noche invernal se matriculó con una noche de hardcore punk en el barrio de Sants específicamente en la cooperativa La Deskomunal. El menú incluía a los locales Crucial y desde Boston, Massachusetts Death Before Dishonor.
Los barceloneses entraron al cuadrilátero a matar con temas de su propia cosecha “Unidad” fue la encargada de abrir la descarga de estos baluartes del hardcore patrio. Siguiendo con su más reciente lanzamiento “Respeto” y la gran mayoría de canciones de su EP entre las cuales sonaron “Sangre y Fe” con un sonido cercano a Biohazard y un vozarrón de Hernán sin dar respiro, escupen “Hambre” a una velocidad del batería, Carlos comparable a flash sobre los parches. La numérica “109” un poco más pausada, pero no falta de guitarras rapeadas de Gabi y Javi en las cuerdas. Los primeros pogos y mosh de la noche ya inauguraron la pista. Ya el listado se iba agotando llegó el final “Mala Hierba”, “Rencor” y la hermandad de “Crucial” con su lema “Mi Familia Aquí Está”, una arenga antisistema en clave musical.
Excelente precalentamiento para el grupo estelar de la noche y fueron el gran reclamo de esta jornada Death Before Dishonor, Barcelona es el punto de partida de la gira europea comandado por Bryan Harris en las labores del micrófono dirigiendo en esta oportunidad en formato cuarteto, en la oscuridad se escucha una intro de western para romper toda la formalidad con la veloz “Coffin Nail” automáticamente puso patas arriba la sala de dos plantas y la primera fila al sabido ritual de empujones y patadas conocidos como mosh o los arengados circle pit inducidos a lo largo de todo el concierto por el líder de la banda. Una auténtica master class de la vieja escuela del hardcore norteamericano.
Las pausas son casi inexistentes “Nowhere To Turn” es el siguiente disparo musical Ben “B-Roll” Kelly facturando afilados riffs desde los costados y el otro Ben Hilton ametrallando los parches y azotando los platillos sin tregua. Para miserias justas “Born From Misery” una legión de fanáticos abarrotan la sala y se disponen a crear el caos, convirtiendo las primeras filas en un campo de batalla de moshing con moretones y golpes como trofeos de la velada.
Uno a uno transitan las cápsulas envenenadas de cuatro acordes “Fuck This Year”, “Count Me In”, “Peace and Quiet” Bryan es un continuo agitador de la palabra rapeada llena de rebeldía. Las revoluciones bajan un poco “Remember” pero solo en la intro porque la cabalgata de puños y saltos réplica que no se detiene en el headbanging del bajista. El hilo conductor son las canciones, ya llevamos la mitad de concierto y la adrenalina no hace más que subir “True Defeat” nos lleva unos años atrás en la extensa discografía de la veterana agrupación hardcoriana.
Para seguir sacando chispas “Bad Blood”. “Master of None”, “Infected” cada una era una bala lanzada directo al corazón que reaccionaba con espasmódicos movimientos arrítmicos. Dos dardos más para tranquilizar la yugular, “Break Through It All”, “Our Glory Days” dan cuenta del gran estado físico del atlético cantante con bastante décadas aporreando su cuerpo. Ante tal caos decido retirarme a la parte alta del recinto para seguir inmortalizando vía imágenes para apreciar desde las alturas “6.6.6. (Friends Family Forever) lleno de energía a la señal de “Barcelona hardcore let´s Go” generar el torbellino una vez más fundiéndose en un aplauso sincero de su vocalista, agradeciendo la asistencia, cosa que fue correspondido eufóricamente por los asistentes.
El final fue apoteósico “Boston Belongs To Me” con Bryan Harris entregando el micrófono a sus más acérrimos seguidores que se peleaban el protagonismo por cantar la última canción de la jornada, uniendo a toda la fraternidad de la contracultura en un solo cántico con crowdsurfing incluidos finde fiesta del hardcore con un gran sentimiento de comunidad que está lejos de desaparecer del panorama musical actual tan infectado de música desechable “Mostremos al mundo que los chicos han vuelto para quedarse” Larga vida los sonidos del hardcore del siglo XXI antes de que empiece la tercera guerra mundial.