Imposible no viajar en el tiempo con Heilung. Desde sus inicios en 2015, el enigmático ritual colectivo ha estado allanando caminos melódicos hacia el pasado con su sonido único y desconcertante. Evadiendo todas las etiquetas de género convencionales y los límites de cualquier etiqueta específica, el grupo describe acertadamente su sonido como “historia amplificada”, enfatizando su capacidad para conectar la sociedad moderna con los rudimentos de los comienzos de la humanidad a través de la música.

Heilung una vez más viaja en el tiempo con su nuevo capítulo Drif. Sin embargo, a diferencia de las ofertas anteriores que se centraron en el norte prehistórico de Europa, el álbum número tres explorará otras grandes civilizaciones rudimentarias fuera de Europa.

“Todas las canciones de Drif tienen sus propias historias”, añade el cantante de garganta de Heilung y uno de los tres compositores de la banda, Kai Uwe Faust. Cada uno tiene su lugar y sentido de pertenencia, con inspiración no solo del norte de Europa, sino de las grandes civilizaciones antiguas”, explica la banda.

“Con el canto de estas canciones primordiales queremos rendir homenaje a estas culturas, reconectarnos con los inicios y recordar que todos, de Oriente a Occidente, del pasado al presente, estamos conectados a través del intercambio de ideas e inspirándonos unos a otros”.

“‘Drif‘ significa ‘reunión'”, y sirve como algo más que una mera puerta de entrada que une la historia con la sociedad moderna, sino que también es una declaración de la fuerza de la unidad y el compañerismo, lo que no sorprenderá a quienes hayan experimentado el ritual en vivo de Heilung en el que cada ceremonia comienza con un recordatorio de que “todos somos hermanos”.

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Si bien Heilung presenta instrumentación auténtica y arcaica que va desde sonajeros y campanas rituales hasta huesos humanos y canto de garganta, su cautivadora marca de música está lejos de ser primitiva. El productor y miembro fundador Christopher Juul implementa elementos electrónicos sutiles que elevan la atmósfera musical y brindan un paisaje sonoro más profundo y en capas. 

“Asja” es la puerta de entrada a este hermoso y conmovedor del disco, trata sobre ahuyentar el mal y dar la bienvenida al amor. La canción tiene unos cinco minutos de pura brillantez  junto a la voz sorprendentemente divina de Maria Franz la que se amplifica de manera tan experta en la mezcla. Es el vibrato en la firma de la garganta tan acertadamente expresado por Kai Uwe Faust. 

Es la percusión, la producción y los sonidos que Christopher Juul saca de los instrumentos primitivos del pasado antiguo de nuestro mundo. “Asja” no se parece en nada a lo que hayas escuchado y te absorbe por completo, no solo por la belleza de su composición, sino por cómo te obliga a contemplar cómo el trío es capaz de producir la cornucopia de sonidos que se entretejen tan perfectamente. El último minuto de la pista que presenta la interacción entre las voces de Maria y Kai es una escucha particularmente convincente.

Probablemente ya estés familiarizado con “Anoana”, que fue el primer sencillo lanzado que estuvo acompañado de, quizás, uno de los mejores videos musicales creados en la historia reciente. “Anoana“, otra pista elaborada por expertos y minuciosamente emocional, se remonta a una época de gran prosperidad y nos conecta con la lingüística encantada de las tierras ancestrales del norte.

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“Tenet” no es solo una canción que trata sobre palíndromos, es un palíndromo real en sí mismo. Todas las partes musicales, melodías e instrumentación se reproducen de la misma manera, ya sea hacia atrás o hacia adelante. La melodía, por cierto, se crea con un sistema de código antiguo que se origina en Europa hace más de dos mil años. 

La pista presenta letras en una multitud de idiomas, incluidos nórdico antiguo, latín y protogermánico. Otra actuación magistral, esta canción presenta una serie de subestructuras diferentes que llevan al oyente a través de un viaje, como si el oyente estuviera en una búsqueda por el norte de Europa con Heilung para resolver el misterio del antiguo rompecabezas (conocido como “Sator Square” que es en lo que se basa la canción) que se encontró bajo el Monte Vesubio en el año 79 d.C. Es un viaje épico de 13 minutos de una canción que lleva tu alma a otro tiempo y lugar.

Hablando de Maria Franz, la sexta composición del disco, “Nesso”, podría ser mi interpretación vocal favorita de ella hasta el momento. El rango y la inflexión que muestra en “Nesso” demuestra cuánto ha dedicado Franz a su oficio. Puede pasar de casi un susurro a un sonido calmante y luego crecer tan apasionadamente hasta cantar una cresta de pulcritudinoso crescendo. Y aquí está lo que me sorprende: ¡grabó todas sus voces aquí en una sola toma!

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La parte sónica de “Nesso” presenta a Christopher grabando las partes de la voz directamente en una cuerda de cobre resonante afinada con la misma nota. Las voces particularmente profundas en realidad se reproducen a la mitad de la velocidad para representar el lento movimiento del tiempo que muchos experimentan cuando se acercan a la muerte. La canción en sí, sin embargo, es en realidad una de curar y sacar la enfermedad de un animal (un caballo para aquellos de ustedes que se preguntan acerca de los detalles).

El cierre del disco es el fascinante y algo inquietante “Marduk“. Una composición muy novedosa que presenta el uso de cuencos de bronce, el vocalista Kai recita los cincuenta nombres de Marduk en un susurro silencioso. Así como se sabía que el propio Marduk, el antiguo Rey de los Dioses de Babilonia, era complejo y misterioso, Heilung resume su particular disposición en esta obra de casi nueve minutos que seguramente lo conmoverá.

En general, Drif funciona y realmente sorprende en muchos niveles e incorpora muchas piezas de sonido variadas y distintas. Si tuviera un deseo para este disco, sería tener más canciones como “Anoana” y “Asja”, donde las voces variadas son la base clave de las pistas y quizás una versión más corta de la pista de palabra hablada “Keltentrauer”, que es un poema sobre una batalla ficticia. Tiene una duración de más de ocho minutos y no encaja tan bien como las otras canciones, que generalmente no quería escuchar terminar en absoluto. La penúltima pista, “Nikkal”, ejemplifica esto donde me hubiera encantado tener más tiempo para disfrutar de las voces corales en capas.

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Drif, al igual que la base de fans rabiosamente leales y adoradores de Heilung, es diversa y variada. “Recuerda, todos somos hermanos. Todas las personas, las bestias, los árboles, las piedras y el viento, todos descendemos del único gran ser que siempre estuvo allí, antes de que la gente viviera y lo nombrara, antes de que brotara la primera semilla”.