Pese a haber una gran cantidad de opciones interesantes de conciertos por toda la ciudad, era el momento de apoyar a dos bandas españolas muy queridas dentro del panorama nacional: los catalanes Morphium acompañados de unos renovados Vita Imana. Una buena oportunidad para acudir a la presentación por parte de ambos grupos sus últimos álbumes.
La puntualidad no suele fallar en la Sala Bóveda. Así que, tal y como estaba previsto, a las 20:00 horas los madrileños Vita Imana emergían sobre el escenario dispuestos a romperlo. Son un auténtico terremoto y se nota la buena conexión entre ellos, a pesar de que la nueva formación lleve tan sólo dos discos juntos. Aunque es evidente que su esencia groove metal con unas percusiones inconfundibles sigue intacta, se podría decir que hacen gala de un sonido más sólido. Unas guitarras demoledoras y un alarde de fiereza por parte de todos sus miembros, sobre todo con la desgarradora voz del cantante Mero Mero. Todo ello, unido a un público entregado y a la palpable química entre los componentes de la banda, que no dejaban de moverse y derrochar actitud por los cuatro costados.
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Los catalanes Morphium se han convertido en uno de los grupos nacionales con mayor crecimiento y mejor puesta en escena. Había ganas de volver a verlos en su tierra. Llegado el momento, aparecieron sobre las tablas maquillados, como de costumbre, manifestando que el aspecto visual también es una parte relevante en sus directos. Una estética acertada que genera una atmósfera que encaja a la perfección con su apabullante sonido.
Cabe destacar la colosal energía, rabia y potencia que transmite su cantante Alex Bace, el cual no para ni un segundo quieto y alienta a los fans a seguirle el ritmo. Reto que el público superó con creces, ya que estuvieron totalmente a la altura de la ocasión, desgañitándose en cada acorde y provocando varios mosh pits durante todo el show. En cuanto al nivel instrumental, todos los miembros sobresalieron por su ejecución y la compenetración que demostraron tener. Los allí presentes acabaron exhaustos tras esta sesión de descarga brutal de metal y más que preparados para la siguiente.
Pese a haber una gran cantidad de opciones interesantes de conciertos por toda la ciudad, era el momento de apoyar a dos bandas españolas muy queridas dentro del panorama nacional: los catalanes Morphium acompañados de unos renovados Vita Imana. Una buena oportunidad para acudir a la presentación por parte de ambos grupos sus últimos álbumes.
La puntualidad no suele fallar en la Sala Bóveda. Así que, tal y como estaba previsto, a las 20:00 horas los madrileños Vita Imana emergían sobre el escenario dispuestos a romperlo. Son un auténtico terremoto y se nota la buena conexión entre ellos, a pesar de que la nueva formación lleve tan sólo dos discos juntos. Aunque es evidente que su esencia groove metal con unas percusiones inconfundibles sigue intacta, se podría decir que hacen gala de un sonido más sólido. Unas guitarras demoledoras y un alarde de fiereza por parte de todos sus miembros, sobre todo con la desgarradora voz del cantante Mero Mero. Todo ello, unido a un público entregado y a la palpable química entre los componentes de la banda, que no dejaban de moverse y derrochar actitud por los cuatro costados.
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Cabe destacar la colosal energía, rabia y potencia que transmite su cantante Alex Bace, el cual no para ni un segundo quieto y alienta a los fans a seguirle el ritmo. Reto que el público superó con creces, ya que estuvieron totalmente a la altura de la ocasión, desgañitándose en cada acorde y provocando varios mosh pits durante todo el show. En cuanto al nivel instrumental, todos los miembros sobresalieron por su ejecución y la compenetración que demostraron tener. Los allí presentes acabaron exhaustos tras esta sesión de descarga brutal de metal y más que preparados para la siguiente.