


El pasado domingo 4 de mayo tuvo lugar el concierto de Steven Wilson (genio creativo de la banda progresiva Porcupine Tree) en el K.B. Hallen de Copenhague.
En dicha oportunidad pudimos apreciar la calidad sonora del solista en un show que fue impecable, especialmente considerando que no se permitía tomar fotos ni grabar videos, lo que generó una atmósfera de hermetismo audiovisual.
Nos acercamos al lugar cerca de las 20hs y el recinto ya se encontraba en su máxima capacidad con todas las butacas completas y toda la gente sentada, por lo cual fue difícil encontrar el asiento asignado y numerado. En ese momento hizo su aparición el artista británico, acompañado de 4 músicos impresionantes. La formación incluía baterista, bajista, tecladista, segundo guitarrista y un Steven Wilson multifacético que podía tocar la guitarra, cantar y animarse a los teclados. Debo admitir que me sorprendió bastante su capacidad para adaptarse a los diferentes ritmos y atmósferas con una naturalidad admirable.
El concierto que duro aproximadamente 3 horas con un intervalo de 15 minutos, incluyó 13 canciones que recorrieron su carrera solista y algunos temas de Porcupine Tree.
El primer intervalo arranco con canciones como “Objects Outlive Us” y “The Overview”, acompañados por animaciones proyectadas en una gran pantalla que daba en conjunto la sensación de estar viendo una película con una banda sonora en vivo. Las imágenes, de estética abstracta y cósmica, con formas humanoides y planetas, desafiaban los sentidos y llevaban la mente a estados alterados de consciencia mientras la música crecía en intensidad.
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Luego del intervalo de 15 minutos la cosa se puso un poco más movida y pudimos ver a Steven alternando distintas técnicas musicales para captar la atención del espectador con canciones como “No Part of Me” y la canción de Porcupine Tree, “Dislocated Day”. En esta parte del concierto las canciones se fueron sucediendo una tras otra, ya que no fueron tan largas como al comienzo y la banda se lució en una performance enérgica y sin apoyo visual y con los músicos desarrollando todas sus capacidades al máximo. El baterista ejecutaba ritmos feroces con precisión quirúrgica con el bajista que acompañaba con un instrumento de 5 cuerdas (y debo reconocer que lo hacía sonar increíblemente), el guitarrista a la derecha de Steven demostrando todo su virtuosismo al máximo; el tecladista aportó una interpretación destacada, llena de escalas y solos y un Steven Wilson imparable dándolo todo, entre teclados, voz y guitarra.
Con “Impossible Thightrope” la canción hizo su debut en vivo y luego volvieron las imágenes a la pantalla con más animaciones con planetas, cubos y pirámides de colores y los temas “Harmony Korine” y “Vermillioncore”. Luego de dichas canciones Steven se animó a tirar algunos chistes diciendo que no tenia ningún hit, así que básicamente podía tocar todo lo que le diera la “fucking” gana. Y así fue que lo hizo para los bises, donde tocaron “Pariah” y “Ancestral”, a mi criterio, dos temas lentos y un poco flojos como cierre, ya que muchos fans esperábamos algunos clásicos de Porcupine Tree que finalmente no llegaron. No obstante el espectáculo fue entretenido con una calidad musical sobresaliente, animaciones hipnóticas en las canciones largas (20 minutos aproximadamente) y el humor de Steven aportando calidez y complicidad con el público. Un combo perfecto para una noche alucinante.
Etiquetas: Copenhague, Dinamarca, Porcupine Tree, Steven Wilson


El pasado domingo 4 de mayo tuvo lugar el concierto de Steven Wilson (genio creativo de la banda progresiva Porcupine Tree) en el K.B. Hallen de Copenhague.
En dicha oportunidad pudimos apreciar la calidad sonora del solista en un show que fue impecable, especialmente considerando que no se permitía tomar fotos ni grabar videos, lo que generó una atmósfera de hermetismo audiovisual.
Nos acercamos al lugar cerca de las 20hs y el recinto ya se encontraba en su máxima capacidad con todas las butacas completas y toda la gente sentada, por lo cual fue difícil encontrar el asiento asignado y numerado. En ese momento hizo su aparición el artista británico, acompañado de 4 músicos impresionantes. La formación incluía baterista, bajista, tecladista, segundo guitarrista y un Steven Wilson multifacético que podía tocar la guitarra, cantar y animarse a los teclados. Debo admitir que me sorprendió bastante su capacidad para adaptarse a los diferentes ritmos y atmósferas con una naturalidad admirable.
El concierto que duro aproximadamente 3 horas con un intervalo de 15 minutos, incluyó 13 canciones que recorrieron su carrera solista y algunos temas de Porcupine Tree.
El primer intervalo arranco con canciones como “Objects Outlive Us” y “The Overview”, acompañados por animaciones proyectadas en una gran pantalla que daba en conjunto la sensación de estar viendo una película con una banda sonora en vivo. Las imágenes, de estética abstracta y cósmica, con formas humanoides y planetas, desafiaban los sentidos y llevaban la mente a estados alterados de consciencia mientras la música crecía en intensidad.
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Luego del intervalo de 15 minutos la cosa se puso un poco más movida y pudimos ver a Steven alternando distintas técnicas musicales para captar la atención del espectador con canciones como “No Part of Me” y la canción de Porcupine Tree, “Dislocated Day”. En esta parte del concierto las canciones se fueron sucediendo una tras otra, ya que no fueron tan largas como al comienzo y la banda se lució en una performance enérgica y sin apoyo visual y con los músicos desarrollando todas sus capacidades al máximo. El baterista ejecutaba ritmos feroces con precisión quirúrgica con el bajista que acompañaba con un instrumento de 5 cuerdas (y debo reconocer que lo hacía sonar increíblemente), el guitarrista a la derecha de Steven demostrando todo su virtuosismo al máximo; el tecladista aportó una interpretación destacada, llena de escalas y solos y un Steven Wilson imparable dándolo todo, entre teclados, voz y guitarra.
Con “Impossible Thightrope” la canción hizo su debut en vivo y luego volvieron las imágenes a la pantalla con más animaciones con planetas, cubos y pirámides de colores y los temas “Harmony Korine” y “Vermillioncore”. Luego de dichas canciones Steven se animó a tirar algunos chistes diciendo que no tenia ningún hit, así que básicamente podía tocar todo lo que le diera la “fucking” gana. Y así fue que lo hizo para los bises, donde tocaron “Pariah” y “Ancestral”, a mi criterio, dos temas lentos y un poco flojos como cierre, ya que muchos fans esperábamos algunos clásicos de Porcupine Tree que finalmente no llegaron. No obstante el espectáculo fue entretenido con una calidad musical sobresaliente, animaciones hipnóticas en las canciones largas (20 minutos aproximadamente) y el humor de Steven aportando calidez y complicidad con el público. Un combo perfecto para una noche alucinante.
Etiquetas: Copenhague, Dinamarca, Porcupine Tree, Steven Wilson