1981 fue un año de transición para Judas Priest. En abril de 1980 habían lanzado ”British Steel”, uno de los álbumes más celebrados de la historia de los británicos. Después de aquel disco histórico, la banda liderada por Rob Halford quería cambiar un poco el rumbo de su sonido y el método de grabación dentro del estudio.
Hasta ese momento, el grupo entraba al estudio con el material ya preparado. Pero en este punto, el productor Tom Allom quería que los nuevos discos den la sensación de live, es decir, que suene como si tocaran en un estadio en vivo.
Pero más allá de este cambio en la búsqueda compositiva, se encontraban sin ideas claras. El vocalista Rob Halford le admitió al periodista Garry Sharpe-Young para el libro ”Metal: The Definitive Guide”: ”Realmente estábamos rascándonos la cabeza con ”Point of Entry”. La industria les pedía que siguieran con la misma línea de ”British Steel” con hits pero ellos no tenían del todo claro querer hacer eso”.
”Creo que ”Point of Entry” sufre de demasiadas personas tirando en muchas direcciones contrapuestas”, aseguró Halford.
El conflicto no solo se dio desde el plano compositivo, también hubo intereses contrapuestos con respecto a la portada del disco. La edición británica y la que se conoció mundialmente fue la de la larga punta del acantilado (también podría ser el ala de un avión) entre esos tonos amarillos rojizos de un sol que se está por ocultar del todo. En esta portada, el logo de la banda se lee en el borde superior derecho en formato tradicional.
Por otro lado, la edición norteamericana fue distinta, debido a que la oficina estadounidense de registros de CBS se negó a aceptar la portada oficial por falta de originalidad. De este modo, para Estados Unidos y Japón, el arte de tapa cuenta con una gran hoja de papel de fotocopiadora que atraviesa un largo desierto y se pierde en el horizonte. Y en este caso, el logo del grupo se encuentra también en la esquina superior derecha pero en formato 3D, formato que Judas terminaría utilizando hasta la placa de 1986: ”Turbo”.
Sin más preámbulo, el disco comienza muy bien con la hardrockera ”Heading Out to the Highway”, que con el paso del tiempo supo convertirse en un clásico de la banda. Puede que la placa tenga algunos temas un tanto simplones como ”On The Run” o ”Don’t Go”, pero también algunos más pesados como ”Hot Rockin”. Por otra parte, la seguidilla de ”Turning Circles”, ”Desert Plains” y ”Solar Angels” es de lo mejor de la placa. Posiblemente, ”Desert Plains” sea una de las obras más logradas. Instrumentalmente es preciosa y cuando Halford irrumpe con su Full moon is rising/ The sky is black/ I need your call I’m coming back…no queda otra opción que proclamarlo Metal God.
Sobre esta canción, el guitarrista KK Downing sostuvo: ”Para mí, ”Desert Plains” es solo una de esas canciones en las que tiene que entrar instantáneamente en el tempo justo. Además, y particularmente en los Estados Unidos, el contenido lírico que hace referencia al desierto tiene ese atractivo adicional para los fanáticos en lugares como Arizona y Nuevo México“.
”Point Of Entry” es, indudablemente, uno de los discos más accesibles del Judas metalero. También, hay que tener en cuenta que contó con la mala suerte de quedar en el medio de dos de los álbumes más clásicos de los ingleses como ”British Steel” y ”Screaming For Vengeance”. Pero a pesar de esto, a cuatro décadas de su lanzamiento, reproducirlo es una gran bocanada de aire fresco.
1981 fue un año de transición para Judas Priest. En abril de 1980 habían lanzado ”British Steel”, uno de los álbumes más celebrados de la historia de los británicos. Después de aquel disco histórico, la banda liderada por Rob Halford quería cambiar un poco el rumbo de su sonido y el método de grabación dentro del estudio.
Hasta ese momento, el grupo entraba al estudio con el material ya preparado. Pero en este punto, el productor Tom Allom quería que los nuevos discos den la sensación de live, es decir, que suene como si tocaran en un estadio en vivo.
Pero más allá de este cambio en la búsqueda compositiva, se encontraban sin ideas claras. El vocalista Rob Halford le admitió al periodista Garry Sharpe-Young para el libro ”Metal: The Definitive Guide”: ”Realmente estábamos rascándonos la cabeza con ”Point of Entry”. La industria les pedía que siguieran con la misma línea de ”British Steel” con hits pero ellos no tenían del todo claro querer hacer eso”.
”Creo que ”Point of Entry” sufre de demasiadas personas tirando en muchas direcciones contrapuestas”, aseguró Halford.
El conflicto no solo se dio desde el plano compositivo, también hubo intereses contrapuestos con respecto a la portada del disco. La edición británica y la que se conoció mundialmente fue la de la larga punta del acantilado (también podría ser el ala de un avión) entre esos tonos amarillos rojizos de un sol que se está por ocultar del todo. En esta portada, el logo de la banda se lee en el borde superior derecho en formato tradicional.
Por otro lado, la edición norteamericana fue distinta, debido a que la oficina estadounidense de registros de CBS se negó a aceptar la portada oficial por falta de originalidad. De este modo, para Estados Unidos y Japón, el arte de tapa cuenta con una gran hoja de papel de fotocopiadora que atraviesa un largo desierto y se pierde en el horizonte. Y en este caso, el logo del grupo se encuentra también en la esquina superior derecha pero en formato 3D, formato que Judas terminaría utilizando hasta la placa de 1986: ”Turbo”.
Sin más preámbulo, el disco comienza muy bien con la hardrockera ”Heading Out to the Highway”, que con el paso del tiempo supo convertirse en un clásico de la banda. Puede que la placa tenga algunos temas un tanto simplones como ”On The Run” o ”Don’t Go”, pero también algunos más pesados como ”Hot Rockin”. Por otra parte, la seguidilla de ”Turning Circles”, ”Desert Plains” y ”Solar Angels” es de lo mejor de la placa. Posiblemente, ”Desert Plains” sea una de las obras más logradas. Instrumentalmente es preciosa y cuando Halford irrumpe con su Full moon is rising/ The sky is black/ I need your call I’m coming back…no queda otra opción que proclamarlo Metal God.
Sobre esta canción, el guitarrista KK Downing sostuvo: ”Para mí, ”Desert Plains” es solo una de esas canciones en las que tiene que entrar instantáneamente en el tempo justo. Además, y particularmente en los Estados Unidos, el contenido lírico que hace referencia al desierto tiene ese atractivo adicional para los fanáticos en lugares como Arizona y Nuevo México“.
”Point Of Entry” es, indudablemente, uno de los discos más accesibles del Judas metalero. También, hay que tener en cuenta que contó con la mala suerte de quedar en el medio de dos de los álbumes más clásicos de los ingleses como ”British Steel” y ”Screaming For Vengeance”. Pero a pesar de esto, a cuatro décadas de su lanzamiento, reproducirlo es una gran bocanada de aire fresco.