

Bajaba el sol en Buenos Aires y nuevamente, la convocatoria arrimaba a las cuadrillas metálicas a un nuevo concierto. Esta vez, en un carácter más íntimo, una leyenda del power metal nacional cerraba su año presentando un nuevo disco. Se trataba nada más ni nada menos que de Jezabel, aquella formación nacional de los ‘90, liderada por Leandro Coronel.
Esta vez, la cita era para presentar Inmortal, su último trabajo de estudio, lanzado en abril. El lugar elegido fue el ilustre Marquee Session Live: situado en el corazón de Villa Crespo, el espacio vió pasar grandes figuras a lo largo de sus años y últimamente se presta para conciertos de las cadencias más pesadas. En esta ocasión abriría sus puertas a las 20 horas para formar parte de un capítulo más de la historia del metal argentino.
Con una breve demora, la primera banda en salir al escenario fue Liliumdust. Con su propuesta de metal sinfónico acaparó al público, escaso, como es habitual con las primeras bandas soporte, durante la primera media hora. No obstante, lo que hizo la banda liderada por Melitza Torres fue sin dudas la propuesta más llamativa de los invitados. Distinta a lo que se acostumbra a escuchar en las fechas, y bien ejecutado, y técnicamente muy prolijos. Al no participar habitualmente de fechas de este calibre, el show no cansa. Podrá ser un género que no cautive a un gran público pero hay que reconocer un trabajo bien logrado.
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Siguió Armored Dawn los brasileños, a esta altura con una agenda cargada en presentaciones en argentina y casi radicados en nuestro territorio, salieron a escena con su profesionalismo habitual. Esta vez, me permito decir tras verlos cinco veces a lo largo del año, que sonaron mucho mejor a lo que venían sonando. No tuvieron ningún desperfecto técnico, y se notó lo aceitado que tienen el setlist que suelen tocar, esta vez, un poco más corto de lo normal.
Por último, Pulso Crítico salió casi a las 22.30, con una demora que se arrastraba desde el inicio de la jornada. Aquí, desafortunadamente, la banda no contaba con su cantante, quien por motivos que desconozco (ni que fueron mencionados) no formó parte del show. No obstante, la banda supo sortear este obstáculo y quedar bien parados ante lo que posiblemente fue una gran improvisación por parte de los integrantes fijos y podría haber tenido resultados desastrosos. Al escenario salieron los tres músicos acompañados de, nada más ni nada menos… que la madre del guitarrista.
Hicieron un set de clásicos de Dio, entre los que destacaron “Holy Diver”, “Neon Knights” y “Rainbow in the Dark”, formando solo una parte del set que abarcaba tanto la carrera solista como su época en Black Sabbath. No fueron más de ocho temas, hasta que otro amigo de la banda subió para cerrar el show con un set de Linkin Park. Sonaron los clásicos más conocidos de la agrupación que en los 2000 supo ser una joya del Nü Metal. Sin embargo, la primera parte de la presentación se llevó sin lugar a dudas una ovación mucho mayor a la más moderna, cuestión lógica ya que el público de la banda principal nada tiene que ver con la formación que hoy día viaja por el mundo mancillando la memoria de Chester Bennington.
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El reloj marcaba casi las 23.45, más de media hora del horario pautado para el inicio de la presentación, cuando Jezabel subió al escenario. Con el Marquee completo, entre gritos y clamores, comienza a sonar “Hasta El Último Round”. Familiares, amigos y fanáticos, unidos en un solo momento, celebran el inicio acompañando en las voces. Aquellos que van pegados a la barra, con unas bolsas que tenían preparadas, comienzan a arrojar papel picado para todos lados. Con esa lluvia de bienvenida, Coronel y los suyos ponen en alto su banda. Siguieron en orden de disco, con “Sin Cadenas”, “Viajeros” y “Legado”. Entre risas y saludos, el vocalista invitó a subir al primer invitado, Gustavo Despalanque, para “Alas de Acero”, un clásico del disco Legiones del Sur del 2003.
Lo que siguió fue, sin más, el resto de Inmortal, prácticamente en su totalidad. Solo quedó fuera “Lo Inevitable”, y en “A Todo o Nada” se sumó Ariel Ranieri, cuya colaboración y puesta en escena levantó sin dudas la estridencia del show. Fuera de lo que fue el disco, los clásicos, así como “Alas…”, no faltaron: el cierre del show fue con “Legiones del Sur” y “Nada es Cuestión de Suerte”.
Una presentación íntima, así como lo permite la totalidad del Marquee. Entre aplausos, gritos y clamor, la banda despidió el año junto a sus fanáticos, los cuales, como dignos legionarios que llevan más de 30 años acompañando a esta formación, prestaron su entereza hasta el final, abandonando el lugar pasadas las dos de la mañana.
- Liliumdust
- Liliumdust
- Armored Dawn
- Armored Dawn
- Pulso Critico
- Jezabel
Etiquetas: Ariel Ranieri, Armored Dawn, Gabriel Despalanque, jezabel, Liliumdust, Marquee Live Session, Power Metal, pulso critico


Bajaba el sol en Buenos Aires y nuevamente, la convocatoria arrimaba a las cuadrillas metálicas a un nuevo concierto. Esta vez, en un carácter más íntimo, una leyenda del power metal nacional cerraba su año presentando un nuevo disco. Se trataba nada más ni nada menos que de Jezabel, aquella formación nacional de los ‘90, liderada por Leandro Coronel.
Esta vez, la cita era para presentar Inmortal, su último trabajo de estudio, lanzado en abril. El lugar elegido fue el ilustre Marquee Session Live: situado en el corazón de Villa Crespo, el espacio vió pasar grandes figuras a lo largo de sus años y últimamente se presta para conciertos de las cadencias más pesadas. En esta ocasión abriría sus puertas a las 20 horas para formar parte de un capítulo más de la historia del metal argentino.
Con una breve demora, la primera banda en salir al escenario fue Liliumdust. Con su propuesta de metal sinfónico acaparó al público, escaso, como es habitual con las primeras bandas soporte, durante la primera media hora. No obstante, lo que hizo la banda liderada por Melitza Torres fue sin dudas la propuesta más llamativa de los invitados. Distinta a lo que se acostumbra a escuchar en las fechas, y bien ejecutado, y técnicamente muy prolijos. Al no participar habitualmente de fechas de este calibre, el show no cansa. Podrá ser un género que no cautive a un gran público pero hay que reconocer un trabajo bien logrado.
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Siguió Armored Dawn los brasileños, a esta altura con una agenda cargada en presentaciones en argentina y casi radicados en nuestro territorio, salieron a escena con su profesionalismo habitual. Esta vez, me permito decir tras verlos cinco veces a lo largo del año, que sonaron mucho mejor a lo que venían sonando. No tuvieron ningún desperfecto técnico, y se notó lo aceitado que tienen el setlist que suelen tocar, esta vez, un poco más corto de lo normal.
Por último, Pulso Crítico salió casi a las 22.30, con una demora que se arrastraba desde el inicio de la jornada. Aquí, desafortunadamente, la banda no contaba con su cantante, quien por motivos que desconozco (ni que fueron mencionados) no formó parte del show. No obstante, la banda supo sortear este obstáculo y quedar bien parados ante lo que posiblemente fue una gran improvisación por parte de los integrantes fijos y podría haber tenido resultados desastrosos. Al escenario salieron los tres músicos acompañados de, nada más ni nada menos… que la madre del guitarrista.
Hicieron un set de clásicos de Dio, entre los que destacaron “Holy Diver”, “Neon Knights” y “Rainbow in the Dark”, formando solo una parte del set que abarcaba tanto la carrera solista como su época en Black Sabbath. No fueron más de ocho temas, hasta que otro amigo de la banda subió para cerrar el show con un set de Linkin Park. Sonaron los clásicos más conocidos de la agrupación que en los 2000 supo ser una joya del Nü Metal. Sin embargo, la primera parte de la presentación se llevó sin lugar a dudas una ovación mucho mayor a la más moderna, cuestión lógica ya que el público de la banda principal nada tiene que ver con la formación que hoy día viaja por el mundo mancillando la memoria de Chester Bennington.
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El reloj marcaba casi las 23.45, más de media hora del horario pautado para el inicio de la presentación, cuando Jezabel subió al escenario. Con el Marquee completo, entre gritos y clamores, comienza a sonar “Hasta El Último Round”. Familiares, amigos y fanáticos, unidos en un solo momento, celebran el inicio acompañando en las voces. Aquellos que van pegados a la barra, con unas bolsas que tenían preparadas, comienzan a arrojar papel picado para todos lados. Con esa lluvia de bienvenida, Coronel y los suyos ponen en alto su banda. Siguieron en orden de disco, con “Sin Cadenas”, “Viajeros” y “Legado”. Entre risas y saludos, el vocalista invitó a subir al primer invitado, Gustavo Despalanque, para “Alas de Acero”, un clásico del disco Legiones del Sur del 2003.
Lo que siguió fue, sin más, el resto de Inmortal, prácticamente en su totalidad. Solo quedó fuera “Lo Inevitable”, y en “A Todo o Nada” se sumó Ariel Ranieri, cuya colaboración y puesta en escena levantó sin dudas la estridencia del show. Fuera de lo que fue el disco, los clásicos, así como “Alas…”, no faltaron: el cierre del show fue con “Legiones del Sur” y “Nada es Cuestión de Suerte”.
Una presentación íntima, así como lo permite la totalidad del Marquee. Entre aplausos, gritos y clamor, la banda despidió el año junto a sus fanáticos, los cuales, como dignos legionarios que llevan más de 30 años acompañando a esta formación, prestaron su entereza hasta el final, abandonando el lugar pasadas las dos de la mañana.
- Liliumdust
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- Armored Dawn
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- Pulso Critico
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Etiquetas: Ariel Ranieri, Armored Dawn, Gabriel Despalanque, jezabel, Liliumdust, Marquee Live Session, Power Metal, pulso critico