


Fotografía portada: Markcerock
Conmemoración esta vez por un disco icónico que cumple cuarenta años desde su lanzamiento, una pieza maestra titulada “Balls To The Wall”, que Accept armó en 1985. Y es el incombustible Udo Dirkschneider, junto al bajista Peter Baltes quienes rememoran el legado de la banda que los lanzó a la fama.
Extraños horarios para un domingo aun con la resaca de un agitado sábado en el homenaje al que fue batería de Legion entre 1991 y 1994, Julián Loza, más conocido por Ross, y que militó en multitud de bandas como la mítica formación hardcore barcelonesa Acció Directa, que se reunió para tan magno evento celebrado en el Ateneu L’Harmonia, en Sant Andreu de Palomar, donde residió la mayor parte de su vida, hasta que le llegó la hora a finales del 2023.
Tras este pequeño recordatorio para un gran amigo como era Julián, en un domingo condicionado por lluvias torrenciales en la capital catalana, sobre las cinco los dioses nos dieron una tregua para poder asistir sin problemas a la primera banda de la tarde, los italogermanos All For Metal, liderada por los vocalistas Antonio Calano ex DeVicious, y el enorme Tim Tetzel Schmidt de los paganos Asenblut.
Con la sala aún lejos de completar el aforo, el sexteto inició su directo con el tema que da nombre al grupo, y declarando Antonio lo felices que están de tocar por primera vez en Barcelona, antes de seguir con “Fury of the Gods” donde quedan claros los papeles de cada uno, con la guitarra Ursula Zanichelli (ex Collapse Within) encargándose de los coros, mientras que Jasmine Pabst (ex Oversense) se dedica más a agitar su melena pelirroja, y moverse sin cesar.
Invocando a Thor llega “Raise Your Hammer”, durante la cual Jasmine y el bajista Florian andan persiguiéndose a lo largo del escenario. Pequeño discurso de Antonio antes de entrar con “Born In Valhalla” con Ursula esquivando como puede al armario Tetzel para volver a su posición, animándonos a cantar como si de la afición del Barça se tratara dijo, no sabe que la afición del FCB no es precisamente famosa, últimamente, por sus cánticos. El vocalista alemán marca bíceps antes de iniciarse “Mountain of Power”, durante la cual Tim levanta a Ursula para posarla sobre las cajas, y hacerse notar un poco más.
Campaña de promoción y marketing, regalando una camiseta del grupo que incluye fecha de Madrid, a pesar de no haber podido actuar por motivos técnicos. Florian echa a sus compañeros para quedarse un solo de bajo, que incluyó las notas del himno español, y que fue respondido con abucheo general y silbidos varios, quedándose muy bien sin saber que hacer, hasta que Tim saltó al rescate presentando “Gods of Metal”, única pieza que extraen de su All For Metal de 2024, para terminar con “Goddess of War” donde las chicas fueron las encargadas de tomar las riendas.
Pues nada mal en sus apenas treinta minutos de directo, con un vocalista con unos registros muy altos, y otro que da el contrapunto con su voz grave y su imponente presencia. Curiosamente basaron su repertorio en el disco Legends (2023), en lugar de su último trabajo, en fin, una propuesta muy influenciada por bandas de temática vikinga, como Sabaton, o Amon Amarth, Manowar, o de espadas y dragones.
Crownshift es la conjunción de una serie de músicos armando un artefacto muy elaborado de death metalcore melódico, creado por una super banda con ex miembros de Children of Bodom como el guitarra Daniel Freyberg, Jukka Koskinen al bajo, ex Nightwish, o Heikki Saari, batería de Finntroll, y que ya estuvieron juntos en Norther, y a los que se añadió el vocalista de Mygrain, Tommy Tuovinen.
Interpretaron buena parte de su disco debut como la inicial “If You Dare”, puro metalcore, u otras como la algo más relajada “My Prison”, la instrumental “Mirage”, seguida por “Stellar Halos”, dando buena cuenta de la amplitud de registros vocales que gasta Tuovinen. Finalizaron sus cuarenta minutos en acción con “A World Beyond Reach”, y su nuevo single, ese hit de Alannah Myles titulado “Black Velvet”, en una versión considerablemente metalizada.
Buen concierto de los finlandeses, aunque no creo que despertase demasiada pasión entre los asistentes, así que veremos si en futuras visitas gozan de un público más cercano a su intrincada propuesta musical.
La última vez que vi al bueno de Udo Dirkschneider, a punto de cumplir sus setenta y tres primaveras, fue en la Salamandra de L’Hospitalet en 2022, y no andaba muy bien físicamente, por la lentitud con la que se desplazaba, me hizo pensar, en que quizás sería la última ocasión en verlo en vivo, pero nada más lejos de la realidad. Ya que el pasado año lanzó el disco Touchdown como U.D.O, y esta vez vuelve a los escenarios del mundo entero para rememorar uno de los más grandes vinilos de la historia del heavy metal, Balls to the Wall, que junto a Metal Heart (1986) y Restless and Wild (1982) son la base sobre la que se edificó Accept.
Con la sala a reventar, un local de mayor envergadura como Razzmatazz (como hicieron los propios Accept hace unos meses) o Apolo habrían sido plazas más indicadas. Pero bueno, aquí estamos, cuarenta años después, disfrutando de nuevo de las canciones con las que crecimos, empezando por una dentellada como “Fast as a Shark”, con esa intro que cantan el millar de metalheads de mediana edad en su gran mayoría, muchos de aquellos que los disfrutamos en el 84 junto a Maiden, o ya en 1986 encabezando el cartel junto a Dokken en el hoy abandonado Palau d’Esports de Montjuïc.
Los cánticos continúan con “Living for Tonite” y “Midnight Mover”, ambas pertenecientes a Metal Heart, y con “Breaker” llegan los primeros movimientos sincronizados de guitarras, seguida por una siempre brillante “Flash Rockin’ Man”. Udo desaparece de escena durante esa versión extendida en que convierten “Metal Heart” en directo, con el solo del guitarrista de origen ruso Andrey Smirnov (Everlost), aunque el vocalista vuelve a tiempo para dirigir el coro final. Para terminar este primer bloque, Peter Baltes hoy con el pelo recogido pide que encendamos la luz del móvil para obsequiarnos con la balada “Breaking Up Again”, al igual que hizo en el disco Breaker en 1981.
Llegamos al plato principal siguiendo el orden de forma fidedigna, empezando por “Balls to the Wall”, precedida por una voz en off anunciando la interpretación del clásico con Andrey empuñando una Flying V como corresponde, y Peter con un bajo blanco con la palabra BALLS, el cual estuvo casi más pendiente de golpear los enormes balones que rebotaban en la estructura del local, vigas y tubos de aire acondicionado como si de una máquina de pinball se tratara, mientras que Udo reapareció con gafas de sol y una gorra.
Siguieron con una celebrada “London Leatherboys”, la rápida “Fight It Back” tras la cual Udo soltó, fuckin’ unbelievable, y unos cánticos populares que el menudo front man tuvo que silenciar, para poder dar paso al bajo de Peter que abre “Head Over Heels”, en el que tampoco faltaron los coros de los muchachos. Pequeño parón, para que Dirkschneider de las gracias a los presentes, reivindicando que después de tantos aun siguen dando guerra.
Del resto de disco destacaremos como no, la acelerada “Winners and Losers”, o las semi baladas que cierran el disco, “Guardian of the Night”, o una fantástica “Winter Dreams” con solo de guitarra a cargo de Fabian Dee Madders (Dirty D’sire), unas piezas que no suelen escuchar en vivo, pero que son recuperadas en estos casos en los que repasan un álbum en su integridad.
Ahora es el batería Sven Dirkschneider quien nos dirige unas palabras recordando que se han agotado las entradas de los últimos shows, y que cantamos como los ultras en los estadios. Un poco de headbanging con la persistente, y extendida “Princess of the Dawn”, así como, los infaltables coros y palmas sin música de acompañamiento. Pregunta Udo para hacer una más, siguiendo a toda velocidad con “Up To The Limit”, las luces dividiendo el escenario entre rojo y verde, y fin de fiesta con la rockanrollera “Burning”, que es dilatada hasta la ignición, la tercera en caer de su tercer trabajo, Breaker, y que pone fin a ciento diez minutos de clásicos del heavy metal teutón.
Etiquetas: Accept, Balls To The Wall, barcelona, Dirkschneider, España, Madness Live, U.D.O.



Fotografía portada: Markcerock
Conmemoración esta vez por un disco icónico que cumple cuarenta años desde su lanzamiento, una pieza maestra titulada “Balls To The Wall”, que Accept armó en 1985. Y es el incombustible Udo Dirkschneider, junto al bajista Peter Baltes quienes rememoran el legado de la banda que los lanzó a la fama.
Extraños horarios para un domingo aun con la resaca de un agitado sábado en el homenaje al que fue batería de Legion entre 1991 y 1994, Julián Loza, más conocido por Ross, y que militó en multitud de bandas como la mítica formación hardcore barcelonesa Acció Directa, que se reunió para tan magno evento celebrado en el Ateneu L’Harmonia, en Sant Andreu de Palomar, donde residió la mayor parte de su vida, hasta que le llegó la hora a finales del 2023.
Tras este pequeño recordatorio para un gran amigo como era Julián, en un domingo condicionado por lluvias torrenciales en la capital catalana, sobre las cinco los dioses nos dieron una tregua para poder asistir sin problemas a la primera banda de la tarde, los italogermanos All For Metal, liderada por los vocalistas Antonio Calano ex DeVicious, y el enorme Tim Tetzel Schmidt de los paganos Asenblut.
Con la sala aún lejos de completar el aforo, el sexteto inició su directo con el tema que da nombre al grupo, y declarando Antonio lo felices que están de tocar por primera vez en Barcelona, antes de seguir con “Fury of the Gods” donde quedan claros los papeles de cada uno, con la guitarra Ursula Zanichelli (ex Collapse Within) encargándose de los coros, mientras que Jasmine Pabst (ex Oversense) se dedica más a agitar su melena pelirroja, y moverse sin cesar.
Invocando a Thor llega “Raise Your Hammer”, durante la cual Jasmine y el bajista Florian andan persiguiéndose a lo largo del escenario. Pequeño discurso de Antonio antes de entrar con “Born In Valhalla” con Ursula esquivando como puede al armario Tetzel para volver a su posición, animándonos a cantar como si de la afición del Barça se tratara dijo, no sabe que la afición del FCB no es precisamente famosa, últimamente, por sus cánticos. El vocalista alemán marca bíceps antes de iniciarse “Mountain of Power”, durante la cual Tim levanta a Ursula para posarla sobre las cajas, y hacerse notar un poco más.
Campaña de promoción y marketing, regalando una camiseta del grupo que incluye fecha de Madrid, a pesar de no haber podido actuar por motivos técnicos. Florian echa a sus compañeros para quedarse un solo de bajo, que incluyó las notas del himno español, y que fue respondido con abucheo general y silbidos varios, quedándose muy bien sin saber que hacer, hasta que Tim saltó al rescate presentando “Gods of Metal”, única pieza que extraen de su All For Metal de 2024, para terminar con “Goddess of War” donde las chicas fueron las encargadas de tomar las riendas.
Pues nada mal en sus apenas treinta minutos de directo, con un vocalista con unos registros muy altos, y otro que da el contrapunto con su voz grave y su imponente presencia. Curiosamente basaron su repertorio en el disco Legends (2023), en lugar de su último trabajo, en fin, una propuesta muy influenciada por bandas de temática vikinga, como Sabaton, o Amon Amarth, Manowar, o de espadas y dragones.
Crownshift es la conjunción de una serie de músicos armando un artefacto muy elaborado de death metalcore melódico, creado por una super banda con ex miembros de Children of Bodom como el guitarra Daniel Freyberg, Jukka Koskinen al bajo, ex Nightwish, o Heikki Saari, batería de Finntroll, y que ya estuvieron juntos en Norther, y a los que se añadió el vocalista de Mygrain, Tommy Tuovinen.
Interpretaron buena parte de su disco debut como la inicial “If You Dare”, puro metalcore, u otras como la algo más relajada “My Prison”, la instrumental “Mirage”, seguida por “Stellar Halos”, dando buena cuenta de la amplitud de registros vocales que gasta Tuovinen. Finalizaron sus cuarenta minutos en acción con “A World Beyond Reach”, y su nuevo single, ese hit de Alannah Myles titulado “Black Velvet”, en una versión considerablemente metalizada.
Buen concierto de los finlandeses, aunque no creo que despertase demasiada pasión entre los asistentes, así que veremos si en futuras visitas gozan de un público más cercano a su intrincada propuesta musical.
La última vez que vi al bueno de Udo Dirkschneider, a punto de cumplir sus setenta y tres primaveras, fue en la Salamandra de L’Hospitalet en 2022, y no andaba muy bien físicamente, por la lentitud con la que se desplazaba, me hizo pensar, en que quizás sería la última ocasión en verlo en vivo, pero nada más lejos de la realidad. Ya que el pasado año lanzó el disco Touchdown como U.D.O, y esta vez vuelve a los escenarios del mundo entero para rememorar uno de los más grandes vinilos de la historia del heavy metal, Balls to the Wall, que junto a Metal Heart (1986) y Restless and Wild (1982) son la base sobre la que se edificó Accept.
Con la sala a reventar, un local de mayor envergadura como Razzmatazz (como hicieron los propios Accept hace unos meses) o Apolo habrían sido plazas más indicadas. Pero bueno, aquí estamos, cuarenta años después, disfrutando de nuevo de las canciones con las que crecimos, empezando por una dentellada como “Fast as a Shark”, con esa intro que cantan el millar de metalheads de mediana edad en su gran mayoría, muchos de aquellos que los disfrutamos en el 84 junto a Maiden, o ya en 1986 encabezando el cartel junto a Dokken en el hoy abandonado Palau d’Esports de Montjuïc.
Los cánticos continúan con “Living for Tonite” y “Midnight Mover”, ambas pertenecientes a Metal Heart, y con “Breaker” llegan los primeros movimientos sincronizados de guitarras, seguida por una siempre brillante “Flash Rockin’ Man”. Udo desaparece de escena durante esa versión extendida en que convierten “Metal Heart” en directo, con el solo del guitarrista de origen ruso Andrey Smirnov (Everlost), aunque el vocalista vuelve a tiempo para dirigir el coro final. Para terminar este primer bloque, Peter Baltes hoy con el pelo recogido pide que encendamos la luz del móvil para obsequiarnos con la balada “Breaking Up Again”, al igual que hizo en el disco Breaker en 1981.
Llegamos al plato principal siguiendo el orden de forma fidedigna, empezando por “Balls to the Wall”, precedida por una voz en off anunciando la interpretación del clásico con Andrey empuñando una Flying V como corresponde, y Peter con un bajo blanco con la palabra BALLS, el cual estuvo casi más pendiente de golpear los enormes balones que rebotaban en la estructura del local, vigas y tubos de aire acondicionado como si de una máquina de pinball se tratara, mientras que Udo reapareció con gafas de sol y una gorra.
Siguieron con una celebrada “London Leatherboys”, la rápida “Fight It Back” tras la cual Udo soltó, fuckin’ unbelievable, y unos cánticos populares que el menudo front man tuvo que silenciar, para poder dar paso al bajo de Peter que abre “Head Over Heels”, en el que tampoco faltaron los coros de los muchachos. Pequeño parón, para que Dirkschneider de las gracias a los presentes, reivindicando que después de tantos aun siguen dando guerra.
Del resto de disco destacaremos como no, la acelerada “Winners and Losers”, o las semi baladas que cierran el disco, “Guardian of the Night”, o una fantástica “Winter Dreams” con solo de guitarra a cargo de Fabian Dee Madders (Dirty D’sire), unas piezas que no suelen escuchar en vivo, pero que son recuperadas en estos casos en los que repasan un álbum en su integridad.
Ahora es el batería Sven Dirkschneider quien nos dirige unas palabras recordando que se han agotado las entradas de los últimos shows, y que cantamos como los ultras en los estadios. Un poco de headbanging con la persistente, y extendida “Princess of the Dawn”, así como, los infaltables coros y palmas sin música de acompañamiento. Pregunta Udo para hacer una más, siguiendo a toda velocidad con “Up To The Limit”, las luces dividiendo el escenario entre rojo y verde, y fin de fiesta con la rockanrollera “Burning”, que es dilatada hasta la ignición, la tercera en caer de su tercer trabajo, Breaker, y que pone fin a ciento diez minutos de clásicos del heavy metal teutón.
Etiquetas: Accept, Balls To The Wall, barcelona, Dirkschneider, España, Madness Live, U.D.O.